Prólogo

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Era una noche fresca y agradable, lo recuerdo bien, estaba por comenzar el verano y esa había sido nuestra última semana de clases. Y debido a eso uno de los chicos de último año hizo una fiesta en su casa, absolutamente toda la escuela estaba invitada, y era más que obvio que no me podía perder esa fiesta por nada.

La principal razón de eso era que estaba muy seguro de que iría Sana, la chica que me gustaba. Ella era hermana del mejor amigo del anfitrión, así que era casi 100% probable que estuviese allí. Ella ya iba a entrar a su último año de estudio y había decidido decirle todo esa misma noche, no quería ser tan patético de decirle todo ya cuando se graduara, lo más probable siendo que no nos volviéramos a ver nunca. Porque ella es un año mayor que yo, así que cuando ella se graduara yo aún me quedaría estudiando otro año más.

Recuerdo bien cuando salí de casa y tomé el autobús con dirección a la fiesta, un par de paradas después me encontré con Jisung, mi mejor amigo. Habíamos quedado en ir juntos a la fiesta, siempre nos resultaba más cómodo que ir solos, además lo necesitaba junto a mí esa noche. Yo le había contado mis planes de decirle mis sentimientos a Sana, y me dijo que contara con su apoyo, y que obviamente me iba a acompañar.

Aproximadamente quince minutos después nos encontrábamos entrando a la fiesta; la casa era enorme y había muchísima gente, el ritmo y alto volumen de la música hacían vibrar todo mi cuerpo, y las luces de colores moviéndose en todas direcciones llegaban a marear en ciertas ocasiones.

Jisung tomó mi mano y con algo de dificultad nos dirigimos al lugar donde estaban las bebidas y algunos aperitivos, aún éramos menores de edad así que tratábamos de evitar lo mayor posible las bebidas alcohólicas, aunque supiéramos a la perfección que muchos de nuestros compañeros lo hacían sin que les importara en lo más mínimo.

Gran parte de la noche transcurrió normalmente, comíamos y tomábamos algún refresco, bailábamos un rato en la pista de baile y al cansarnos nos sentábamos en algún lugar a charlar con amigos. Todo iba de maravilla y nos la estábamos pasando genial.

Luego de varias horas, casi a la media noche, divisé a Sana bailando con algunas de sus amigas, me quedé observándola por varios minutos hasta que salió de la pista de baile y se dirigió a las mesas de las bebidas, lo cual estaba cerca de donde yo estaba. Jisung al verla se me acercó y me animó a que fuera a hablar con ella, y a pesar de que sabía que ese era el momento indicado me tomó varios minutos el llenarme de valentía para ir a hablarle.

En fin, después de todo sí me acerqué a ella, me saludó alegremente y hablamos de cosas triviales por unos cuantos minutos, hasta que por fin le dije que quería decirle algo importante. Accedió a que fuésemos a un lugar más privado y nos dirigimos a la parte de atrás de la casa, donde habían muy pocas personas, las cuales probablemente también querían salir un rato del bullicio y desorden que había adentro.

Lo siguiente pasó todo muy rápido, recuerdo haberle dicho todo lo que sentía y su expresión sorprendida al escucharme, se quedó callada por varios minutos, los cuales parecían eternos. Estaba sudando, muy nervioso por saber su respuesta.

Después sólo recuerdo que me sonrió y revolvió mi cabello diciendo—: "Lo siento, Jinnie, pero no puedo corresponderte. Luego entenderás por qué."

Y luego de eso se fue, dejándome allí solo, triste, y con muchas dudas cruzando por mi mente.

"¿Qué quiso decir con eso?" Era lo que me preguntaba una y otra vez mientras regresaba al interior de la casa, aunque al pasar junto a la cocina todas esas preguntas fueron aclaradas.

Me quedé completamente inmóvil en la entrada de la cocina al ver a Sana besando a una chica de cabello castaño, extrañamente familiar. Al principio no podía ver su cara porque estaba de espaldas a mí pero cuando se giró un poco pude reconocerla perfectamente.

ɪ ᴋɪꜱꜱᴇᴅ ᴀ ʙᴏʏ [ʜʏᴜɴɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora