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Glean Òir- Amaran Gealach- Paseo de luna.

La montaña que se elevaba frente a Sasuke era magestuosa.
Rodeada de escalinatas de piedra, que llevaban hacia la cima, donde se divisaba un templo.

-Es el templo de Luna, hay unas piscinas, que conectan con las Fairy pools- dijo Sakura sonriendo tímidamente.

En el tiempo que llevaban ahí, Sasuke había notado que ella era asombrosa, sus dones eran algo increíble, su conexión con la naturaleza lo hacía sentir curioso y cómodo, nunca le había gustado, debido a sus alergias, pero ahora podía sentarse con ella en la hierba fresca sin miedo, ella le había abierto las puertas de un nuevo mundo.
Respiró hondo y la brisa de la noche lo envolvió.

- Es una caminata larga hasta la cima- dijo serio. Ella asintió.

-Vale la pena lo que hay arriba- dijo con la voz extrañamente seductora.

Pasó a su lado, subió los primeros escalones, luego giró y lo miró, sus ojos verdes resplandecieron y él trago en seco ante tal belleza que tenía enfrente.

-¿Vamos?- dijo mientras le tendía la mano.

La caminata por la montaña, era un paseo de amantes, a lo largo del camino había descansos donde podían ver parejas abrazadas, otras besándose, compartiendo un momento íntimo y romántico.
Estaban celebrando el cambió de Luna, se decía que era la época ideal para concebir y para sellar uniones.

Sakura aprovechó el paseo hasta la cima, para contarle sobre su vida, a Sasuke le gustaba imaginar a la pequeña hadita metiéndose en problemas.

Cuando le preguntaba sobre él, se hallaba a si mismo, respondiendo cómodamente, dandole detalles de su vida que nadie más que él conocía.

Entre risas y miradas intensas que les robaban el aliento, llegaron al templo.

Un jardín de tulipanes azules se extendía frente a ellos, las columnas resplandecientes por el brillo de la luna, mostraban intrincados dibujos.

Dentro unas piscinas con agua bañada de Luna los esperaban.

Había camastros por todos lados, las parejas se podían ver en unos y otros, concentrados solo en ellos,
Sasuke se sonrojo y pasó evitando mirar. Sakura en cambió se veía entusiasmada.

Las fuentes con fruta flotaban de un lado a otro.
Cuando la pelirosa llegó al borde del agua, soltó la mano de Sasuke.

Alcanzó el broche que sujetaba la tela en su cintura y lo quitó.
Cuando la ropa cayó a sus pies, las enredaderas que los adornaban se retiraron, serpenteando, las flores que las decoraban se cerraron cual capullos.

Estaba desnuda frente a él, con una amplia sonrisa y era incluso más hermosa que la misma Luna que brillaba en el cielo.
La luz bañaba su cuerpo, las sombras no podían ocultar sus curvas.

Aunque Sasuke trataba, no podía enfocarse sólo en su rostro, sus ojos vagaban sin control por cada porción de piel de la pelirosa.

-No te quedes viendo, vamos al agua- murmuró avergonzada.

Desde que estaba en Valle Dorado, usaba túnicas y calzas, al principio se sintió ridículo, pero luego fue mas cómodo, desató la cuerda tejida que llevaba en la cintura y dejo caer las calzas al suelo, las caderas de Sakura se movían con cadencia mientras bajaba escalones de piedra sumergidos, su trasero firme se burlaba de él mientras pensaba como rayos ocultaría la erección que tenía en esos momentos.

Se quitó la camisola, sin pensar que a unos cuantos metros había mas personas, retosando, amándose...

Observó sobre el hombro de Sakura la profundidad de la piscina, vió al otro extremo una plataforma desde la que saltaban. Antes de que ella terminara de entrar al agua, saltó y se zambulló, deseaba que el agua fría bajara un poco su excitación.

Para desgracia de Sasuke, el agua parecía termal.

Caliente en el fondo, tibia en la superficie.

Gimió cuando salió a respirar y se encontró de frente con Sakura.

Los ojos del hada parecían brillar con fuerza esa noche.

-¡Es noche de Luna! - gritó una mujer, sus alas eran magníficas, su cabello negro corto, su figura sensual.

-Tranquila Shizune- Dijo Sakura entre risas.

-Deberías estar follando, la influencia de la Luna ésta noche es muy fuerte- dijo como si nada.

Sasuke tosió y se ruborizo.
Sakura lo miró con lascivia.
-Es una hermosa Luna la que brilla sobre nosotros- luego se sumergió y volvió a salir detrás de él.
Lo rodeo con sus brazos, mientras que lo sentía estremecerse. - No tengas miedo Sasuke - susurró en su oído.

El giró sorprendiéndola. La tomó de la cintura, levantandola hasta que envolvió sus piernas alrededor de su cadera.

-Deberías ser tú quién teme- respondió con la voz ronca y cubierta de deseo.

Cuando su miembro se froto contra la entrepierna de ella, ambos gimieron.

Por encima del hombro de Sasuke, Sakura vió a su tía y a Shizune dándose sugestivas caricias, ambas sonreían y se comían con los ojos.

Sintió los besos que él repartía por su cuello y tembló.

Él caminó con ella en brazos hasta el borde de aquella piscina, se sentía desinhibido, no le importaban las hadas a su alrededor, no escuchaba nada mas que los gemidos de Sakura, que era como si le cantara una dulce melodía en su oído, la dejó apoyada contra un escalón y acomodó su dureza en la palpitante entrada, fue lento, disfrutando del calor envolvente que había en el interior de ella, sus lenguas batallaban y sus jadeos y gemidos eran música.

Se movió más rápido, ella lo exprimía desde la profundidad de su cuerpo, el agua se agitaba a su lado mientras entraba y salía con fuerza, nunca había disfrutado tanto, era algo que sin dudas quería repetir una y otra vez sin cansancio.

Mantuvo sus ojos en los de ella durante la mayor parte de su encuentro, cuando la sintió presionar y su cuerpo empezó a brillar entre sus brazos, supo que era la criatura mas maravillosa que existía, se corrió en ella con tanta fuerza que cayó rendido sobre su cuerpo tembloroso e iluminado.

Sìtiche ( SasuSaku +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora