Capitulo 23

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Si hace tres meses alguien me hubiera dicho que yo, Emma Green, Veterinaria de New York, iba a estar metida en un lio con una estrella de serie de televisión, su ex novia embarazada y mi ex novio, lo habría tomado por loco.

Solo quisiera despertar de este extraño sueño, que ya no sé si es pesadilla o solo un cumulo que malos momentos que no dejan de ocurrir. Sé que jodí todo con Norman. Haberle dicho que pensaba que él quería que Cecilia aborte, lo lastimó muchísimo.

Intenté hablarle pero no me responde. He pensado en ir a su casa, pero solo complicaría las cosas aun más. Allí está Mingus y no quiero que se sienta confundido con respecto a mi relación con su padre. El pequeño me llama, y conversamos durante horas por teléfono. Y aunque lo he invitado a mi casa, siempre me dice que Norman está ocupado y no puede acompañarlo. Yo sé que es porque no quiere verme y quizás tampoco me quiera cerca de su hijo.

Creo que él quiere olvidarse de mí. Y sé que es lo mejor, aunque va a costarme mucho lograrlo. Lo último que necesita es una chica común que se meta en su vida para complicarla. No soy nadie y no vale la pena que él se esfuerce por estar conmigo. Pelear por alguien como yo no tiene sentido, cuando puede tenerlo todo.

Paul y su concepto de amistad están volviéndome loca. Cree que puede llamarme y enviarme mensajes todo el tiempo. Si no respondo, se enoja y me acusa jugar con él. Nunca he jugado con ninguna persona y no pienso comenzar ahora.

No entiende que me ahoga y que sin ser más que un amigo, intenta controlar y vigilar cada cosa que hago. Hace un tiempo decidí que era mejor ser sincera, y le conté lo que había pasado con Norman. No pareció sorprendido y eso llamo mi atención. Me dijo que las estrellas son así y que lo mejor era olvidarlo. Que no era para mí y que no teníamos nada en común.  Como si yo no supiera esas cosas… Lo que no puedo lograr es  que mi corazón lo entienda.

Sé que Paul quiere que volvamos a estar juntos como antes. No desperdicia ninguna oportunidad para tocarme y sus caricias son cada vez más frecuentes e intimas. Ha intentado besarme, y cuando lo rechazo y le digo que no voy a volver a estar así con él, solo sonríe y me dice que es cuestión de tiempo.

Pero yo sé no lo sé… el tiempo no va a sacar a Norman de mi corazón y mis pensamientos todos los días. No va quitarme el anhelo que cada noche me asalta cuando estoy sola en mi cama y pienso en cómo sería volver a dormir en sus brazos. No va a quitarme la sonrisa de Mingus de mi mente cuando veo una caricatura que se que podría gustarle, o cada vez que como una oreo sentada en mi cocina.

Me he dejado convencer por Paul de ir a la premier de la última película Resident Evil, solo por Kaley y Summer vienen con nosotros. No me gusta salir mucho y menos si debo de ponerme un  vestido de fiesta y pasar horas para que mi pelo luzca decente. Pensar en maquillaje, zapatos… me agota. Pero también sé que debo disfrutar mi vida con mis amigos y dejar de pensar en lo que pude tener y perdí por no saber escuchar.

Norman ya no está y aunque me duela el corazón, debo seguir con mi vida. Y tal vez Paul sea esa persona que me ayude a hacerlo. Él me conoce bien, sabe quien soy… y me quiere. Cometió un error, y uno grave. Pero nadie es perfecto. Y está aquí, a mi lado.

Tan solo desearía poder permitirme acercarme a él y sentir… volver a sentir el amor que una vez le tuve, esa sensación de no poder vivir sin él. Pero ahora que sé que puedo, y que pude enamorarme otra vez y de una manera más intensa, no logro hacerlo.

Quizás solo debo dejarme llevar. Permitirle volver a entrar en mi corazón y que Paul me ayude a sanar las heridas. Si, solo debo darle la oportunidad.

Con este pensamiento en mente, abro la puerta de casa. Ha venido a recogerme y se ve más atractivo que la última vez que lo vi. El smoking le sienta increíble. Debo reconocerme a mi misma que Paul es uno de los hombres más hermosos que he visto y logrado tener cerca. Si quiero olvidarme de Norman, intentarlo con él no es exactamente un sacrificio.

Me mira y sonríe seductoramente. El vestido blanco y negro que me prestó Summer, que creo es de Valentino, o algo así, me hace ver sexy… y Paul lo ha notado. Me toma de la mano y tira de mí hacia su cuerpo, en un abrazo. Y yo solo me dejo ir.

-          Estas hermosa, Emma… - susurra en mi oído y con su nariz recorre mi cuello.

Me besa despacio en los labios y se lo permito. Una preciosa sonrisa ilumina su rostro cuando nuestras bocas se separan. También sonrío ante la ternura de su gesto, que tan bien conocí en el pasado.

-          ¿Estás lista, Amor? – me pregunta débilmente y me suelta de su abrazo.

-          Si, solo dame un minuto… – le digo, haciendo un seña con mi dedo.

Me dirijo al baño rápidamente. Mi cabeza da vueltas y las dudas de lo que estoy haciendo asaltan mi cabeza. Me siento confundida y nerviosa. Me tomo un minuto para mirarme fijamente al espejo. Paul me quiere, yo lo quise alguna vez…

-          Si, Emma… esto es lo mejor para todos… - le susurro a mi imagen.

Solo debo dejarlo a él detrás de mí y seguir adelante. 

Por Esos Ojos... (Those Eyes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora