VIII

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Después de su charla con Dioniso y Tántalo Dante salió a preparar lo más rápido posible la misión. Fue corriendo a la playa y le gritó a los del barco que tuviesen listo el buque lo más rápido posible - ¿Por qué tanta prisa señor? - preguntó el capitán.

- Tenemos que salir cuanto antes para alcanzar a un par de idiotas - respondió - ¡Lo quiero listo en menos de una hora! -

Después fue corriendo a su cabaña para preparar todo lo que necesitaba para el viaje - ¿Los idiotas de Percy y Annabeth se han ido? - preguntó Clarisse en cuanto le vio.

Dante supuso que la noticia ya se había extendido por todo el campamento, pero él tenía que prepararse ya - Sí, no tengo tiempo para hablar - respondió él mientras buscaba sus cosas - ¡¿Dónde cojones están mis botas?! - gritó nervioso. Como respuesta alguien se las tiró a la cabeza - Gracias -

- ¿Por qué se han ido? - preguntó la chica mientras veía a Dante corriendo por toda la cabaña.

- Porque son dos críos estúpidos - respondió - Después del éxito de su otra misión se han emocionado y creen que pueden con cualquier cosa -

Dante acabó de recoger sus cosas, echándose a la espalda la mochila y colgando de esta sus dagas - No es propio de Annabeth... - dijo su hermana.

- Estoy de acuerdo - contestó - Pero a Annabeth a veces le sobra la confianza... y cumplir una misión como la que tuvieron puede que se le haya subido a la cabeza... - Dante salió de la cabaña seguido de Clarisse - O puede que sea por otra cosa... - dijo mientras contemplaba el pino de Thalia en lo alto de la colina. Cada día que pasaba el árbol empeoraba su aspecto, ahora no parecía más que un enorme árbol marchito - La verdad es que da igual porque lo hayan hecho. Ha sido una tontería y voy a traerlos de vuelta aunque no quieran -

- ¿Cuándo sales? - preguntó la chica.

- En el mejor de los casos, en una hora - respondió - Lo que me recuerda... Clarisse, no sé cuánto va a durar esta misión, pero lo que sí sé es que el campamento está en su peor momento y con mi partida se debilitará aun más. Es por eso que mientras yo no esté, tú serás la encargada de proteger el campamento. No me fío de Tántalo, no lo hagas tú... -

Clarisse le tendió la mano - Haré que no se note tu partida - dijo, estrechándole con fuerza la mano.

- Estoy seguro - respondió Dante con una sonrisa. Después de despedirse de su hermana Dante fue corriendo a la cabaña de Apolo buscando a Helena - ¿Dónde está? - preguntó a uno de los hijos de Apolo.

- En la fuente de atrás, está... - respondió, pero antes de que pudiese acabar Dante salió corriendo buscando a la chica.

Helena estaba en una pequeña fuente que había detrás de la cabaña de Apolo. Dante fue a acercarse pero se calló al oír a la chica hablando con alguien - Estaré bien mamá, de verdad - dijo la chica. Instintivamente Dante se escondió detrás de una de las esquinas de la cabaña - Voy a ir con Dante -

- ¿El chico guapo que casi se muere en el pasillo de mi casa? - preguntó la mujer con tono irónico.

- Sí... - suspiró Helena - Por cierto, ¿cómo están las cosas por allí? -

Dante se sentó, apoyándose en la cabaña. Una parte de él se sentía mal por estar escuchando a la chica a escondidas pero la verdad es que sentía curiosidad y ni siquiera sabía por qué - Tranquilas, nada que destacar. Todos estamos bien - dijo la mujer - Scott ha estado preguntado mucho por ti. Se que no tienes teléfono allí y no creo que vayas a mandarle un mensaje de Iris, así que podrías mandarle una carta -

Helena pareció pensar un poco la respuesta - Sí, lo haré antes de irnos... - Dante no pudo evitar sentirse raro al escuchar eso. No estaba celoso del chico, no tenía motivo para estarlo, él sí conocía a Helena, Scott no tenía ni idea de todo esto. Y aún así no podía evitar sentirse raro - Bueno, me tengo que ir. Saluda a los demás por allí, nos vemos -

ARES #2 // DIOSES DEL OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora