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.–Rei~... Ya despierta...– Una voz cantarina se escuchó junto a mi cama. –El profesor Snape te mandó una carta.– Levanté las sábanas azul cobalto hasta mi cabeza y dije varias cosas incoherentes. –¿Qué?– Preguntó entre risas.
–Mañana podría ser un mejor día...– Balbuceé lo mejor que pude.
–¿Y eso qué?– Me giré en la cama dándole la espalda.
–Tal vez se le quite un poco lo amargado.– Declaré y el pequeño rió con fuerza.
–Vale, ya fue suficiente, levántate.– Negué repetidas veces hasta que jaló la sábana dejándome a la vista. Me hice un ovillo y cubrí mi rostro con las manos. –Rei, pareces una chica.– Recordé el ritual y los cambios drásticos en mi cuerpo.
–Si... Ya voy.– Un bostezo me interrumpió. –Ya voy.– Me senté en la orilla de la cama estirándome y haciendo crujir los huesos de mi espalda de forma placentera. Una pregunta con mucha lógica, asaltó mi mente: "¿Cuándo me trajeron?" Me tranquilizó un poco saber que quién había estado hablando conmigo era un primer año. Conjuré un tempus y gemí en reproche. –Son las 4:30 de la madrugada.– Lo miré de arriba abajo. –¿Por qué llevas el uniforme a esta hora?– El camisón negro de seda dejaba ver claramente mis piernas.
–No podía dormir y bajé a la sala común para leer algo, luego llegó un pájaro de papel con un mensaje.– Me mostró el curioso animalito blanco. –Pero cuando lo quise abrir me picó, en el costado tiene tu nombre y cuál es tu cama, también dice que viene del profesor Snape.– Acaricié al ave y enseguida se desdobló.
"Necesito que vengas a mi despacho antes de las clases para hablar contigo sobre los posibles cambios que vas a experimentar sin las restricciones en tu núcleo mágico."
Leí con rapidez, busqué en mi bolso un bolígrafo muggle y respondí: "¿No pudo esperar a la hora del almuerzo? Después del castigo de ayer, siento como si mis músculos fueran polvo." Cuando terminé de escribir, el papel volvió a doblarse y voló por la ventana.
–Hem... ¿Cómo te llamas, niño?– Saqué mi uniforme del baúl y me desvestí con tranquilidad dándole la espalda.
–Oh, perdón, soy James, voy en primer año.– Me puse la camisa blanca de manga larga y sonreí.
–James... Que lindo nombre, no es muy raro y tampoco muy común. Perfecto para un niño como tú.– Se sonrojó levemente por eso. Seguí poniéndome la ropa sin prestarle mucha atención luego de eso. –Entonces, ¿Volverás a la sala común o vas a acompañarme?– El chico negó.
–Me quedaré en la sala común, aún no es debido que los alumnos estén fuera de sus camas. A demás, el profesor Snape me da miedo.– Me encogí de hombros y tomé mi bolso.
–Bien, nos vemos en el gran comedor, supongo.– Él se despidió de mí cuando llegué a la puerta.
Vagé por los pasillos hasta la entrada de las mazmorras, bostecé de nueva cuenta comenzando a bajar las escaleras con pereza. Fui directamente al despacho del murciélago y toqué la puerta.
–Adelante.– Escuché desde adentro.
–Está la puerta.– Contesté riendo por lo bajo, un gruñido resonó en la estancia y pesados pasos se acercaron amenazantes.
–Me alegra saber que realmente no se siente mal, Rei.– Sonreí.
–Me gusta pensar que mis chistes hacen gracia, eso me distrae.– Entré como si fuera mi propio cuarto sorprendiendome al encontrar un hombre dentro. –My Lord.– Saludé con cordialidad.
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Ravenclaw
Fanfiction"-Peco de confiado, pero, sé sobrevivir con ingenio, no soy tan idiota como puedo parecer y debería recordar, señor, que mi casa depende de eso.-" -Eres sólo una sucia puta que vivía en los barrios bajos hasta que alguien más te salvó.-" Un señor os...