[#2] The Maze Runner: Life Goes On (Newt y Tú) Correr o Morir

Capítulo 20

Empezaron los preparativos: escaparíamos esta noche. Se repartieron mochilas con provisiones racionadas y una botella de agua para cada Habitante que se había sumado al plan, mientras que los que decidieron quedarse observaban con mala cara. Distribuimos la mayor cantidad de armas, más las que estaban creando algunos chicos.

  Con Minho y los demás corredores nos tocó ir a asegurar la Fosa de los Penitentes. La tarea era sencilla: atar piedras a lianas y lanzarlas hasta el hueco invisible que formaba la salida.

  No podía faltar una última comida antes de la batalla.

  Alby aceptó venir con nosotros, y ahora se encontraba a mi izquierda mirando atentamente su plato. Por la derecha, Newt estaba absorto en sus pensamientos.

- ¿Qué opinan de la situación? – Al preguntar, ambos levantaron la vista. Pasé la mirada de uno al otro.

- Shuck. Esto es una mierda. – Dijo Alby.

- Ya es tiempo. – Anunció Newt mirando el reloj de su muñeca.

  El grupo se juntó en la puerta oeste, a la espera de nuevas órdenes. Minho sugirió dar unas “palabras de aliento”, y le concedieron su petición.

- Tengan cuidado. No mueran.

  Por la expresión de algunos de los chicos, podríamos reír. Pero nadie se atrevió. 

- Genial, se ve que todos tenemos una inspiración del demonio. – Admitió Newt. Señaló el Laberinto a sus espaldas. – Después de dos años de ser tratados como ratas, hoy vamos a resistir. Esta noche, vamos a enfrentar a los Creadores, sin importar cuanto tengamos que luchar para llegar hasta allí. Hoy los Penitentes se llevaran el susto de sus vidas.

  De a poco, surgieron gritos de entre la multitud. Un atisbo de valentía y esperanza me llegó: a pesar de que quizás moriríamos, todos se mantenían firmes y decididos a encarar lo que viniera. Tenía miedo, aun así lo dejé de lado.

  Me uní al rugido de guerra, levantando mi machete al cielo al igual que todos. 

- ¡Creadores, estén atentos! – Gritó Newt. - ¡Allá vamos!

  Se adentró velozmente entre los oscuros muros, seguido de más de cuarenta Habitantes. Di un último vistazo al Área: no echaría de menos este lugar. Algunos de los que se quedaban observaban cómo nos alejábamos.

  Media hora después, Minho empezó a guiarnos, y Newt ralentizó su marcha para quedar a mi lado. 

- ¿Qué tal lo llevas, Newt? – Pregunté mirándolo por un segundo. La respiración era un poco más dificultosa, a pesar de no estar cansada.

- Bastante bien, diría yo. Esto sigue siendo tan agotador como antes. – Miré su pierna. Un triste recordatorio de malos momentos que prefiero no ver. 

- ¿Asustada? 

- Algo. ¿Tú no?

- Un poco. – Nuestras miradas se unen, y me ofrece su mano.- ¿Juntos?

- Juntos. – Junto la mía con la suya.

  La marcha se hizo más lenta y nos avisó que estábamos llegando. Nos adelantamos hasta la cabeza del grupo, con Minho levantando la mano indicando que frenemos. Thomas también se acercó, seguido de Teresa y Chuck.

  Unos ligeros sonidos me alertaron. Avancé hasta la siguiente intersección que formaba una T, donde al final se encontraba el Acantilado. Con mucho cuidado asomé la cabeza lo suficiente, y ese pequeño cúmulo de valentía que tenía se esfumó al ver a más de diez Penitentes aguardaban custodiando el agujero. El miedo me estaba dejando paralizada.