.
.
.Sin duda alguna, estaba perdido. Daban alrededor de las 8 o 9 de la noche cuando al fin encontré una calle cercana al burdel, sentí una pequeña luz de esperanza. Me dolían los pies y la cabeza, quería dormir por 72 horas seguidas. Sobra decir que eso no pasaría, mucho menos siendo yo.
Abrí la puerta de casa con un poco de alegría. En cuanto puse un pie dentro, corrieron a mí.
–¿Qué te pasó? ¿Dónde estabas? ¿Por qué no volvías?– Abracé a mamá tan fuerte como mis cansados brazos pudieron apretarla y con mi rostro firmemente acunado en su hombro comencé a llorar. –¿Qué ocurre?– Negué.
–Anna, llévalo a su cuarto, avisaré a los demás que ya regresó.– Shin tenía su celular en la mano. Mamá asintió y subimos las escaleras con cuidado. Entramos a mi habitación y nos acomodamos sobre la cama.
–Ellos... Yo... Yo no... No puedo...– No podía, ni quería dejar de llorar.
–Shh... Está bien. Ya estás en casa.– Acariciaba mi cabello de forma suave, enteramente maternal.
"Si a la feria de Scarborough vas...
Salvia, romero y tomillo,
Saluda por mí a quién ahí vive,
A quién fue mi gran amor.Dile que me haga un buen camisón...
Salvia y romero sin flor...
Sin descosidos, sin costuras...
Y volverá a ser mi gran amor..."Comencé a tranquilizarme. Estaba seguro que El Lord iba a volver por la mañana y buscaría respuestas, aún si tuviera que forzar su mente en la mía, no le importaría en lo más mínimo.
"Dile que busque un bonito lugar...
Salvia y romero sin flor...
Entre montañas, cerca del mar...
Y volverá a ser mi gran amor..."–Estás bien, estás a salvo. Ya no hay nada que pueda dañarte.– Respiré con fuerza.
–Gracias... Mamá.–
"Que ciegue con el cuero de una Oz...
Salvia y otras hierbas de ahí...
Que lo junte todo en pequeños manojos...
Y volverá a ser mi gran amor..."Sentía los ojos pesados, el cansancio era demasiado. El agotamiento no sólo era físico, mental también.
"Si a la feria de Scarborough vas...
Salvia, romero y tomillo...
Saluda por mí a quién ahí vive...
A quién fue mi gran amor."Me venció el sueño.
.
.~.~.~.~.
.Me veía en tercera persona, había más gente ahí, adolescentes.
–Ya es hora, perra. Vas a pagar por eso.– No lo conocía de nada, pero me hablaba como si alguna acción mía hubiese lastimado su orgullo.
Dos de los otros sujetos me atraparon, quitaron mi camisa y el primero se quitó el cinturón.
–Grita para mí, pequeña mierda.– Pude sentir claramente el primer azote, pero no le permití ese gusto.
Siguió golpeando, cada uno peor que el anterior, la hebilla metálica desgarraba la piel de mi espalda, separándola y abriendo. Las costuras se deshicieron y cuando el objeto de mi tortura se hubo roto, solté un jadeo.
–Espero que aprendas a no meterte con quiénes no debes.– La sangre escurría, pero solo respirar ya era doloroso, me quedé ahí, en el suelo, deseando morir...

ESTÁS LEYENDO
Ravenclaw
Fanfiction"-Peco de confiado, pero, sé sobrevivir con ingenio, no soy tan idiota como puedo parecer y debería recordar, señor, que mi casa depende de eso.-" -Eres sólo una sucia puta que vivía en los barrios bajos hasta que alguien más te salvó.-" Un señor os...