Capítulo 10

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Llegó el fin de semana, y con el, las visitas a Hosgmeade, Severus no quería ir, pero el ver a su mejor amiga feliz con querer visitar el pueblo, no se pudo negar, además, Barty quería decirles algo a sus amigos y presentarles a su nuevo novio, o la pobre alma en desgracia, como decía Lucius para hacerlo molestar. Reg, Lucius, Giselle y él, fueron a las 3 escobas, ya que Barty estaba esperándolos con su novio, cuando entraron, la escena que los recibió era demasiado irónica, una serpiente con 5 leones, y la serpiente se veía muy a gusto con uno de ellos, creía que estaba delirando, se volteó a ver a sus amigos, todos tenían la boca abierta y una ceja levantada, se acercaron a la mesa donde estaban los merodeadores y su amigo.
—Bartemius Crouch, nos puedes explicar que significa esto—, habló Lucius con un tono que hizo estremecer a los leones, pero Barty ni se inmutó por eso.
—¿Tú que crees Luc?, estoy con mi novio y sus amigos.
—¿Barty, de todas las personas que te podían gustar, tenía que ser uno de ellos?—, preguntó Regulus.
—¡¡Basta!!, si a Barty le gusta él, nosotros debemos apoyarlo—, dijo Gigi, conjurando una silla y sentándose al lado de su amigo, volteó a ver a sus acompañantes con una ceja levantada en señal de advertencia, y que significaba "sino se sientan en este instante, me encargaré de hechizarlos hasta que me canse".
Todos obedientemente, conjuraron sillas y se sentaron, Severus no había dicho nada, ya que estaba muy ocupado esquivando la mirada del león con lentes, estaba tan distraído que no se dio cuenta que se había sentado al lado de la persona que estaba evitando, y lo peor no era eso, sino que al lado de James estaba su querida ex mejor amiga, trató de ignorarlos, el ambiente se había vuelto tenso, hasta que Gigi salvó la situación, haciéndole preguntas a la pareja, invitando a los demás a participar para que fuera más agradable, a pesar de la reticencia de Lucius y Regulus, ya que este último no tenía una buena relación con su hermano ni con los amigos de este, participaron en la charla, olvidando un poco las diferencias.
Snape se había desconectado de la charla, prefería no participar, cuando sintió una mano sobandole la pierna, sabía quién era, el idiota de James lo tocaba con una mano, mientras que en la otra tenía sujetada a su novia, tenía que ser bien descarado para hacerlo, pero cierto, era Potter, no podía pedir más si se trataba de él, soltó un pequeño suspiro y alejó la mano de él, eso como que no surgió efecto, ya que lo seguía tocando con más insistencia, y justo cuando lo iba a apartar de nuevo, tocó su miembro, tuvo que morder su labio para no gemir ahí mismo, volteó a ver al causante, pero este estaba muy cómodo abrazando a su novia, lo tocaba con delicadeza y cuidado como la mayoría de veces hacia, sintió su cuerpo arder de deseo, y para no pasar vergüenza gimiendo enfrente de los presentes, se levantó de su silla.
—Severus ¿Estás bien?, ¿A dónde vas?—, preguntó Lucius.
No, no lo estoy, mi mayor enemigo me está toqueteando teniendo a su novia al lado, pero lo peor no es eso Luc, es que me gusta que lo haga, ¿Qué a dónde voy?, voy a calmar mis hormonas para no terminar gimiendo y correrme enfrente de todos uds.
Estoy bien, voy al baño—, respondió con voz cortante.
Entró al baño y se sostuvo en el lavamanos, abrió el grifo y se refrescó un poco para calmar sus hormonas alborotadas, cuando sintió un cuerpo pegarse detrás suyo.
—Quítate Potter vete con tu novia—, le dijo Severus.
Uy si como si tú tuvieras ganas de que él se fuera—, le dijo una vocecita interna.
—¿Tú quién carajos eres?
—La voz de tus deseos más oscuros, cariño.
No me voy a ir a ningún lado.
—Lily está fuera ten un poquito respeto hacia ella.
James lo agarró de las muñecas y lo arrinconó a una pared.
—Nunca me digas que hacer, Snape, tú no eres nadie para decirme como tratar a mi novia, tú eres mi objeto y nada más—, le dijo susurrándole al oído con voz ronca.
No sabia el motivo, pero esas palabras le habían dolido, decidió ignorar ese dolorcito impertinente.
—Haz lo que tengas que hacer, y vete.
James obedeció, unió sus labios, la boca del Gryffindor sabía a cerveza de mantequilla y a menta.
—Ahora ya sabemos cuál es nuestro nuevo sabor favorito—, dijo la voz del deseo.
El beso empezó a subir de intensidad, impulsivamente el Slytherin subió las piernas y las enredó por la cintura de su acompañante, él acorraló más a la pared a la serpiente, ambas erecciones chocaban, el pelinegro soltó un suspiro de placer.
—Quiero más.
—Dilo sev, vamos dilo para mí.
—Quiero más, dame más—, contestó en un gemido.
James se frotó con más fuerza y rapidez, entre gemidos y jadeos de placer, ambos se corrieron. James lo bajó, se aplicó un hechizo de limpieza y sin más se fue.
Pero a Severus siempre le fastidiaba que se fuera, así sin más.
—¿Y qué demonios esperabas Severus?, ¿Que se quedará contigo?, acuérdate —, dijo la voz de la razón.
Pero por más que se dijera eso, el dolor no se quitaba cada vez que se iba, soltó un suspiró, ingenuo de él que pensó haber superado el enamoramiento que había tenido hacía James Potter, porque sí, Severus se había enamorado del magnífico heredero sangre pura de los Potter, el primer día que lo vio en el expresso de Hogwarts, pero el chico de lentes se había enamorado de su amiga Evans, y le había hecho la vida cuadritos a él, así que enterró todo tipo de sentimientos, pero ahora los malditos volvieron a aparecer, y él sentía miedo…, miedo que estos lo aplastaran sin piedad.
Se limpió con un movimiento de varita, se lavó el rostro y colocó esa máscara que no transmitía emociones, pero eso era solo eso, una máscara, que esperaba que no se cayera, o sino estaría acabado.

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