XII

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Helena salió de la habitación de C.C. siguiendo a Hylla. La joven la guió por los impolutos pasillos del balneario. Allá donde miraba veía a jóvenes chicas con toallas saliendo de sus sesiones de belleza – Aquí tenemos de todo – le explicó la chica – Desde masajes recuperadores hasta diez tipos de saunas diferentes. Podemos empezar por darte un atuendo más... adecuado –

- Este lugar es increíble... - murmuró Helena con los ojos como platos. Después de todo lo que había pasado con Escila y Caribdis estaba agotada, mantener a Dante con vida había requerido de toda su energía y ahora mismo solo podía pensar en un buen masaje o un baño caliente.

Ambas llegaron hasta una enorme piscina climatizada donde se encontraron con Annabeth, la chica estaba recostada sobre una toalla mientras tomaba el sol y en cuanto vio a su amiga se levantó de golpe, tirándose encima suya - ¡Helena! ¡Gracias a los dioses que estás bien! –

Esta abrazó con fuerza a la niña mientras daban vueltas en círculos. A pesar de que solo habían pasado un par de horas desde la explosión del CSS Birmingham el no saber si habían sobrevividos la tenía en tensión. Y, ahora que podía abrazar a la chica todo ese nerviosismo había desaparecido – Dioses Annabeth, como te he echado de menos – en cuanto se separaron Helena la cogió de los hombros y empezó a zarandearla - ¿Qué os ha pasado? ¿Estáis bien? ¿Dónde está Percy? ¿Cómo está el? ¿Estás bien? –

La rubia no supo cómo responder al bombardeo de preguntas de su amiga – Helena, tranquila estoy bien – respondió con una sonrisa – Y Percy también... Pero Tyson... -

- ¿Qué le ha pasado? – el tono sombrío de la niña volvió a ponerla en tensión esperando la peor respuesta posible – Annabeth... ¿Dónde está Tyson? –

- No lo sabemos... Quizá haya sobrevivido. Al fin y al cabo el fuego no puede matarlo.

Helena volvió a abrazar a la chica con toda la dulzura que pudo. Para Helena Annabeth era como una hermana pequeña que junto a Dante debía proteger pero el verla tan desolada le rompió el corazón – Tienes razón, seguro que estás sano y salvo... Lo encontraremos – Annabeth se aferró más a la chica hundiendo su rostro en su pecho - ¿Cómo está Percy...? –

- Mal... - musitó la rubia – Se hace el duro pero es obvio que está fatal... Al fin y al cabo es su hermano, y nadie quiere perder un hermano –

Helena miró a su alrededor buscando al chico – Por cierto... ¿Dónde está? –

- ¿Percy? Se quedó con esa tal C.C.

- Acabamos de verla y no hemos visto a Percy...– respondió Helena recordando su última conversación con la misteriosa dueña del balneario. Helena miró a su alrededor, comprendiendo que algo no iba bien. Se suponía que Percy y Dante habían ido a una sesión especial pero ahora que lo pensaba no había ni rastro de ningún hombre en todo el balneario – Hylla... ¿Sabes dónde está Percy? –

La chica pareció dudar unos segundos como si estuviese meditando la respuesta – La señora C.C. está encargándose de los chicos, no os preocupéis –

Pero sin embargo, Helena no estaba dispuesta de dejar de preocuparse – No... No tenemos tiempo para esto – negó ella mientras miraba a Annabeth – Annie cariño, tenemos que continuar con la misión, ¿recuerdas? –

- Chicas, chicas. Tranquilas, no tengáis prisa – dijo Hylla, pero Helena y Annabeth ya no la escuchaban. Las chicas caminaron por el balneario de vuelta a la habitación de esa tal C.C.

- ¿Señora C.C.? – preguntó la rubia después de entrar. La mujer estaba frente a la jaula de las cobayas con una de estas en las manos. En cuanto las chicas entraron a la habitación dejó rápidamente al animal, el cual no paraba de chillar como si le fuera la vida en ello - ¿Dónde está Percy? –

ARES #2 // DIOSES DEL OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora