Xiaoqi frunció el ceño. "Tío, por favor, abre paso".
"Pequeño, este lugar es muy peligroso. Hay mucha gente mala aquí. El tío es una buena persona. El tío te sacará de aquí". El hombre tatuado entrecerró los ojos y le sonrió.
Después de beber, Xiaoqi estaba aturdido. Le resultaba difícil incluso mantenerse en pie, pero sabía que la persona que tenía delante era definitivamente una mala persona. Señaló hacia delante y gritó emocionado: "¡Padre, estás aquí!".
Luego, rodeó al hombre y trató de correr.
El hombre tatuado se sorprendió. Cuando se dio la vuelta, vio que no había nadie. Su rostro se enrojeció de ira mientras se daba la vuelta y le agarraba del brazo. Lo arrastró hasta su lado y lo miró con ferocidad. "Mocoso, me has mentido".
Después de decir eso, el hombre tatuado lanzó una mirada a su compañero.
Su compañero comprendió y se dirigió a la puerta para echar un vistazo. Tras colocar el cartel de "fuera de servicio" en la puerta, la cerró. Sus ojos del tamaño de un frijol miraron al niño de forma siniestra. "Hermano mayor, ¿por qué hablas con un niño?".
Luego, arrancó un trozo de caramelo y lo metió en la boca de Xiaoqi.
Xiaoqi estaba ansioso. Abrió la boca y mordió con fuerza la mano del hombre, sus grandes ojos le miraban con rabia. "¡Suéltame! Mi tío está fuera. No te dejará ir".
"¡Joder, duele tanto... que te voy a matar a bofetadas, mocoso!" Su compañero aspiró una bocanada de aire frío por el dolor y levantó el brazo con rabia para golpearle.
Xiaoqi se volvió de repente implacable. Como un torito, golpeó su cabeza contra el cuerpo del hombre tatuado con la fuerza que obtuvo de una fuente desconocida y aprovechó esta oportunidad para escapar.
El hombre tatuado dejó escapar un grito espeluznante antes de apartar con fuerza la mano para taparse la boca. Sus ojos estaban enrojecidos mientras bramaba con rabia: "¡Atrápalo, hijo de puta! Voy a matarlo".
Xiaoqi corrió hacia delante, con su pequeño cuerpo temblando de miedo. No miraba en la dirección en la que corría, por lo que chocó con alguien. Cuando levantó la vista, vio a un hombre que llevaba una exquisita máscara. Gritó: "¡Padre!".
El hombre tatuado miró a su compañero. Demonios, ¿cuándo había aparecido otra persona en el baño?
La cara de su compañero se puso verde del susto. ¿Quién iba a pensar que habría alguien en el baño reservado para los discapacitados? No había visto a nadie.
Sin embargo, el dúo se calmó al cabo de un rato. Sólo era un discapacitado. ¿Podría ganarles a los dos?
"Está bien". Jun Shiyan consoló al niño, con el corazón dolorido. El cuerpo del niño temblaba mucho y lloraba miserablemente. Estaba muerto de miedo. Miró a los dos hombres que tenía enfrente, con ojos fríos y asesinos.
"Maldito lisiado, te lo advierto. No te metas en los asuntos de los demás". El hombre tatuado le señaló con arrogancia. "De lo contrario, te golpearé a ti también. Devuélveme a mi hijo".
Los ojos de Jun Shiyan eran peligrosos y sanguinarios. Sus finos labios se movieron ligeramente mientras preguntaba: "¿Es tu hijo?".
"Sí, es mi hijo. Maldito mocoso, date prisa y vuelve aquí. Estás llamando a todo el mundo tu padre. Sólo te he regañado un poco, ¿y te vuelves contra mí?". El hombre tatuado no quería hacer un gran problema de esto. Sólo quería que el niño se fuera con él.
Además de vender niños, también vendían adultos. Sin embargo, el discapacitado que tenían delante probablemente tenía los órganos dañados. Nadie lo querría aunque estuviera a la venta. No sabía si su carne era comestible, así que no podía molestarse en llevárselo. Sería bastante problemático ocuparse del cadáver.
"Xu Xi", dijo Jun Shiyan con voz suave.
"¡No te atrevas a rechazar un brindis sólo para que te obliguen a beber una multa!" Los ojos del hombre tatuado estaban rojos de ira mientras se lanzaba hacia adelante, preparándose para matarlo.
Sin embargo, antes de que pudiera acercarse, la puerta del baño se abrió de una patada. Entonces, salió volando.
