Capítulo 21

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Severus estaba en una esquina de su casa en la hilandera, (todo estaba oscura ya que no se había pagado el recibo de la electricidad, y como lo iban a hacer, si su padre se gastaba todo el dinero en alcohol), se sentía asustado, tenía sus rodillas pegadas a su pecho, trataba de pegarse más a la pared, para que su padre no lo notara, pero siempre lo hacía, se estaba acercando con el cinturón para golpearlo.
-No por favor, papá no, me portare bien-, susurraba él con las voz entrecortada por las lágrimas.
Su padre alzó la mano donde tenía el cinturón, cuando una voz empezó a susurrarle en el oído.
-Es sólo una pesadilla, despierta Sev, regresa, regresa amor-, le susurró la voz aterciopelada de Potter.
El Slytherin se despertó sobresaltado, sudado y con un dolor de cabeza insoportable, cuando abrió completamente los ojos, un brazo se colocó en su campo visual tendiéndole un frasco.
-Es para la resaca-, le dijo el Gryffindor.
Severus lo miró con desconfianza a él y al frasco que le estaba dando, lo agarró, lo agitó, lo olió, y cuando comprobó que en verdad era poción para la resaca y no veneno, (es mejor estar bien prevenido), se lo tomó de un solo golpe, y sintió alivio casi al instante, al cabo de unos minutos Potter le llevó el desayuno a la cama, él lo observó con una ceja levantada.
-¿Quién eres y que has hecho con el imbécil de Potter?
El mencionado abrió la boca ofendido.
Sin prestarle atención a su acompañante Severus empezó a atacar su comida con mucha ganas, en menos de 4 minutos ya se había comido todo.
-Vaya si tenías hambre.
El pelinegro se sonrojó pero no le dio mucha importancia.
-Aquí está tu ropa para que te bañes y te cambies, falta un poco más de una hora para tomar el tren.
Sin decir nada el chico tomó sus cosas y se fue al baño.
Al estar adentro del baño empezó a desvestirse, se metió en la regadera y abrió la llave, dejó que el agua recorriera por su cuerpo, los recuerdos empezaron a hacer su hermosa aparición en su mente, cuando le había gritado a Potter y este lo había abrazado, pero sobretodo recordó esa palabra en medio de su pesadilla "amor", nadie le había dicho esa palabra, pero sacudió esos pensamientos, seguro fue producto de su imaginación y Potter nunca le había dicho eso.
Estaba tan perdido en sus pensamientos que se sobresaltó al sentir que rodeaban su cintura.
-¿Qué crees que estás haciendo Potter?-, dijo con un tono hosco para ocultar el nerviosismo que sentía
-Bañándome y no me digas Potter, llámame James.
-Te puedes bañar cuando salga, y te voy a seguir llamando por tu apellido, hasta que se me de la gana.
-No, y eso ya lo veremos.
Ambos quedaron en silencio, sólo se escuchaba el ruido del agua caer.
-No quiero que vuelvas a ver a ese tipo de ayer.
-Tú no eres nadie para decirme que hacer.
Severus sintió como el chico se empezó a tensar, pero luego se relajó y empezó a dejar besos en su nuca, haciéndolo estremecer e inconscientemente pegara su nalgas en la erección de su acompañante restregándose en ella, y empezó a soltar jadeos de placer.
-Si no soy nadie, ¿Por qué tu cuerpo reacciona a mi tacto?, ¿Por qué cuando tu boquita dice una cosa, tu cuerpo demuestra otra?
-Jodete
-Creo que el jodido aquí va a ser otro-, le contestó el de lentes mientras mordía su hombro haciendo que soltara un gemido de placer.
-Hazlo ya o sino vete.
-¿Hacer qué?
-No te hagas el idiota.
-Yo no me hago el idiota.
-Cierto, ya lo eres.
-Pero tu cuerpo no se queja de que un idiota lo esté tocando.
-¿Naciste cabron o todos los días tomas clases?
Potter no le contestó, sino que lo siguió tocando.
-Hazlo Potter.
-¿Cómo se dice?
Severus no estaba para juegos estúpidos, aunque nunca lo admitiría estando en sus cabales, quería al Gryffindor dentro suyo y si para eso tenía que perder su poca dignidad, pues..., no había otra.
-Hazlo, por favor.
Después de esas palabras el otro chico se enterró de un solo golpe, Severus sintió sus piernas como gelatina, pero Potter lo tenía bien sujeto, cada embestida era como tocar el cielo con las manos y en el calor del momento terminó complaciendo el deseo del estúpido Gryffindor.
-James...
-Vamos dilo.
-James más
Y sus deseos fueron escuchados.
Sus embestidas fueron más salvajes, se escuchaba por todo el baño el golpe del choque piel con piel, ambos llegaron al éxtasis, cuando sus respiraciones se tranquilizaron sintió que su amante lo limpiaba con su varita, lo cubrió con una bata baño y lo alzó entre sus brazos, Severus suspiró y recostó, su cabeza en el pecho del otro, esa experiencia había sido gratificante, cuando llegaron a la cama, James lo acostó en la cama, invocó su ropa, se la dio y dejó un casto beso en los labios, le dejó su espacio para que se cambiara, él también hizo lo mismo.
-Severus creo que es mejor que te vayas primero.
-Está bien.
El Slytherin se vistió rápido y se dirigió a la puerta, pero una mano lo retuvo, le levantó la barbilla y lo besó.
-¿Dónde te quedarás?
-En la mansión Zwinglio, ¿Por?
-Para irte a buscar en noche buena, acuérdate que debemos ir a cenar con tu abuela.
-De acuerdo.
-Y también te escribiré.
-No es necesario Potter, si Gigi se da cuenta, cosa que siempre hace, empezará a preguntar y es capaz de meter veritaserum en mi bebida, ya es más que suficiente que sepa que vamos a cenar con mi abuela, así que por favor no saques a relucir tu estupidez.
-Está bien.
Y con un último beso de despedida el pelinegro se marchó a su sala común.
Al llegar a ella vio a sus amigos esperándolo.
-Bendito sea Salazar, ¿Dónde estabas Sev?, bueno eso no importa, ya nos vamos, coge tu baúl rápido-, le dijo Gigi con ansiedad.
El obedeció rápidamente buscó su baúl y se unió a los chicos, los 5 salieron del castillo y se subieron al tren, buscaron un compartimiento y se metieron en el, sus amigos parecían no querer hablar mucho y al poco tiempo del tren colocarse en marcha, de uno en uno se empezó a quedar dormido, y él recordando lo vivido con James cayó también en el mundo de los sueños.

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