DOS

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Que extraño reencuentro

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Que extraño reencuentro

DOS SEMANAS habían pasado desde que pisaron Forks, hasta ese momento lo único que las dos chicas habían hecho era estar en casa y ver dibujos animados, comer y dormir

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DOS SEMANAS habían pasado desde que pisaron Forks, hasta ese momento lo único que las dos chicas habían hecho era estar en casa y ver dibujos animados, comer y dormir. Hace ya varios días que había estado pensado en ir a visitar su vieja casa, quería mostrarle a su pequeña donde había vivido y pasado los mejores momentos de su vida junto a su hermana.
Se sentía una cobarde por no buscarla, tenía miedo pero sabia que tarde o temprano tendría que hacerlo.
Rowan se encontraba en la habitación de su hija, vistiendola para ir de visita, dentro de ella tenía un extraño presentimiento que no podía descifrar si era bueno o malo, se preparó mentalmente por si acaso.
Mientras cepillaba el cabello de Harriet se dedicaba a darle indicaciones de lo que tenía que hacer y que no, se aseguró de alimentarla lo suficiente para que no tuviera sed frente a personas y todo se volviera un horrible caos.
Hasta hace poco se dio cuenta que en su garage tenía un auto que Ethan se había encargado de comprarles para que no pagaran taxi cada que quisieran salir.
Mientras la pequeña cantaba una canción que sonaba en la radio, Rowan no podía dejar de sentir aquella inquietud, pensó que quizá haya sido mala idea haber ido pero ya no podía echarse para atrás, en ese momento hubiera sido necesario alguna visión.
Sus ojos se llenaron de nostalgia al parar frente a su antigua casa, por su mente pasaron miles de recuerdos y no pudo evitar sonreír. La joven rubia bajo del auto para después ayudar a su pequeña a bajar, ambas caminaron tomándose de las manos hasta la puerta de entrada donde dudó un poco en si tocar o irse, no lo pensó mucho y a los segundo se encontró a ella misma golpeando suavemente en espera de que alguien le atendiera. Sintió una presencia del otro lado que seguramente se preguntaba quien lo visitaba aquel día, la puerta fue abierta poco a poco dejando ver una cabellera oscura con ligeras canas que anunciaban su avanzada edad. Los ojos del hombre miraban a la joven sin comprender de quién se trataba hasta dentro de unos segundos en los que sus ojos se llenaron de sorpresa al ver a aquella chica que creyó muerta en alguna parte del mundo, sin decir nada abrió sus brazos rodeando su pequeño cuerpo, sintió como su lecho subía y bajaba evitando el llanto.

- Mi Lizy - murmuró en un hilo -, has vuelto - se separo para verla una vez más -. ¿Como, cuando?

- Hace unos días - se encogió de hombros, su rostro tenía una sonrisa -, he vuelto para quedarme - aseguro.

MI DESTINO ERES TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora