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Pueblo de Uig- Actualidad

Una vez que el extraño sujeto le pagó por sus productos, vió como regresaba a la posada y subía la escalera hacia las habitaciones.

Se acercó al mostrador donde Hinata revisaba documentación y recibos, y con cautela, cuestionó quién era, sabía que la pelinegra le diría todo sin mucho esfuerzo, puesto que Hinata era confiada y le tenía muchísimo apreció, sin que supiera, era de los pocos seres humanos que Sakura adoraba.

-Oye Hina, ese huésped nuevo, ¿Es turista? - la pelinegra soltó un suspiró. Miró alrededor como si quisiera mantener la siguiente conversación en privado.

- Son inversores- murmuró- él, y su hermano, apuestos como el infierno, parecen modelos de revista, pero por lo que escuche, son empresarios y quieren poner un hotel, o un spa- se froto la barbilla y frunció el ceño, tratando de recordar algo- ¡Rayos! No recuerdo bien que era. - se inclinó buscando complicidad y Sakura se acercó hasta que la plática se volvió un susurro. - El caso es que planean explotar los mitos y leyendas de Skye, sobre todo las Fairy Pools y Fairy Glen. Por eso esta acá, van a montar un circo, si sabes a lo que me refiero. - arrugo la frente y nariz mientras negaba disconforme- llenarán el pueblo de turistas permanentes. Naruto dice que será bueno para los pequeños comercios que viven de los turistas. ¿No sientes calor? Creo que encenderé el aire, estoy sudando.

Sakura carraspeo y trato de controlar sus emociones estaba lo suficientemente furiosa como para hacer arder la posada.-Pero será un caos, ¿cómo diablos voy a tenerlos lejos de casa?- Hina la miró confundida.

-Tranquila Sakura, tu granja esta a medio camino entre Uig y Fairy Glen, no creo que te molesten mas de lo que ya lo hacen con las visitas guiadas, escuche al otro sujeto decir algo sobre abrir caminos que permitan el movimiento con vehículos.

-¡NO! ¡El Parlamento no puede autorizar algo así! - se alarmó.- la magia de ese lugar es que no pueden llegar fácilmente, los pequeños caminos son la parte divertida de los recorridos. ¡Por Mab! ¡Dime qué es una broma Hina! - suplicó tomado de las manos a la pelinegra y apretando fuerte.

-Lo lamento Sakura, me temo que cuando empiecen las obras, el pueblo dejará de ser pacífico para volverse belicoso. Ya puedo ver a los trabajadores, los camiones el ruido.- suspiro cansada.

-¡No voy a permitirlo!- afirmó. Durante siglos conservo la paz de aquel lugar y ni siquiera los fuertes Highlanders habían podido con ella, soporto la hambruna, las guerras, la desolación que dejan, la ruina del pais, soportó firme junto a la humanidad, con el fin de proteger su reino, de alejar a los curiosos lo suficiente.

Si algo había aprendido de los seres humanos era la tenecidad y la determinación, recurriría a sus dones mas fuertes si era necesario para convencer a esos extraños de marcharse.

Pero antes debía regresar a la granja Haruno, tenía que investigar a los inversores, ¿quiénes erán? ¿qué querían? ¿cómo desahacerce de ellos?

Salió de la posada con su ánimo por el suelo, siempre era refrescante visitar el pueblo. Pero esa desafortunada noticia había opacado su natural espíritu alegre.

Ansiedad, estrés, una preocupación indescriptible. Nunca antes había experimentado algo asi.

Entró al cobertizo y dejo la bicicleta y su carro.
Acomodó los frascos que le sobraron en un estante.
Salió cerrando la puerta y subió los escalones hasta el porche.
Una corneja cenicienta se posó sobre la cerca.
Sakura se volvió y miro fijo al ave.

-Inis dó go rachaidh mé go luath (díle que iré pronto) - dijo al ave que gorjeo y luego remontó vuelo.

Cansada y lo suficientemente alterada como para que el calor que hacía en su casa le obligara a sudar. Decidió prepararse un te de kava, pasiflora, lavanda, manzanilla, y toronjil. Un cóctel relajante.

Luego saco una vasija de barro y vertió una taza de agua dentro.
-leig dhomh na h-ionnsaigh fhaicinn (permíteme ver a los invasores) - dijo en el ideoma antigüo de las islas.

El agua se agito en su recipiente hasta que se volvió un cristal donde la imágen borrosa de un hombre con traje gris y el sujeto que le había comprado sus cosas fuera de la posada, apareció. Parecía que discutían, él que se había presentado como Itachi, corría al otro por la habitación de la posada con su crema antiarrugas. El tipo de traje, con actitud de espanto movia sus manos y alejaba a Itachi con lo que parecían amenazas.

Deseo poder saber que decian y poder ver la cara del otro sujeto. Por alguna exraña razón un aura distorsionaba su rostro.

Toco con un dedo el borde del agua cristalizada, está se agitó hasta hervir y evaporarse.

-"Necesito espias"- pensó. Salió al jardin y silbó, un sonido tan bajo que sólo algunos animales podían sentirlo.

Dos abejas se posaron en su mano.

-A la posada- volvió a susurrar- busquen a los extranjeros, quiero saber que planean, nombres datos, todo. - los insectos batieron sus alas y salieron volando.

Sakura regreso a su casa y terminó su té, pero ni eso lograba tranquilizarla.

Salió y decidió caminar hacia Fairy Glen, trepó la colina y el vasto paisaje de montículos, ovejas y fresca hierba se presentó ante sus ojos.

Un destello de luz verde y rosa, lo que los humanos conocen como Aurora boreal, cruzó frente a ella, la atravesó y extendío sus alas.
Respiró hondo la pureza de Glean Òir. Diviso los destellos de luz que se refractaban de Radanta.

-Estoy en casa- dijo mientras sobrevolaba las casitas y agitaba las manos saludando a las demás hadas que vitoreaban desde el suelo su regreso.

Tenía que recuperar su fuerza, para enfrentar a Itachi y su misterioso hermano, además informar sobre lo que estaba pasando a su tía.

Sìtiche ( SasuSaku +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora