The Aviary
The Office
Un golpe en la puerta hizo frenar a la pareja con los besos abrasadores que se estaban dando. Ander se acomodó la corbata y el pelo, y ayudó a Nayra a limpiarle el labial que tenía fuera del contorno de los labios.
―Disculpen, ¿se les ofrece algo más? ―preguntó amable.
―¿Quieres algo más? ―el abogado miró a la joven.
―Yo no.
―Nada más, gracias. Solo la cuenta.
―Muy bien.
El mozo se retiró del pequeño salón privado con luces tenues, colores sobrios y amaderados como si estuvieran en una sala de estar, y Ander reanudó la conversación con ella.
―¿Nico te dijo si volvía temprano a la casa?
La interrogación le sonó sospechosa pero se la respondió.
―Me dijo que se iba pero no me dijo si volvía a la casa temprano.
―Mejor preguntar, ¿no te parece? ―la observó.
―¿Por qué se lo preguntarías? —cuestionó perpleja.
―¿No quieres estar conmigo?
Las mejillas de Nayra se incendiaron.
El chico que los había atendido entró de nuevo dejándole el total de la cuenta y delante de ambos hizo el cobro de la cena. Unos pocos minutos después salieron del restaurante para dirigirse a la casa.
―No me respondiste a lo que te pregunté.
―No creo que necesites una respuesta por mi parte.
Ander tomó la mano de la muchacha y se la llevó a los labios para besarle el dorso.
―¿No quieres que le pregunte a Nicolás si vendrá temprano?
―Creo que la conversación que tuve con él antes de cenar contigo, me lo dejó más que claro.
―Entonces no necesitamos saber más nada ―sonrió en la penumbra del interior del coche.
🌻🌻🌻
Casa del abogado
No les tomó mucho tiempo en llegar a la casa y aparcó el vehículo frente a la residencia. Apenas salieron del coche caminaron hacia la entrada y el abogado la hizo pasar primero al interior. Subieron las escaleras mientras se daban besos y se reían en complicidad.
Entraron al cuarto y él cerró la puerta, la sujetó de las mejillas y la besó de nuevo.
―Te amo, siento que me sofoco contigo, Nayra... ―le declaró y cuando sus labios hicieron contacto con los femeninos, enterró la lengua en su interior.
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De Girasoles y un Amor americano ©
RomansaAnder Aritzmendi es misterioso y solitario. Recio abogado e implacable, en su mundo lo conocen como La Pantera de Chicago, con una reputación envidiable, es uno de los hombres más respetados de la ciudad. Por horarios limitados no puede tener el pri...