Capitulo 13

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Consigo su dirección en la ficha de atención y conduzco todo el camino hasta su Pent House frente al Central Park. Los chicos sí que saben vivir. Todo el edificio grita “tengo más dinero del que puedo gastar”. Solo sonrío y niego con la cabeza. Golpeo la puerta y estoy ideando una broma muy ocurrente que decir, pero mi sonrisa se congela cuando la puerta se abre.

Cecilia, en bañador y con una camisa negra que parece de Norman abierta. Ella está sonriente… feliz. Y es jodidamente hermosa…

-          ¿Qué desea? – me pregunta.

Y yo solo quisiera que la Apocalipsis Zombie se hiciera realidad en este momento y no lograr sobrevivir…

Realmente me he quedado muda. Sabía que Norman estaba con Cecilia, pero verla tan cómoda en su casa, abriendo la puerta semi desnuda… Me ha golpeado como una patada en el pecho de esas que te sacan el aire por completo.

-          Yo… soy la veterinaria de Eye In The Dark… - logro formar la frase tan rápido que yo misma me sorprendo – Vine para ver como estaba, pero si es un mal momento…

-          Oh… - dice y me sonríe con suficiencia – Estamos un poco… ocupados…

-          ¿Quién es? – escucho la voz de Norman detrás de Cecilia pero no puedo verlo ni él a mí.

-          La veterinaria, Nene… - le responde Cecilia.

Veo la mano de Norman en el borde de la puerta y la abre de un tirón. Por lo menos él está vestido y tiene una lata de gaseosa en la mano. Si estaba medio desnudo y con un whisky, juro que me tiraba por el hueco del ascensor. Cecilia no se mueve de su lado y me observa interrogante.

-          Emma… - murmura y su cara de sorpresa lo dice todo.

-          Lo siento, Norman… debí llamar antes de venir… - agacho la cabeza y miro el suelo -. Yo solo quería saber si Eye estaba bien y si había reaccionado bien a los medicamentos que… ¿Sabes qué? No importa… No quiero robarles más tiempo. Me voy a casa, hablamos luego… - mis palabras salen atropelladamente y me apresuro a la puerta del ascensor.

-          Emma, espera… - Norman sale de su apartamento y cierra la puerta.

Se acerca a mí que ya he pulsado el botón para llamar el ascensor. Me mira por unos segundos a los ojos.

-          Fuimos a la clínica con Mingus hoy, pero estabas ocupada… - murmura.

-          Si, tuve una cirugía de urgencia. Mira, Norman… - mi voz es mas dura de lo que quisiera -no tendría que haber venido. Si alguno de mis compañeros atendió a Eye, seguramente hizo todo bien… porque son excelentes profesionales. Yo solo quería asegurarme de que…  ¡No importa! Prometo llamar la próxima vez…

-          Emma, todo está bien… No tienes que irte así… - murmura.

-          Si tengo que irme… tú estás con tu novia y yo vengo aquí sin avisar… No está bien…

-          ¡Ya te dije que no es mi novia! – alza la voz y yo me cruzo de brazos y le arqueo una ceja en señal de que no le creo – Es… complicado. Tengo que explicarte algunas cosas que…

-          Norman… No tienes nada que explicar. Soy tu amiga y tú me cuentas lo que me quieres contar y nada más. Pero perdóname si no me siento tan cómoda como para pasar a ver a Eye con ella casi desnuda en tu casa. Siento que interrumpo algo y no me gusta.

-          Realmente tenemos que hablar…

-          Bueno, en otra oportunidad. Ahora quiero irme a casa… - me meto en el ascensor que me ha hecho el favor de llegar en eso preciso momento a salvarme.

-          Emma… - me reprende.

-          ¡Adiós, Norman! Luego hablamos… - murmuro poco convencida.

Salgo del edificio y estoy enfurecida con él. No sé porque me siento así. En realidad si lo sé, pero esta reacción mía está totalmente fuera de lugar. ¡Mis sentimientos por él están fuera de lugar! Es mi amigo. Tiene novia. Su hijo me cae muy bien. Atiendo a su gato enfermo. Punto final.

Me subo a mi auto y conduzco mientras escucho la radio a todo volumen. “In the end” de Linkin Park no ayuda demasiado a calmar mi ánimo. Si tan solo pudiera sacarlo de mi mente por unos minutos al día. Evitar que me apriete el pecho cuando recuerdo esos ojos. Si las mariposas en mi estomago se calmaran cuando mi teléfono suena y sé que es él. Si solo no dependiera tanto de su voz… y de su presencia.

Llego a mi departamento y ya la noche está cayendo. Me ducho durante un largo rato. Dejo mi cabeza apoyada en los azulejos mientras el agua caliente corre por mi cuerpo. Estoy tan triste y decepcionada de mi misma… y de él también, aunque no debo.

Me pongo mi bata y mis pantuflas. Voy a la cocina por un poco de café y saco mi celular del bolso que he dejado en la encimera. Ocho llamadas perdidas de Norman. La ultima hace solo quince minutos. Suspiro derrotada y lo apago. Necesito descansar.

El timbre suena y por un segundo tengo miedo que sea él. Que haya venido porque no respondí sus llamadas. Realmente no quiero verlo. Por lo menos por un tiempo…

Abro la puerta y no puedo creer a quien tengo delante con un enorme ramo de flores. Cinco años de relación, una ruptura extremadamente dolorosa y dos años de ausencia… y yo solo logro tartamudear.

-          Paul…

        

Por Esos Ojos... (Those Eyes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora