Han pasado unos años desde que Rowan dejó atrás a su familia, ninguno de ellos tenía conocimiento de donde se encontraba o si todavia estaba con vida.
Fueron muchos los años en los que ellos la esperaron pero jamás regresó, aún así Bella fue la únic...
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Se hundieron en el mar.
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PERMANECIÓ AL LADOde su hermana toda la noche hasta el amanecer. La familia Cullen se mantenía en su sala de estar a la espera de que Alice regresará a casa y tuviera una respuesta para lo que acaba de pasar. Antes de irse y buscar a otros vampiros quisieron esperar un poco pero sus esperanzas de que vuelva se estaba agotando. Ella no volvió. Rowan miraba como todos se mantenían en su mente, había escuchando la historia y lo que había sucedido mientras ella estaba dormida, Jacob estuvo a su lado escuchado todo sin entender a que se debía la huida de los dos miembros hacia lo desconocido. La joven rubia se sentía mal por ellos, comprendió entonces que quiza así se habían sentido su familia cuando ella se fue de casa sin dar ninguna explicación, quizá Alice vio algo que le perjudicaba y por eso se había ido o quizá tenía muchas más respuestas que ellos y trataría de encontrarlas para ayudarlos. Una suave brisa acompañó los pensamientos de Rowan la cual se había sumido en una pequeña visión que no sabia como descifrarla, nadie se había percatado de que la joven rubia había caído semi inconsciente en los brazos de Bella, la castaña acariciaba su cabello casi por inercia tratando de calmar sus propios nervios. La rubia miró a su alrededor frente a aquel mar, un joven alto de piel morena miraba al mar con un expresión de extrañeza. Sacudió su mente y regresó en si fijando su vista en su hija, la niña descansaba sobre los brazos de Jacob junto a su prima, ambas dormían tranquilas al igual que Jacob que roncaba ligeramente sin aturdir a los demás.
— Alice — murmuró Edward, la vista de todos se posaron en él.
Su voz había sonado como el hielo al fracturarse, Rowan sintió un escalofrío recorrele la piel, casi pudo sentir como algo dentro de cada Cullen se facturaba, quebrandolos y tranquilizandolos a la vez, de un segundo a otro todos estaba nuevamente en movimiento, como si aquellas horas no hubieran pasado en lo más minimo.
— Ha estado fuera mucho tiempo — murmuró Rosalie, sorprendida.
— ¿Donde habrá estado? — Emmett había estado al lado de su esposa esperando a que alguien hiciera algo, dio un paso hacia la puerta queriendo salir en busca de su hermana pero Esme lo detuvo.
