Capítulo 10

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Narra Zee:

Que idiota fui al pensar que Saint olvidaría ese beso, ahora entiendo porqué estaba tan molesto conmigo, solo quería que lo dijera. Pues listo, no sólo lo dije, ahora lo único que tengo en mente, es hacerle el amor una y otra vez.

Me siento como un degenerado, pero no me importa en realidad, por primera vez en mi vida quiero seguir lo que siento. Él quiere lo mismo, su cuerpo me lo dice a gritos, aunque solo me regresé a sus labios, para darle un beso más tranquilo y luego acostarme a su lado.

- ¿Qué me pasa Saint? ¿Qué hiciste conmigo?

- ¿Yo? ¿Usted qué me hizo a mí? - Me preguntó con su rostro enrojecido.

- Tengo miedo de cometer un error, no quiero presionarte a esto... Si no sientes lo mismo...

- Pero, siento lo mismo, incluso puedo asegurar, que lo deseo más que usted.

Entonces se viene sobre mí para volver a besarnos, paseaba mis manos por su hermosa espalda, deseando que esto sea real. Me senté con Saint sobre mi regazo sin romper nuestro beso y tuve que detenerlo, cuando trató de quitar mi camisa.

- ¡Espera... Espera...! - Lo abracé con fuerza.

- Creí que querías estar conmigo. - Dice recuperando el aliento.

- No me malinterpretes; no quiero lastimarte.

- Me gustas Zee Pruk. - Sonreí.

- Me alegra que me trates de tú... ¿Qué haremos Saint? ¡No quiero renunciar a esto! - Dije mientras toqué su rostro.

- No renunciemos, estoy seguro de que pronto tendremos una solución.

Le di unos besos tranquilos, pero muy profundos, luego le pedí que sacara lo que le faltaba porque ya nos estaban esperando. Nos acercamos a la puerta, sin embargo, no quería irme, deseaba disfrutar más de él, así que antes de salir le di un beso más.

- Tus labios empiezan a encantarme, Profesor. - Y me regala una sonrisa coqueta.

- Pues yo, me declaro adicto a los tuyos. - Volví a besarlo como un loco desesperado.

- Tenemos que irnos... - Logra decir cuando besé su cuello.

- No quiero, déjame probarte un poco más...

- Si por mí fuera, me dejaría comer completo por tu boquita. - Mordió su labio inferior.

- ¡No me digas eso! - Lo puse contra la pared y succioné sus labios. - ¡Vámonos!

Nos dimos varios besos más antes de salir de esa cabaña, ya que ninguno quería irse realmente, creo que nos faltó tiempo. Llegamos al autobús, arrancó y salimos de ese lugar; sentados en los mismos asientos que hace tres días.

Me aseguré de contarlos a todos, solo me sorprendió que cuando veníamos Mike venía con Luke y Joss con Mild. Pero ahora, Mike y Joss van, ¿demasiado juntos? Bueno, sin darle mayor importancia, esperé a que todos se quedaran dormidos y entrelacé mis dedos con los de Saint.

- ¡Profe, nos van a descubrir! - Me susurra.

- Sshh, todos van dormidos. - Le contesté.

- ¡Profesor Zee, ¿puedo recostarme en su hombro?! ¡Es que estoy muy cansado!

- Por supuesto, descansa.

Con su rostro enrojecido por la vergüenza, puso su cabeza sobre mi hombro izquierdo, aún así, no permití que soltara nuestras manos. Sabía que no tenía sueño, lo único que quería, era hacer este momento más romántico y la felicidad no cabía en mi pecho.

Narra Saint:

Tener sentimientos ocultos por mi profesor era hermoso, pero nada supera este momento, en que mis labios le pertenecen y me siento correspondido. Con nuestras manos hechas nudo, mi cabeza sobre su hombro y nuestros corazones golpeando con fuerza en nuestras costillas, llegamos a la escuela.

Mientras estaban estacionando el autobús, aproveché para recoger mis cosas que venía en el piso y darle un suave beso a mi profesor en su mano. Él sonrió, tocó mi rostro y con su mano me lanzó un beso, luego se levantó para despedirse de todos.

- ¡Chicos, fue un verdadero gusto haberlos cuidado! ¡Regresen a salvo a casa! Y nos vemos el lunes en clases.

Fui el primero en bajar, porque quiero explicaciones, Mike y Joss andan demasiado agradables entre ellos, sin contar que me sacaron de la cabaña. Cuando ellos bajaron crucé mis brazos, quería aparentar enojo, y al verme quisieron evadirme.

- ¡Ustedes dos, vengan aquí! - Se acercaron.

- ¿Qué pasa Saint? ¿Necesitas algo?

- Sí Joss, necesito que me digan, ¿qué pasa entre ustedes?

- Nada, ¿por qué crees que pasa algo?

- ¡Ay Mike! Pero Saint no es el único que piensa eso.

- Es cierto, Mild y yo pensamos lo mismo, ¡confiesen sin vergüenzas!

- Fuiste tú el que dijo que lo qué pasa en las Vegas, se queda en las Vegas. - Alegó Mike.

- ¡No estamos en las Vegas idiota! - Contestó Luke.

- ¡Ssshhh! - Mild puso su dedo en su boca.

- Hola chicos, voy en esa dirección, ¿alguien necesita que lo lleve? - Dijo el hombre maravilloso que se robó mi corazón.

- Pues mire profe, Luke y yo vamos hacia allá; Mike y Joss en la dirección contraria; el único que podría irse con usted, es Saint... - Casi que lo chilló.

- ¿Quieres que te lleve Saint?

- Sí profe, Saint se va con usted. - Ese fue Joss, mientras me empujaba.

- Es un chico tímido, pero es bueno que vaya acompañado por usted. - ¡Cállate Luke!

- ¿Y entonces? ¿Nos vamos? ¿O necesitas tiempo para despedirte?

- ¡No! Saint no necesita tiempo, hace un momento dijo que ya quería irse... - Hasta Mike se les unió.

- ¡Quiero contestar yo, gracias! Y está bien, podemos irnos ya.

- Pero, esta conversación queda en pausa, ustedes no se han salvado. - Les dijo Mild a los chicos.

Después de reírnos un poco, él pasó por mí, felizmente me subí a su auto y emprendimos camino para que me pasara dejando a mi casa. Lo noté muy nervioso, pero no me dijo nada, me sentí un poco incómodo, pensé que había hecho algo malo, hasta que habló, poco antes de llegar.

- Saint, ¿estás seguro de esto? ¡No quiero que te arrepientas!

- Yo tengo miedo de que usted se arrepienta de estar conmigo.

- Oye, no soy tan viejo y ¿por qué me tratas de usted en privado?

- ¡Ya llegamos a mi casa!... ¿Y tú... Estás seguro de esto? - Se queda pensando por un momento y luego:

- ¿Quieres ser mi novio? ¿Quieres ser mío Saint?...

My Secret RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora