Capitulo 22

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Hace una semana que no veo a Norman y mi mundo se ha caído a pedazos. Luego de que se fuera de mi casa por el “incidente” de Cecilia, la prensa publicó la historia. Ella está embarazada. ¡Si!… la supuesta ex novia de Norman,  con quien no estaba desde hace bastante tiempo según sus palabras, va a tener un hijo de él. Y lo que más me duele es que confié en sus palabras. Me prometió arreglarlo y yo esperaba que lo hiciera.

¿En qué pensaba? ¿Quería que la pobre mujer aborte a su hijo? No entiendo porque me dijo que en unos meses todo se iba a solucionar… He pensado miles de posibilidades pero ninguna me parece viable, solo el aborto. Y aunque me cuesta creerlo de él, es muy probable que sea cierto.

Aparentemente Cecilia está deprimida y en crisis con Norman. Esa situación, sumada al bebé es lo que derivó en su intento de suicidio. Por suerte está bien y su embarazo sigue adelante. Los periodistas persiguen a Norman allí donde vaya, pero no da declaraciones.

Me ha llamado incontables veces. También fue a verme a la clínica y me hice negar. Y hace unas cuantas horas estuvo golpeando la puerta de mi casa pero no lo atendí. Sabe que estoy aquí porque me ha hecho sonar el teléfono y lo escuchó desde fuera.

Solo siguió golpeando la puerta, haciendo sonar el timbre y gritando mi nombre. Repetía que no iba a irse hasta que no abriera la puerta, pero a los quince minutos, ya se había cansado. No voy a hablar con él… no sé qué decirle y cualquier intento suyo por explicarse o convencerme de que lo que pasó entre los dos no fue una mentira, no van a tener resultado.

¿Por qué no pudo mantenerse alejado de mí? ¿Por qué no pudimos solo ser amigos como queríamos? Si tiene una novia embarazada y deprimida, ¿Por qué la lastima a ella y también a mí? Nunca pensé que Norman podía ser así, y me desilusiona tanto que mi corazón duele dentro de mi pecho. 

Ya son las 10 pm y estoy esperando al delivery. Nunca cocino porque lo odio, y mucho menos cuando estoy triste. Pienso en tomar mi ensalada Cesar y mi Coca Cola, meterme en la cama y taparme hasta la nariz. De hecho, ya me he puesto el pijama y mis pantuflas de Bob. Pondré alguna película romántica y llorare hasta quedarme dormida, lo que últimamente, sucede en plena madrugada.

El timbre suena y mientras busco el dinero en la billetera, abro la puerta. Me encuentro con Norman de pie en el umbral, con la bolsa de mi comida en sus manos. Instantáneamente intento cerrar la puerta en su cara, pero él pone su pie y evita que lo haga. 

-          Tenemos que hablar, Emma… - murmura mientras lucho para empujar la puerta pero solo aprieto más su pie.

-          ¡No quiero hablar de nada y quiero que te vayas! – le grito y forcejeo contra la puerta y la fuerza que hace él para abrirla.

-          Estoy sentado aquí desde hace horas esperando que salgas… No me voy a ir… - me grita enojado.

-          ¡Basta, Norman! ¿Qué es lo que quieres, aparte de complicarme la vida cada vez más? – sigo levantando la voz, sin dejar de empujar la puerta.

-          ¡Lo mismo que quiero hace semanas! ¡Hablar contigo! Explicarte lo que está pasando… - su voz se convierte en un susurro en la última frase – Déjame pasar, Emma… tus vecinos están saliendo a ver qué está pasando y creo que van a llamar a la policía…

-          ¡Y yo estoy a punto de hacer lo mismo! – Grito descontrolada.

-          Por favor… - murmura y mi fuerza de voluntad se va al diablo.

Suspiro y dejo de sostener la puerta para que pueda pasar. Entra a mi departamento lentamente, como si tuviera miedo de que lo golpee. Y realmente estoy deseando hacerlo. Después de todo lo que está pasando, tiene ganas de jugar al acosador conmigo.

Me cruzo de brazos y lo miro. Esta mordiendo sus labios, como hace cuando está nervioso, deja la bolsa en la mesa y se voltea hacia mí. Solo sostiene mi mirada y no dice nada. Levanto mi mano y le muestro tres dedos.

-          Tres minutos, Norman… - le digo enojada – y ya estoy contando.

-          Emma, lo siento mucho… no quería que esto pasara.

-          ¿Qué era lo que no querías que pasara? ¿Estar conmigo o estar con ella y dejarla embarazada? ¿O que intente quitarse la vida porque la engañas?

-          No quería que te enteres así de todo… Yo quise hablar contigo y no me escuchas…

-          ¿Es mi culpa por no escucharte? – grito - Bueno, ahora tampoco quiero hacerlo…

-          Es una lástima, porque me canse y ahora te toca escuchar… - me reprende y se cruza de brazos.

Es tan hermoso, y enojado todavía más. Solo quisiera abrazarlo y besarlo y que todos los problemas desaparezcan sin más. Pero no puedo, hay una mujer y un bebe de por medio.

-          El embarazo  de Cecilia… estoy casi seguro que ese bebe no es mío, aunque ella afirma que si. Me engañaba, Emma… Siempre lo hizo. Y yo quería que ella…

-          Aborte… - suelto sin pensar.

-          ¿Qué?... – me mira incrédulo y se acerca para que sus ojos queden a la altura de los míos - ¿Tú crees que yo quería que Cecilia aborte?

Asiento lentamente. Me observa un segundo más y se gira para golpear la pared a su lado con el puño. Me asusta su reacción, nunca lo he visto tan desencajado.

-          ¿Quién te piensas que soy, Emma? ¿No me conoces en lo más mínimo? – me grita a centímetros de mi cara - ¿No has visto como soy mi hijo aunque no estoy con su madre? Yo lo amo por sobre todas las cosas…  – Agacha la cabeza y mira el piso – Realmente no puedo creer que pienses así de mi…

-          Yo… - Balbuceo.

-          No, Emma… Solo quería esperar unos meses porque Cecilia está mal de salud y con problemas emocionales y psicológicos complicados… -Suspira - Quería esperar para hacer el ADN. La estoy cuidando porque existe la posibilidad de que sea mi hijo, y no quiero hacerle daño… Pero nada importa ya, porque se la clase de persona que crees que soy…

-          Espera, Norman… es que yo… - tomo su brazo para retenerlo porque está camino a la salida.

-          No, Emma… Ahora soy yo el que no quiere escuchar… - susurra.

Y con esas palabras, me deja mirando la puerta cerrada mientras las lágrimas recorren mis mejillas incontrolablemente.

Por Esos Ojos... (Those Eyes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora