Capítulo 01

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—Mierda, Jisung, ¿enserio?

Sí, enserio... —respondió al otro lado de la línea—. Perdóname Jin-ah, te dije que iría contigo a la fiesta y ahora te estoy quedando mal —se disculpó con tristeza en su voz.

—Bueno, ya no te preocupes por eso, igual son dos semanas que nos quedan, y la semana que viene sí podríamos ir juntos a alguna otra fiesta —dije frotando mi cien con la yema de mis dedos.

¿Entonces sí vas a ir de todos modos? —preguntó curioso.

—Sí, no tengo de otra, ya confirmé que sí iría así que cuentan con que yo esté allá... Aunque enserio preferiría mil veces ir contigo. —bufé poniendo el celular en altavoz y dejándolo sobre la cama mientras me dirigía a mi armario para escoger el atuendo que usaría esa noche.

De verdad lo siento, yo también quisiera ir, pero enserio que mi mamá necesita de mi ayuda ahora que mis abuelos están aquí —volvió a disculparse y a juzgar por el tono de su voz podría jurar que tenía un puchero en estos momentos, lo cual me hizo sonreír.

—Ya te dije que no te preocupes, entiendo perfectamente que no puedes venir porque tienes algo muy importante que hacer, la familia siempre es primero. —Tomé varios conjuntos y los coloqué sobre la cama, luego agarré mi celular y le tomé una foto a cada uno—. Sung, ahí te pasé las opciones de mi conjunto para esta noche, dime cuál queda mejor.

Se quedó callado unos segundos, probablemente analizando minuciosamente cada conjunto. Cuando se trataba de ropa sencilla se conformaba con cualquier cosa que combinara y fuera cómoda, pero cuando se trataba de ropa para ir a alguna fiesta se convertía en el ser más exigente sobre la tierra, y a menos que todo se viera perfecto no dejaría que saliera con ese conjunto ni siquiera al frente de la casa. Y no, no estoy exagerando, en verdad sucedió una vez.

—Entonces... ¿Cuál te parece mejor? —pregunté un tanto impaciente.

El segundo, pero definitivamente tienes que cambiar esa camisa. —Rodé los ojos y reí, recibiendo un regaño de su parte—. ¡No te rías! Hazme caso, esa camisa no encaja para la temática de esa fiesta.

—¿Entonces cuál me recomiendas? —pregunté agarrando la camisa y guardándola de nuevo en el armario.

La nueva —dijo y enarqué una ceja confundido—. ¡No arquees ninguna ceja, muchachito olvidadizo! —me regañó como si me estuviera viendo en este instante—. La negra que compraste hace poco, cuando fuimos juntos al centro comercial. ¿Ya recuerdas?

—Ahhh... Esa camisa. Sí, sí, ya la recuerdo, perdón —me disculpé y reí al imaginar que si estuviese aquí ya me hubiese dado un zape por mi memoria de pez.

¿De qué te ríes? —preguntó al escucharme.

—Que si estuvieses aquí ya me hubieses golpeado por mi hermosa memoria de pez. —Al encontrar la dichosa camisa la coloqué sobre la cama, junto al resto del conjunto y sonreí al ver que sí tenía razón.

Claro que te hubiese golpeado, te salvas únicamente porque no estoy ahí —dijo con seriedad pero al final terminó riendo también.

—Oye, tenías razón, esta camisa se ve mejor que la anterior.

¿Ves? Yo siempre tengo razón.

—Sí, sí, como digas.

Póntelo, quiero ver cómo se te ve —dijo impaciente.

—Espérate, mira que aún no me he bañado —le respondí mientras buscaba un bóxer limpio y agarraba mi toalla.

¿Ya estás desnudo? —preguntó y casi pude sentir su sonrisita pervertida.

ɪ ᴋɪꜱꜱᴇᴅ ᴀ ʙᴏʏ [ʜʏᴜɴɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora