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Aeropuerto de Tokyo- actualidad.

-¿Dónde se habrá metido ese idiota?- murmuraba Sasuke mirando a su alrededor.

-Señor, los pasajes por favor...- pedía la agente de viajes por tercera vez. Las personas de la fila comenzaban a quejarse.

-¡SASUKE!- gritaron desde el fondo. Itachi se acercaba casi corriendo, vestía un pantalón a rayas y una camisa de satín desabotonada hasta el abdomen. Para rematar su atuendo, unas pantuflas estilo indio, bordadas en dorado y verde. Sasuke se pasó la mano por el rostro con frustración -Se me presentó una urgencia de último minuto- justificó y sacó de un bolso tejido su pasaporte -Aquí tienes lindura- dijo y le guiñó un ojo a la muchacha.

Tener a un lado a su hermano las dieciocho horas que duraba el vuelo directo de Tokio a Escocia sería un verdadero infierno.
Ya en sus asientos de primera clase, el menor se puso a leer una guía turística de Skye para conocer mejor la zona y lo que tenía para ofrecer, los principales destinos y Hoteles que le hacían competencia. Itachi dormitó la mayor parte del viaje pero cuando despertó, Sasuke deseó tener tranquilizantes para perro y hacerle tragar el frasco entero.

-¿Cómo soportas tanto tiempo con esa correa?- le preguntó y comenzó a aflojarle la corbata. Él le dió un manotazo alejándolo de su ropa -¿Ya repartieron la comida? Si lo hicieron y no me despertaste...

-Todavía no.- respondió Sasuke sin levantar la vista de su libro.

Itachi tamborileaba los dedos en el apoyabrazo, desplegaba y plegaba la mesita plástica. Miraba debajo de su asiento y alrededor. Al fin, sacó los audífonos del avión para escuchar una película en la pequeña pantalla.

-Esto no sirve- resopló -¿Qué tipo de primera clase es ésta?- sin previo aviso se arrodilló en al asiento y comenzó a charlar con la persona de atrás -Hola, mucho gusto, soy Itachi Uchiha ¿Creés que podrías prestarme tus audífonos? Los míos no funcionan.

Sasuke, frustrado, se dispuso a bajarlo del asiento, pero cuando giró notó que los pantalones de tela que traía Itachi, se metían entre sus nalgas. "¡Éste desgraciado no trae ropa interior!" pensó. Tiró de su brazo y lo sentó.

-¡¿Puedes calmarte?!- pidió en un susurro. Itachi sonrió y apoyó la cabeza en su hombro.

-¿Qué lees?

-Es suficiente, no lo soporto- gruño antes de levantarse y caminar hasta el sanitario. Se encerró por lo que él considero el tiempo necesario para tranquilizarse.

Por su cabeza pasaban escenas donde era un pequeño, corriendo tras su hermano, jugando y divirtiendose. ¿Cuándo dejó de soportarlo?

Unos golpes en la puerta lo trajeron de regreso, se había perdido en sus recuerdos, por demasiado tiempo.

-Lo siento, ya salgo- dijo serio.

-¿Te estas tocando ahí dentro hermanito? La masturbación es muy sana, pero no creo que el baño del avión sea ideal. - la irá que tanto trabajo y tiempo le había llevado calmar, regreso con la furia de un tornado.
Abrió de un golpe la puerta y cogió a su hermano del cuello bordado de su ridícula camisa.

-Escúchame bien imbecil- hablo entre dientes- Esto es importante para mi, ¡no lo arruines!.

Dándole un empujón, se volvió al asiento y tomó sus auriculares para ignorar a Itachi, lo que quedara de vuelo.

Al fin aterrizaron en el aeropuerto internacional de Edimburgo. Rentaron un auto, luego de un viaje de cinco horas, cruzaron el puente y la isla de Skye los recibió a primera hora de la mañana.

-Comportate, iré a registrarnos. - espetó y dejo a su extravagante hermano en la entrada del Royal Hotel en la Isla de Skye en Portree.

Un lugar magestuoso, que ah estado en el negocio durante varios cientos de años, con 35 habitaciones variadas que incluyen habitaciones dobles, habitaciones familiares, habitaciones dobles delux, habitaciones superiores, pero cuando la encargada de recepción le dijo que sólo podía ofrecerle la suite familiar, Sasuke creyó que podía morir de un disgusto.

-Tenemos un evento este mes y nos encontramos cubiertos, casi en la totalidad. - se justificó la jóven.

-La tomaremos, grácias. - sujeto la llave tarjeta y se acerco a su hermano que curiosamente, estaba en silencio y revisaba algo en su teléfono.

-Ya tengo la llave, vamos. - dijo Sasuke. Un empleado se ocupó de mover su equipaje a la suite familiar.

-¡Como cuando eramos niños! - chiló de felicidad el Uchiha mayor. - Gritaría pido la de arriba, pero no hay camas dobles. Me conformaré con tomar la de aquí- se dejo caer de espaldas sobre la suave colcha.
La gruesa y suave alfombra del suelo era de color bordó, las paredes blancas, los cuadros con bordes dorados como bañados en oro, ostentaban lujo y buen gusto.

-Voy a tomar una ducha- dijo el menor, mientras huía de la habitación y se refugiaba de nuevo en el baño.

No tenía idea de como lidiar con Itachi. Pero si su padre lo había enviado con él no tenía mas remedio que convivir. ¿Cuándo se había vuelto asi de irritante?, Sasuke sabia la respuesta, su padre se lo recordaba a diario, "Es la influencia de tu tio Madara, no seas como él Sasuke"

Alejo los pensamientos que lo angustiaban y se enfocó en lo que importaba para él. Ya estaba ahí, a un paso de conseguir sus metas, si debia soportar a su hermano lo haría.

Tomó su móvil y envió un mensaje a su familia para avisar que habían llegado bien. Estaba casi seguro de que su hermano no tenía ese gesto de tranquilizar a su madre tras un viaje.

La respuesta de Mikoto fue inmediata.
"Cuidense, diviértanse, los amo".
Suspiró y se frotó la nuca, contracturado por las horas de vuelo y por tener que enfrentar a su hermano, de quién se sentía muy distante. Desde hacia varios años, no lograba conectar con él, tal vez era que mientras uno maduraba y se hacia cargo de la empresa, el otro se daba la gran vida sin problemas ni responsabilidades.

"¿Qué responsable puede ser? No le importa nada." Pensaba mientras el agua caliente llenaba de vapor el cuarto de baño. -"No pierde oportunidad de joderme la vida".- murmuró. La imagen de cierta rubia se coló en su cabeza, tras afirmar eso último.

Sìtiche ( SasuSaku +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora