Sora, Natsu, Tsuna y Watanuki salieron del shock, mientras que Gokudera y los demás se acercaban para ayudarlos.
— Gao
— Umm, que pasa Natsu... Hii mi herida esta sanando, pero, ¿cómo? - dijo Tsuna asombrado.
— ¡Oigan las mías también! - dijo Sora.
— Las de nosotros también al parecer.- dijo Watanuki.
Al ver esto Reborn y los demás estaban asombrados, pero cuando sintieron dos auras que parecían del demonio se pusieron alerta esperando un ataque, pero todo cambio cuando escucharon un grito.
— ¡Ahh! Riku eso duele, ¿por qué me pegas?
— ¿Desde cuándo estas herido? - dijo Riku ignorando la pregunta de antes, provocando un puchero en Sora.
— He... no era grave solo unos raspones.- vio que Riku seguía molesto y le contó. — Verás cuando nos separamos ve tope con el clon de Tsuna y empezamos a pelear, pero tan pronto me ataco se fue.
— Eres un idiota.- dijo y le volvió a pegar- — No tienes remedio nunca cambias.
— Natsu...
— Gra-Gray tranquilo.- decía Natsu viendo a este que traía un aura de demonio.
— Cabeza de antorcha, ¡cuántas veces tengo que decirte que me digas cuando estas herido! ¡Con fuego no basta para sanarlas, pero mínimo con el hielo puedo parar el sangrado!
— Pero...
— Pero nada he hecho una promesa y la voy a cumplir, así que ten algo de cuidado para que no te vuelvan a herir, ¿de acuerdo?
— ¡Si!
— ¿Te encuentras bien?
— Si Doumeki, no te preocupes solo eran raspones, creo que los más heridos eran ellos.- dijo Watanuki señalando a los otros.
— ¡Chicos! ¿Se encuentran bien? - dijo Tsuna acercándose a sus amigos, los cuales con la cabeza le dijeron que sí.
— ¿Hibari-san, se encuentra bien?
— Si, solo es un poco doloroso, pero tú ¿cómo te encuentras?
— Bien, solamente estoy un poco cansado.
Todos regresaron al hospital y se dirigieron al comedor ya que algunas personas tenían hambre, mientras que otros se dirigieron a su cuarto para descansar; en una mesa se encontraban Tsuna, Natsu, Riku, Hibari, Watanuki, Sora, Gray, Doumeki y Reborn contando y escuchando lo sucedido dentro y fuera de la esfera.
— Me encontré con Igneel dentro de la esfera.
— ¡¿Qué y por qué no me dijiste?!
— Porque tan pronto terminamos de hablar desapareció junto con los demás.
— ¿Demás? ¿Con quienes se encontraron? - dijo Reborn.
— A mí me aparecieron los padres de Watanuki.- dicho eso Watanuki se asombró, pero entristeció.
— A mi nuestros amigos Kairi, Roxas y Axel.
— ¿Y a ti Hibari? - pregunto Reborn al ver que este no decía nada.
— Los carnívoros Giotto y Alaude, los sujetos que nos ayudaron en la batalla del futuro, en otras palabras eran nuestros ancestros y fundadores de Vongola; eso fue lo que dijeron.- al terminar de decirlo Reborn se sorprendió pero lo disimulo bien para que nadie se diera cuenta.
— Lo divertido era que el de pelo cenizo se parecía a ti y el güero a Tsuna, se notan que son sus ancestros.- ante ese comentario Riku y Doumeki asistieron.
— Eso es cierto, no solo se parecen físicamente sino también en la primera generación, el guardián de la nube era el más fuerte.- dijo Reborn.
— ¿Por qué se aparecían de la nada?
— Eso no lo sé, pero tengo el presentimiento de que haya sido después de que la luz nos envolviera.
— Bueno hay que descansar, con el día de hoy solo nos quedan dos días más para descansar.- dicho esto todos se retiraron entendiendo el mensaje, excepto Hibari.
Dentro de la habitación 18, Tsuna y Hibari se encontraban cambiando de ropa para poder dormir un poco más
— ¿Por qué el herbívoro de pelo rosa, dijo que solo teníamos dos días para descansar? - esa pregunta tomo desprevenido a Tsuna, ya que todavía no decidía decirles a los demás del entrenamiento.
— Ah... bueno es que... - no sabía si mentirle, pero al ver que este sacaba sus tonfas se lo dijo.
— Dilo o si no te morderé hasta la muerte.- dijo amenazándolo.
— Hii es que después de descansar iremos a entrenar.
— ¿Quiénes?
— Natsu, Gray, Sora, Riku, Watanuki, Doumeki y yo, pero como se enteró Reborn, él también vendrá y me dice que debo decirles, pero ustedes siguen algo heridos y no quiero que se lastimen.
— Yo iré, hice una promesa y aparte también quiero entrenar.
— No lo haré cambiar de opinión verdad, de acuerdo mañana les diré a los demás.- dijo para acostarse ambos, todo siendo observado por Reborn desde la azotea.
A mitad de la noche Hibari permanecía dormido pero un ruido o eso creía lo despertó, al incorporarse se haya a Tsuna el cual está abrazando sus piernas, mientras se podía distinguir que lloraba. Mientras se acerca a él podía escuchar mejor su llanto, eso no le agrado, se sentó en la cama y lo atrajo hasta su pecho, Tsuna al sentir el abrazo sorprendió pero seguido llorando.
Hibari levanta el rostro de Tsuna para limpiar las lágrimas esparcidas, después de que Tsuna se tranquiliza un poco Hibari decide hablar.
— ¿Qué es lo que te atormenta? - pregunta, pero al ver que Tsuna no habla él lo vuelve a hacer. — Si no me dices no puedo ayudar.- Tsuna lo sabía, pero aquella pesadilla lo seguía atormentando y no quería que nadie muriera.
Hibari al ver que no hablaría se sintió inútil, así que opto por irse a su cama, pero cuando sintió un jalón en el brazo volteo.
— Desde hace tiempo, he tenido algunos sueños o "pesadillas" como les dicen los demás chicos.
— He escuchado algunas cosas, pero los otros herbívoros con lo que estaba atrapado me dijeron que cada sueño es diferente.
— En mi "sueño"veo como mis amigos mueren protegiéndome, a pesar de ser diferentes situaciones...todos ustedes siempre mueren, no puedo defenderlos y cuando estoy a punto de utilizarmis llamas estas se apagan y caigo en simplemente. Yo no quiero que ustedesmueran, jamás me lo perdonaría, no podría vivir sabiendo que mi familia murió porculpa mía.- Iba a continuar pero las lágrimas volvían a salir, mientras queHibari se asombraba por el sueño del castaño.- Sniff... no quieroque les pase eso... Sniff... si llegaran morir por mi culpa,no me lo perdonaría jamás...
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La Oscuridad del Cielo
FanfictionUn joven castaño ha estado teniendo pesadillas desde que empezó a tener sueños sobre una habitación donde se ve a él mismo manchado con las sangre de sus amigos y pareja... Sus amigos al percatarse de los cambios de ánimo del castaño deciden averi...