[#2] The Maze Runner: Life Goes On (Newt y Tú) Correr o Morir

Capítulo 9

Minho me abandonó porque debía ir a la Sala de Mapas; me encontré con Newt y Thomas en la puerta oeste, y me uní a ellos para comer. 

-¿De qué hablan, shanks?

  Newt le dio una mirada de duda a Thomas, para confirmar si podía enterarme de las cosas. El morocho asintió.

-Necesitamos los recuerdos de Tommy. Iremos a ver a la chica. – Newt se puso de pie para pasar su brazo por mi cintura. - ¿Vienes?

-Claro. – Sonrío.

  La chica se veía saludable, Clint aseguró que mejoraba cada día y podría despertar en cualquier momento. Repetía palabras ininteligibles, cosas relacionadas con los Creadores y el nombre de Thomas.

  El chico atrajo una silla junto a la cama; Newt y yo permanecimos de pie uno junto al otro.

  De repente, el morocho saltó de la silla, haciendo que ésta termine en el suelo. 

-¿Qué pasa? ¿Recordaste algo? – Newt se acercó a él. Thomas sólo miraba confuso a todos lados.

-¿Dijeron algo antes de que me parara?

-No… - Respondí. - ¿Te sientes bien?

-Les juro que escuché un nombre. Teresa.

  Genial. Sabíamos su nombre, nada más. Pero Thomas volvió a sobresaltarse, lo que nos preocupó más. Se alejó de la chica rápidamente y la miraba como si fuera algo de terror.

-Ella… me está hablando. ¡Recién dijo mi nombre!

-Tommy, siéntate. ¿Qué rayos estás diciendo?

  Corrí a su lado; el chico se tapaba los oídos y parecía bastante aterrado. De pronto se levantó, y se fue por la puerta, ignorando las preguntas de Newt.

  Observé por la ventana cómo desaparecía entre las puertas del Laberinto. Aún era de día, tendría tiempo para volver… 

-Eso fue… raro. – Volteé y Newt estaba observando detenidamente a la chica que yacía inmóvil.

-Si, la verdad es que sí. ¿Acaso… estás interesado en ella?

  Le di la espalda y fingí ofenderme, apuntando con la cabeza a “Teresa”, si es que ese era su nombre. Newt me sonrió y me abrazó por detrás.

-Sabes que sólo tengo ojos para ti. Pero este es un tema más delicado.

-Lo sé, shank. Me divierte molestarte.

-¿Ah, sí? Pues sería una pena que alguien terminara en el Cuarto Oscuro por molestarme. Por si no lo recuerdas, soy el segundo al mando aquí. Debes obedecerme.

  Reí para apretarnos más. 

  Creo que tanta de esa bebida especial que preparaba Gally nos dejó a todos un poco mal, porque reíamos como locos incluso con los chistes más malos que contaba Minho. Sin dudas, debía dedicarse a otra cosa.

  Newt se quedaría con Alby esta noche, y tuve que recurrir a mi árbol para sentirme bien. Trepé como solía hacerlo, y me acomodé en mi rama favorita. Las estrellas brillaban en el cielo, y estaba muy lejos del sueño como para dormirme.

  Alguien me empujó y caí hasta el suelo.

  Dolorida, me reincorporé para ver al culpable. De un rápido vistazo, vi que no tenía ninguna herida grave, salvo un par de raspones y algún que otro punto donde emanaba un poco de sangre. Agudicé el oído y escruté en la oscuridad, descubriendo algo o alguien que se movía a mi derecha.