Capítulo 21

17.7K 1.3K 480
                                    

La mujer pasó de mí completamente.

-Bienvenidos. Más de dos años y tan pocos muertos. Increíble.

   Esas palabras nos hicieron poner rojos de furia a todos. ¿Cómo era capaz de decir eso sabiendo todo lo que nos hizo sufrir? 

-¿Perdón? – Dijo Newt en un tono bastante agrio.

-Todo salió de acuerdo a lo planeado, señor Newton. Aunque suponíamos que algunos más se rendirían durante el camino.

  Lo único que podía hacer era tener las manos apretadas en un puño, porque tal vez nos estaban vigilando para que no dañemos a estos dos. Me gustaría tomar el cuchillo de la mochila y atravesarle la cara a cualquier persona aliada de CRUEL.

  La mujer, o bien mi madre, echó un vistazo a su compañero y le tiró la capucha hacia atrás, revelando un rostro lleno de lágrimas.

  Era Gally. 

  Algunos Habitantes soltaron un suspiro de asombro, Thomas palideció y Minho se tensó.

-¡¿Qué está haciendo él aquí?! – gritó este último.

-Ya están seguros. – Respondió la mujer ignorando su pregunta. – Por favor, cálmense. 

-¿Qué? – Por supuesto, Minho nunca dejaría callarse por nadie. - ¿Quién eres tú para decirnos que nos calmemos? Queremos ver a la policía, al presidente, ¡a alguien!

-Esperaba más madurez de alguien que pasó las Pruebas del Laberinto. – Le contestó entrecerrando los ojos.

  Estaba por volver a contestarle, pero Newt le dio un codazo en el estómago.

-Gally. – Habló el rubio. - ¿Qué está pasando?

  El otro chico no dijo nada. Algo malo le pasaba: su cuerpo temblaba, tenía los ojos rojos, y la piel casi blanca. 

-Ellos… pueden… controlarme… - Su propia mano empezó a estrangularle el cuello. – Yo no…

  Se quedó callado, y su brazo se relajó.

-Existe una Variable final. – Sentenció la mujer.

  Gally llevó su mano a su espalda para sacar un largo cuchillo, que soltó un brillo sombrío cuando se reflejaron en él las luces de la habitación.  Con un rápido y simple movimiento, se estiró y arrojó el arma directo a Thomas, trazando perfectos círculos en el aire.

  No hubo tiempo de mover un músculo, ni de evitar que Chuck saltara frente a Thomas y la daga se clavara en el centro de su pecho.

  Lanzó un grito y se derrumbó. Mi mente no podía procesarlo. La sangre empezó a teñir su camisa, y se escurría en caudalosos ríos por su boca. 

  Los últimos días no le estuve dando tanto tiempo al niño, y todos los recuerdos de las comidas a su lado y las noches en vela intentando que durmiera se agolparon en mi mente, para saber que nunca podría escucharlo hablar interminablemente desde ahora.

-¡Chuck! – gritaba Thomas entre sollozos. - ¡Chuck!

-Thom…mas. 

-Resiste Chuck. ¡Busquen ayuda! – Ninguno se movió.

-Thomas… - Susurró Chuck. – Busca a mi mamá… Dile…

  Los ojos se cerraron, y un último respiro escapó de sus labios. Las lágrimas empezaron a escurrirse silenciosamente por mi rostro; mi mirada no podía apartarse de él. Thomas lloraba en su pecho; habían sido muy amigos en muy poco tiempo. 

  Sentí el roce de Newt a mi lado, y no dudé en ocultarme entre sus brazos. Recordé a Alby, y en que no había tenido una oportunidad de sentir el vacío cuando se fue. En mi interior maldije a todos los de CRUEL. Los habían matado…

  Me separé. Newt tenía la mirada triste, y también estaba llorando. Extraje el cuchillo de la mochila, y enfrenté a la mujer que miraba con normalidad la escena.

