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—“¿No eres tú Jeon Heejin, la asaltante corporativa? ¿No te vi en KBS World hace unas semanas?”

La nombrada alzó la cabeza y miró a la mujercita que estaba junto a su mesa; Era la misma que había estado observándola la última hora a través de la pista de baile llena de gente. Heejin se había estado preguntando sí y cuándo haría ella una jugada. Oscilaba su mirada desde las blanquecinas piernas desnudas, su escote conservador y hasta por fin llegar a su rostro con una aparentemente amable sonrisa. Esta chica de cabello color caramelo la miraba como un cachorro ansioso a la espera de alguna señal de aceptación.

—“Sí, lo soy, pero no, estuve muy ocupada como para salir en la televisión. Y prefiero pensar en mí como una exitosa mujer de negocios.”

Estaba juzgando las posibilidades de anotar con la señorita sonrisa, tenía un gran potencial. —“¿Quieres sentarte?”

Varias copas y dos horas más tarde, Heejin había cambiado por completo su opinión sobre la joven. Su nombre era Kim Jiwoo. Sí, otra Kim. Y no sólo tenia un cuerpo hecho para ser codiciado, sino también una ambición para tener en cuenta. Lo mejor era que tenía información privilegiada sobre Starlight Pharmaceuticals y estaba muy apurada por compartirla a cambio de un puesto de trabajo con Heejin.
Jiwoo presentó la información en específico, sin malos entendidos sobre los detalles, bebiendo un capuchino en la cafetería de enfrente del bar. Heejin la miró detenidamente antes de hablar.

—“¿Y de dónde sacaste esa información?”

No le importaba si la había obtenido ilegalmente. Eso no era su problema, porque no era ella quien lo había hecho.

—“He trabajado para personas que conocen algunos de los peces gordos involucrados.” —Respondió vagamente.

—“¿Y se supone que debo creer todo lo que dices?”

—“¡Es la verdad!” —Chilló inesperadamente, pareciendo un poco insultada.

Jeon era cuidadosa, muy cuidadosa. Ella había utilizado tácticas similares para infiltrarse en empresas de las que quería más información de la que podía obtener de fuentes oficiales.

—“¿Y por qué debo tener fe de que lo que tienes es lo que yo necesito?”

La chica sabía lo suficiente sobre la oferta de Bangsun como para decirle a Heejin que de hecho disponía de datos vitales.

—“Tú sabes que eso va en ambos sentidos. ¿Qué voy a hacer si no me das un puesto de trabajo después de que yo te lo diga? ¿Quién tendrá la mala de suerte, entonces?. Parece que yo tengo más que perder que tú.”

La actitud de la muchacha había cambiado sutilmente de la niña inocente a una mujer fuerte y calculadora. Heejin no prejuzgaría las posibilidades de éxito, así como los importantes daños si no manejaba esta situación de la manera correcta.

—“¿Por qué no nos reunimos en el medio? Tú me das lo suficiente como para que sepa que tienes lo que necesito, y yo voy a encontrar un lugar para ti en Sonatine. Una vez que eso esté arreglado, me das el resto y me aseguraré de que quedes fija en la empresa.”

Podría utilizar una mujer como esta en su nuevo equipo; alguien que no tenga miedo de obtener información y saber qué hacer con ella una vez que la tenga. En cierto modo, le recordaba a sí misma cuando apenas estaba empezando.

—“¿Tenemos un trato?” —Le tendió la mano a través de la mesa de formica.

Jiwoo vaciló y Heejin no estaba segura si estaría dispuesta a aceptar su propuesta. Sostuvo la mirada constante en los ojos marrones, decidida a mantenerse en la cima de la situación. Después de varios segundos, se la estrechó.

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