La ira de Ling Sheng vino y se fue rápidamente. Ahora que conocía más o menos el motivo de su comportamiento, había decidido perdonar a su padre. No solo les había causado problemas a ella y a Xiaoqi, sino que también había ido a la casa del Quinto Tío para causar problemas.
"Mamá." Cuando Xiaoqi levantó la vista de su libro, vio a su madre leyendo en el tatami . Se había quedado dormida en la mesa con un bolígrafo en la boca.
Se acercó de puntillas con una fina manta y la cubrió con ella. Luego, regresó a su asiento en silencio y continuó leyendo en serio.
Cuando Su Xiyin entró con algo de fruta cortada, presenció una escena tranquila y cálida.
Ling Sheng se había quedado dormido en la mesa, mientras Xiaoqi hojeaba un libro con las piernas cruzadas frente a ella. Se veía muy serio.
La cálida luz de la tarde de color amarillo anaranjado brillaba a través de las ventanas francesas sobre la madre y el hijo. La vista fue reconfortante.
Cuando Xiaoqi sintió que alguien entraba, sonrió y la hizo callar. Le dijo a su bisabuela que se callara y no despertara a mamá.
Su Xiyin se acercó con una sonrisa y colocó la bandeja de frutas en el tatami para alimentar a Xiaoqi. Con voz suave, preguntó: "¿Cuánto tiempo ha estado durmiendo?"
Xiaoqi negó con la cabeza. El no sabía.
Los ojos de Su Xiyin eran gentiles y amorosos, y no pudo evitar extender la mano para acariciar suavemente su suave cabeza. Ci Er era como Sheng Sheng, que era muy parcial y al que más le disgustaban las matemáticas.
Huo Ci se quedó en la entrada de la casa durante mucho tiempo, pero no escuchó ninguna conmoción proveniente de su casa. Cuando abrió la puerta y entró, la casa ya había vuelto a la normalidad. No hubo señales de caos.
Era sábado, pero no había nadie en casa. El aire estaba frío y el vacío y la decepción se extendieron por su pecho, haciéndolo sentir inexplicablemente molesto.
¿Estaba enojada?
¿El mocoso se había llevado a Xiaoqi?
¿No los había regañado un poco? Habían estado comiendo, bebiendo, viviendo allí y gastando su dinero. ¿Y si los hubiera maldecido un poco?
Se quitó los zapatos y buscó durante mucho tiempo, pero no pudo encontrar sus pantuflas. Por alguna razón, le dolía el corazón. No sabía qué le pasaba, pero gritó airadamente: "¡Mocoso! ¿Estás usando mis pantuflas otra vez?
Entonces, su mirada recorrió involuntariamente la sala de estar. Estaba anticipando que de repente ella podría salir corriendo de algún lugar y sonreírle obsequiosamente.
Al escuchar el sonido, Su Xiyin salió corriendo apresuradamente y lo señaló. En voz baja, dijo: "¿Por qué estás gritando? Las zapatillas se han lavado y dejado afuera para que se sequen al sol. ¿No puedes conseguir un par nuevo del armario que tienes detrás?
Ling Sheng fue despertado inmediatamente por sus gritos. Miró a su alrededor confundida. ¿Dónde estoy? ¿Qué he hecho? ¿Por qué me gritas?
"Mamá." Xiaoqi se rió entre dientes cuando la vio. Dejó su libro y salió corriendo. Cuando vio a Huo Ci, retrocedió asustado.
Cuando Huo Ci vio a Xiaoqi, su corazón de repente se calmó. Luego, frunció el ceño. "¿Qué estás mirando? Tráeme mis pantuflas ".
Al recibir esta orden, Xiaoqi corrió al balcón a buscar sus pantuflas. Corrió obedientemente, sin atreverse a mirarlo por miedo. "Abuelo, póntelos. Están secos ".
Huo Ci se puso las zapatillas. Cuando se puso de pie, vio que el pequeño inconscientemente daba un paso atrás. Su habitual sonrisa halagadora desapareció cuando extendió la mano para frotarse la cabeza. "Mocoso."
Xiaoqi de repente miró hacia arriba, sus grandes ojos brillaban. "¡Bienvenido a casa, abuelo!"
Huo Ci no sabía qué pasaba con el calor en su pecho. ¿Quizás estaba acostumbrado a este tipo de conmoción? Maldita sea, estar acostumbrado a algo era de hecho una jodida cosa.