  Thomas había soltado al pequeño, y sin pensarlo dos veces se arrojó sobre Gally para ahorcarlo. Newt y Minho intervinieron y lo arrastraron lejos del otro chico, que quedó postrado en el suelo.

  La mujer tenía los ojos clavados en mí, y yo en ella. Sentí el material que formaba en mango del machete entre los dedos, y un sentimiento puro de venganza y odio se instaló en mi cabeza.

  Con pasos lentos y seguros, avancé. En el exterior se mantenía seria y erguida, pero en su interior noté miedo y pánico. A tan sólo unos centímetros de ella, me detuve.

-Una linda vista. ¿No crees, madre? 

  La mujer se limitó a mirarme con frialdad. Di una rápida mirada al arma que esperaba ansiosa por encontrar a su próximo objetivo.

-Aquí me tienes, con un cuchillo entre las manos. ¿Estás orgullosa de mí ahora?

  De un golpe la derribé. Me coloqué sobre ella, poniendo el filo en su cuello.

-¡Dilo! – Rugí, presionando un poco más hasta ver una línea de sangre en su piel

-Estoy… orgullosa… ______. – Una sonrisa demencial brotó de mis labios.

-Es tu culpa que Chuck haya muerto. Es tu culpa que estemos aquí. ¡Todo es tu culpa! – Bajé el tono, casi susurrando, y me acerqué a su rostro. – Es hora de pagar, madre.

  Fue un corte perfecto. Su sangre caliente salpicó un poco en mi cara y en mi ropa, mezclándose con la que ya tenía.

-________... – Giré para ver a Newt horrorizado. - ¿Qué… has… hecho?

  Corrí a abrazarlo. Ni yo lo sabía. Sólo… quería vengarme. Y lo hice. 

  Hombres y mujeres entraron armados a la habitación, creando un gran alboroto. Todos nosotros nos mantuvimos quietos; yo no sabía qué esperar de estas personas. Dispararon a las ventanas donde observaban los Creadores, haciendo volar los cristales en todas direcciones. Un hombre se acercó al grupo; Newt me llevó con los demás para saber qué estaba sucediendo.

-No hay tiempo para explicaciones. Síganme y corran.

  La mayoría dudó.

-¡Corran! – Ordenó otro de ellos.

  Atravesamos un largo pasillo, subimos escaleras, otro pasillo. Al pasar las puertas, una lluvia intensa caía desde un cielo negro. ¿Dónde estábamos?

  Nos guiaron a un viejo y destartalado autobús escolar, que supuse sería nuestro medio de escape. Newt se giró para hablarme.

-No te separes. No sueltes mi mano, ¿sí? – Asentí. 

  Se armó un lio al intentar subir al transporte; éramos unos de los últimos y nos tocaron los asientos del fondo. Yo me acurruqué en el pecho de Newt pensando en lo que había hecho. ¿Cómo pude matar a esa mujer, que era mi mamá? No lo hice a propósito, esos sentimientos de ira me controlaron. 

  Unos movimientos por delante del colectivo llamaron mi atención: una anciana de aspecto terrible se lanzaba directo al vehículo, gritando como loca.

  El conductor, que parecía el líder, pisó el acelerador, y en un segundo las ruedas pasaron por encima de su cuerpo dándonos unas sacudidas violentas.

  Tenía el corazón oprimido; por Chuck, por la muerte que causé, por la anciana, por todo. Mis manos se aferraban con tanta fuerza a la camisa de Newt que mis nudillos se tornaban blancos. La lluvia golpeaba la ventana; los murmullos se oían por aquí y por allí.

  Me concentré en los latidos del corazón de Newt. Seguí el ritmo en mi mente. Entré en un estado de tranquilidad de tal magnitud, que no tardé en quedarme dormida. 

------------------------------------------------------

Cumplí sus órdenes c:

Gracias por comentar, siempre me hacen reír y me recuerdan que tengo que seguir la novela por ustedes :) graciaaas! 

[#2] The Maze Runner: Life Goes On (Newt y Tú) Correr o MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora