❝POWER PLAY❞ ; 2jin

₍₁₉₎

Tenía miedo de que esto pasara, fue por eso que a propósito hizo tiempo arriba en el baño de damas. No quería verse obligada a inventar una razón plausible para declinar. Estaba agotada de tratar de centrarse en todos los factores de Bangsun Europa que necesitaba saber, y cada movimiento de Heejin a su lado no ayudaba. Podría decir que se dirigía a Hong Kong esta noche, pero no hay muchos vuelos directos desde Bruselas a Hong Kong. Fácilmente podría quedar atrapada en esa mentira.

—“Ha sido un largo día, Heejin, y estoy muy cansada. Todo lo que quiero hacer es volver al hotel, tomar un baño caliente y pedir servicio a la habitación.”

Y por supuesto trabajar la mitad de la noche, pero no le diría eso.
Heejin se apoyó sugestivamente contra su coche.

—“¿Te puedo lavar la espalda?”

—“No.”

La expresión en el rostro del conductor indicó que él estaba disfrutando de su conversación.

—“¿Puedo por lo menos arroparte?”

La frustración de Hyunjin saltó a la superficie. Sus nervios se habían sobrecargado durante todo el día, sobre todo el principal entre las piernas.

—“No.” —Se sentó en el asiento trasero.

Antes de que el conductor tuviese la oportunidad de cerrar la puerta, Heejin metió la cabeza en el interior.

—“¿Qué tengo que hacer para hacerte decir que sí?” —Había más en su pregunta que lo que estaba pidiendo.

—“Yo no voy a decirte que sí a lo que tú quieres, así que puedes dejar de preguntar.”

Podía oler la colonia de la castaña, como lo había hecho durante todo el día.

—“Pero es lo que tú quieres también, ¿por qué negarlo?”

—“No lo voy a negar,” —Admitió— “simplemente no voy a actuar sobre ello. Ahora bien, si me disculpas.” —Puso fin a la conversación y su chofer cerró la puerta.

Heejin observó el coche alejarse con un dolor desconocido llenando su pecho. Odiaba que Hyunjin se hubiese metido bajo su piel y no estaba dispuesta a dejar que sucediera de nuevo. Empujó la sensación desagradable a un lado y le pidió a su chofer que la llevara a un buen bar.

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Sus ojos quemaban por el humo del cigarrillo y su cuerpo palpitaba de pensar en Hyunjin. Verla hoy fue más difícil de lo que imaginó. Había anticipado sentir algo de excitación cuando estuviera con ella otra vez, pero nada la había preparado para tomar conciencia de que esa pelirroja la consumía. No podía pensar y casi no podía prestarle atención a Bang y sus zánganos.

—“A riesgo de que suene como un cliché, ¿puedo invitarte una copa?”

Casi rio ante la trillada frase, pero cuando vio a un apuesto joven de cabello rubio medio largo deslizarse en el asiento junto a ella, sonrió.

—“Mientras no esperes que yo te pregunte si vienes aquí a menudo.”

Alzó su copa para indicarle al camarero que le trajera otro trago igual. Este sería su tercer Royal Crown con hielo. Uno más en su estómago vacío podría hacerle olvidar a Hyunjin.
El rubio le hizo conocer su interés antes de terminar su primera copa, y se sintió tentada. Tal vez una noche con este hombre la haría dejar de pensar en ella. Era obvio que el muchacho a su lado estaba más que dispuesto, y Heejin sabía que no sería más que una aventura ocasional. Estaba a punto de decir que sí cuando se dio cuenta, incluso en su estado inducido por el alcohol, que no quería sexo con un desconocido. Ella quería hacer el amor con Kim Hyunjin y cualquier otra persona que no fuera ella sería un pobre sustituto.