My Secret Romance

Capítulo 22

Narra Zee:

Saint y yo al fin somos libres de demostrar nuestro amor, aunque aún me duele el cuerpo, desde aquella noche en casa de su mamá, no lo he tocado. Pero, no es momento de eso, hoy es el cumpleaños de él, ante la sociedad puede llevármelo y nadie podrá decirme nada.

- Feliz Cumpleaños amor.

- ¡Zee! Sabía que vendrías.

- Por supuesto que sí, hoy cumples tu mayoría de edad, no me lo perdería por nada. - Se acerca a mi oído y susurra:

- Más tarde puedes llevarme a un lugar oscuro y desolado, donde nadie me escuche gritar.

- ¡Saint!

Todos en la fiesta nos miraron sorprendidos, él se puso a reír y su mamá parecía que ya sabía lo que me estaba diciendo. Después de una pequeña disculpa, continuaron con la fiesta, haciendo pequeñas bromas, chistes y juegos con los que nos divertíamos.

Ver a Saint sonreír de esa manera es hermoso, ilumina más que una estrella brillante, no quería perderme ni un solo detalle. Incluso los invitados, es que él fue el centro de atención en todo el lugar, pero volví en sí, gracias a su mamá que fue a sentarse a mi lado.

- Anoche, Saint me dijo que quiere casarse con usted, pero que si yo digo que espere, está dispuesto a esperar.

- Yo le digo lo mismo.

- Pues no, cásense pronto, ya planeé todo, incluso vi los trajes para combinarlos, el salón, hice la lista de invitados, además ya vi lugares exóticos para su luna de miel.

- ¿Saint sabe sobre todo eso? - Me causó gracia.

- No, no se lo dije; es solo que pensé que usted ya no quería esperar.

- Ya no quiero, realmente extraño amanecer al lado de él, que me abrace cada noche al dormir y que me sonría al ver que soy la primera imagen ante sus ojos.

- ¡Ay no! Me siento como un helado bajo el sol, derritiéndose de ternura.

No puedo con la madre de Saint, o mejor dicho, con mi suegra, en verdad me divierto mucho escuchando sus ocurrencias. Aún estábamos riendo, cuando Saint se lanza sobre mi regazo, me quedé sorprendido por un momento, hasta que me robó un beso, ahí, delante de todos.

- Mi mamá dice que puedo pasar esta noche en tu casa.

- ¡No, no puedes!

- Ni siquiera titubeaste... ¿Por qué no me quieres en tu casa?

- No quiero ser entrometida, pero es verdad, yo le di permiso.

- Tú, no vuelvas a decir que no te quiero en mi casa. - Le dije muy serio a Saint. - Y, a usted, le agradezco muchísimo, pero, no puedo dormir con Saint, porque no lo dejaré salir de mi casa.

- ¿Y eso que se supone que significa? - Reclama Saint.

- Entiéndeme, si te llevo a mi casa, dormimos juntos y despierto en tus brazos, no te dejaré ir. Porque yo amo eso, amo sentirme tuyo.

- ¿Cuándo nos casaremos? - Me hace un puchero.

- La reservación del salón está para tres semanas. - Suelta la mamá.

Ambos vimos a su madre completamente sorprendidos, luego nos miramos entre nosotros, es decir, solo tres semanas. Pero ahora, todo lo que siento son nervios, me queda tan poco tiempo soltero y después de nuestra boda, ya nada podrá separarlo de mí, mucho menos lo dejaré salir de la cama.

Narra Saint:

Creo que ahora agradezco que mi mamá esté siempre en todo, si no fuera por eso, aún estaría en proceso de planeación mi boda. Pero, ya tenemos fecha, eso es maravilloso, lo que quiere decir que entre más días pasen, menos días de ser solo yo, pronto seremos nosotros.

Después de la fiesta, fui a casa con mi mamá, decepcionado por no haber dormido con Zee, pero la conversación por celular fue todo para mí. Las tres semanas parecieron volar, ni siquiera podía creer que el que estaba con un traje azul frente al espejo era yo.

- Te ves muy guapo.

- ¡Mamá! Estoy que me muero de los nervios.

- Te diré un secreto... Zee está igual.

- ¿Y tú cómo sabes eso?

- Porque fui a invadir su espacio, ya sabes cómo soy.

- Mamá, contigo no se puede, de verdad que no.

- ¡Ay ya! Mi hijo se casa hoy, ¿Estás feliz?

- Tengo muchos sentimientos encontrados, de los nervios siento que voy a vomitar.

- Me recuerdas a mí, cuando me casé con tu padre.

Sé que esos recuerdos son hermosos para mi mamá, pero al mismo tiempo duelen mucho, yo también lo extraño. Así que me incliné hacia ella, le di un beso en su frente y un fuerte abrazo, para que sepa que siempre estaré a su lado sin importar nada.

- Te amo mamá.

- Y yo a ti mi amor, te deseo toda la felicidad del mundo.

Estábamos tan emotivos con mi mamá, que no vimos llegar al Director Max y a Nat, me sorprendió mucho, pero solo llegaron a abrazarme. Nat dijo que después todos iban a estar sobre nosotros y no podría desearnos todo lo bueno que merecemos, el Director estaba muy ansioso.

Luego de tanto, la ceremonia empezó, mi mamá me llevó hasta mi amado que me esperaba muy feliz, casi lloro al verlo. Ese momento, en el que unes tu vida a la de tu ser amado, no tiene comparación, es tan hermoso que parece un sueño y fue tan rápido también, reíamos porque nuestras lenguas se trabaron mucho a causa de los nervios.

Mi mamá mandó a preparar un gran banquete para la recepción, todos disfrutaron de la comida y mis amigos bebieron varias copas. Apenas unos minutos de estar casados, pero ya me siento el más afortunado del mundo entero: luego, mi mamá dijo que el auto estaba listo para llevarnos a nuestra luna de miel.

Todo el tiempo mi mamá es sensacional, el auto de Zee tenía una dirección marcada en su GPS, llegamos a un hermoso hotel en la playa. La suite luna mielera ya estaba reservada, nos trataron como reyes, la habitación era preciosa, habían pétalos de rosa por todas partes.

En el centro de la cama, una hermosa decoración de un corazón gigante hecho también con pétalos de rosas rojas. A un lado, teníamos una charola con fresas y chocolate, lo que me hace recordar lo qué pasó en la cabaña, pero Zee me sacó de mis pensamientos, cuando me puso contra la pared y me besó como un demente.

- ¿Listo para no salir de la cama en tres días Saint?

- Para todo lo que quieras, esposo mío...