QUINCE

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-¡JIMIN-SSI, SÁCAME DE AQUÍ!

-¡YOONGI! Déjenlo por favor... ¡déjenlo!

Los policías seguían creyendo que los jóvenes eran unos delincuentes y asquerosos, todo por la sociedad vieja, en otras palabras, la abuela Min.

-¡Ni siquiera tienen pruebas de que hicimos algo! -gritó Jimin.

-Está la nieta de la señora Min y ella. Ustedes saben bien lo que hicieron jóvenes.

-No, no, no, no.

Jungkook... llega rápido, maldita sea.

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-Pero se supone que nos íbamos a quedar a dormir Kookie... -dijo adormilado el híbrido.

-Los chicos están en problemas, y muy probablemente nosotros igual, tenemos que ir y a solucionar ese mal entendido.

-Está bien. -hace un puchero.

-Esta vez no te puedo cambiar yo, gatito. Hazlo tú y rápido.

El híbrido asintió.

No sabía que estaba pasando, ambos estaban dormidos abrazados, pegados como pulgas en el pelaje.
Jeon había escuchado su celular sonar y fue hacia este para contestar, no escuchó la conversación, sólo a su novio decir "En un rato estaremos allá".

Dos minutos después salieron rápido del lugar y comenzaron a ir corriendo hacia la casa de campaña, pues ahí estaba la motocicleta de Jungkook.

-Gatiro, ten cuidado no quiero que te tropieces.

En ese momento Tae reaccionó.
Los pies y piernas de los humanos son demasiado torpes.
Dio un brinco alto y calló de patas, convertido en el gato negro con blanco.
Ambos iban a la par pero Jungkook se resbalaba de vez en cuando.

Al llegar a la moto, Jungkook quitó el platico que cubría mejor a la moto de la lluvia y lo secó como pudo, se pusieron los cascos y emprendieron un camino no tan seguro hacia la estación de policía.
Taehyung con miedo a que por la carretera húmeda, la moto resbalara y ambos se lastimaran.

-Kook, sé que es una emergencia, pero si no le bajas a la velocidad, serán dos emergencias y no podremos llegar a donde sea que vayamos. -habló con suavidad Tae, para que Jeon le pusiera atención.

Y si, le bajó a la velocidad y se puso menos tenso de los hombros. Su novio híbrido tenía razón. No hay que dejarse llevar por la frustración o su gatito estaría lastimado; no quería eso.

-¿Puedes acariciar mi abdomen? Al menos sólo para tranquilizarme un poco. -pregunta Jungkook, esquivando varios carros que estaban en la carretera.

Taehyung no dijo nada, colocó sus manos en el abdomen marcado de Jeon y comenzó a acariciar levemente y pegó más sus cuerpos y así ronronear.

Había escuchado el la televisión que el ronroneo de un gato era relajante para las personas, y le creía. Y funcionaba para Jungkook.

Pasaron unos pocos minutos y ambos estaban en un lugar grande con rejas negras y puertas de cristal.

-¿Dónde estamos, Kookie? Da miedo este lugar.

𝐆𝐚𝐭𝐢𝐭𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐞𝐫𝐭𝐢𝐧𝐞𝐧𝐭𝐞 | 𝐉𝐉𝐊 & 𝐊𝐓𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora