Capitulo 36

716 45 5
                                    

Sus ojos fijos en los míos aceleran mi respiración. Se acerca y vuelve a recorrerme el cuerpo con la mirada. Levanta su mano para tocarme y se detiene en el último momento, como si recordara que es mejor no hacerlo. Quiero decirle tantas cosas, pero no encuentro palabras.

-          ¿Qué demonios… Em? –pregunta Norman sorprendido, arrastrando las palabras, mientras mira el desastre delante de sus ojos.

-          Norman… ¿Qué..? – balbuceo.

-          Nos estas interrumpiendo, Reedus… - interfiere Paul, con su voz cargada de furia.

-          No estoy hablando contigo… - responde Norman con los dientes apretados y sus manos en puños a sus costados. Su mirada no deja la mía - ¿Estás Bien?  – susurra con dulzura.

Asiento despacio, para no provocar la ira de Paul. Espero que Norman pueda leer en mis ojos mi miedo y mi dolor. Su ceño se frunce y sé que ha visto eso que no puedo decir con palabras.

-          Debes irte… No tienes nada que hacer aquí…- la voz de Paul me llega desde la distancia y cierro con fuerza los ojos.

Eso es todo lo que Norman necesita para tomarlo del cuello de su camisa y presionarlo contra la pared. Su rostro está frente al de Paul y lo mira con los ojos entrecerrados, llenos de furia. Nunca lo he visto así… tan enojado, tan descontrolado.

-          ¿Qué le hiciste? – Ruge, completamente fuera de sí.

-           No tengo que explicarte nada… - murmura Paul, con voz rasposa porque Norman presiona su garganta -  Ella es mi novia, y por tu idiota mensaje discutimos…

-          Dime que le hiciste… - repite Norman, acentuando cada palabra con una frialdad capaz de congelar el infierno.

-          Solo quiero que me de lo que te dio a ti… - sonríe sarcástico y abre su mano que todavía tiene el mensaje del restaurant - ¿Es buena puta, verdad? – murmura sin borrar esa odiosa sonrisa de sus labios.

Miro la escena como si no me encontrara allí. Todo pasa deprisa. El puño de Norman se estrella contra el rostro de Paul. Su cabeza se voltea hacia donde estoy y un hilo de sangre pende de la comisura de sus labios. Por un segundo me mira y me sonríe con malicia. Pareciera que estaba esperando esto y lo disfruta el maldito idiota.

Paul empuja a Norman y ambas caen al piso. Luchan y se dan golpes por todo el cuerpo. Yo solo me llevo la mano a la boca y no puedo reaccionar. No puedo verlos así pero mi cuerpo no responde. Paul golpea a Norman en el ojo y él ni se inmuta. Voltean y Paul esta contra el suelo, con todo el peso de Norman sobre él. 

Le da puñetazos en el rostro, uno tras otro, y veo como el rostro de Paul comienza a hincharse y se vuelve de un color rojo intenso. Norman lo toma por el cuello y presiona. Paul comienza a boquear, intentando que el aire llegué a sus pulmones. Las lágrimas corren por mis mejillas, sin que pueda controlarlas.

-          ¡Basta! – grito con mi voz quebrada - ¡Norman, suéltalo!

Clava su mirada en mí. Articulo casi sin voz un “por favor” y despacio afloja la presión de sus manos y se levanta. Paul se retuerce en el piso, tratando de volver a recuperar el aire que perdió. Norman se para frente a mí y me mira intensamente. Puedo ver el golpe en su ojo que se vuelve morado.

Me siento mal por toda la situación y solo quiero que termine. Necesito ordenar mis pensamientos. Paul estaba tratando de forzarme a tener sexo con él. Norman, quien ahora es mi salvador, quiere lo mismo que Paul. La diferencia entre ambos: Paul usa la violencia y Norman me somete con el deseo que despierta en mí. Y porque lo amo, aunque él no sienta nada. Ya no se que prefiero o quién de los dos puede lastimarme más. Los golpes sanan, mi corazón nunca va a hacerlo. No quiero estar cerca de ninguno de ellos en este momento.

Paul se incorpora lentamente, apoyándose en la pared. Su cara está destrozada y se toma las costillas. Apenas puede mantenerse en pie. Ya no es una amenaza para mí.

-          Vete, Norm… - murmuro y miro a sus ojos tristes que se abren con sorpresa.

-          Emma, no… - responde firmemente – Cuando llegue él te estaba atacando, no voy a irme y dejarte…

-          ¡Vete, Norman! – le grito a la cara para que entienda y me deje sola.

Me mira unos segundos sin reaccionar. Esperando que cambie de opinión, pero no lo hago.

-          ¡No puedo creerlo! – ruge y se acerca a Paul.

Cuando su rostro esta a centímetros del de Paul, murmura con los dientes apretados.

-          Tu y yo no hemos terminado… - dice, colocando su dedo en el pecho de Paul – No vuelvas a hacerle daño o juro que voy a matarte…

Me mira una última vez y sé que está muy enojado. Sus ojos tristes me dicen que lo he herido otra vez. Pero no voy a detenerlo, no puedo hacerlo ahora. Debo dejar que se vaya e intentar arreglar todo este lio, porque ya no puedo seguir así.

Cuando la puerta se cierra tras Norman, se lo que tengo que hacer.

Por Esos Ojos... (Those Eyes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora