Han pasado unos años desde que Rowan dejó atrás a su familia, ninguno de ellos tenía conocimiento de donde se encontraba o si todavia estaba con vida.
Fueron muchos los años en los que ellos la esperaron pero jamás regresó, aún así Bella fue la únic...
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Te he descubierto.
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ROWAN SE DEJO manipular por el don de Jasper, en aquel momento necesitaba más calma de lo que alguna vez deseo. El rubio finalmente se sentía tranquilo al confirmar que su poder no fallaba, aún así quería preguntar el porqué no había podido manipularla y su furia contagió a todos de tal manera que les creo aquella terrible jaqueca.
— Tu silencio habla mucho más, Jasper — lo llamo la rubia haciéndolo dar un brinco.
— No quiero incomodarte — se acerco más a ella quedando a su lado.
— No lo haces — Rowan giro su cabeza para verlo a los ojos.
— ¿Por qué no pude controlarte? — pregunto casi en un susurro.
La rubia sonrió bajando la mirada, sus mejillas se habían puesto rojas por manteles demasiado tiempo la mirada, aquello contagió la sonrisa a Jasper que no podía dejar de verla fascinado.
— No lo sé — respondió con simpleza —, Ethan me ha dicho muchas veces que un descontrol de mis emociones podría generar un caos — levanto la mirada nuevamente.
— Tus emociones eran difíciles de descifrar en aquel momento, no sabía cuál controlar primero y además de ello nos creaste una gran jaqueca que nos hizo perdernos por unos segundos — explico confundido.
— Aquello nos hizo desprotegerlos, no nos dimos cuenta cuando el lobo llegó — Emmett se atrevió a meterse a la conversación, también quería tener conocimiento sobre la joven rubia.
— Lo siento — mencionó avergonzada, sentía una gran culpa crecer dentro de ella.
— No tienes porque disculparte — aseguro el pelinegro —. Nos diste un buen susto, afortunadamente estás bien.
— ¿Y ustedes lo están? — cuestionó sin apartar la mirada de Emmett, de alguna manera le recordaba a Ethan.
— Estamos un poco confundidos — miro hacia su hermano, la mirada profunda de la chica lo intimidaba un poco —, pero todo bien, no debes preocuparte — le aseguro volviendo a mirarla con una cálida sonrisa.
