Han pasado unos años desde que Rowan dejó atrás a su familia, ninguno de ellos tenía conocimiento de donde se encontraba o si todavia estaba con vida.
Fueron muchos los años en los que ellos la esperaron pero jamás regresó, aún así Bella fue la únic...
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Miedo
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DECIR QUE TENIA MIEDO ERA POCO, Rowan estaba aterrada de lo que podria suceder en las próximas horas. Después del incidente en la casa Cullen con los vampiros queriendo huir por miedo, el gran díafinalmente había llegado. Era demasiado evidente la tensión que circulaba alrededor de la casa, afortunadamente todo aquello se esfumó cuando Harriet comenzó a repartir regalos a todos los vampiros forasteros, ninguno pudo evitar no caer ante la gracia, belleza y ternura de la pequeña rusa que esperaba frente a cada uno hasta que abrieran sus regalos y dieran las gracias, la única excepción, y que Jasper evitó a toda costa que se acercara, fue a Amun que aún mantenía aquella mirada asesina sobre todos. Aquel día se sentía algo extraño en el ambiente, o al menos eso pensaba Rowan al ver a su hermana bastante nerviosa. Hace algunos días había tenido una pequeña visión dentro de la habitación de Jasper, la cual le mostraba nuevamente aquella hilera de capas negras caminando con elegancia sobre la nieve, no pudo saber exactamente que día llegarían por lo que tres hombres de la familia Cullen recorrían todos los días el prado para verificar que no habían llegado aún. Desde entonces no quedaba más que esperar a lo que sea que estaba por venir.
— Estas nerviosa, podrías hacerte daño — murmura Jasper detrás de la rubia que miraba por el ventanal de su habitación.
— Solo has que se vaya, no puedo controlarlo yo misma — confesó con voz cargada de frustración.
— Todo va a estar bien — se acercó para abrazarla —, no dejaré que nadie les haga daño — afirmo dejando un camino se besos por su hombro.
Rowan pensaba en si era buen momento para tener una especie de despedida, ella no estaba lista para tal cosa pero no estaban seguros de lo que pasaría y a pesar de que confiaba en las palabras de Carlisle que le había confirmado una y otra vez que todo estaría bien, y que la necesidad de llegar a luchar no se presentaría, aún así tanto ella como el chico rubio permanecían juntos en toda clase de sentidos, ni siquiera permanecían más de cinco minutos lejos de Harriet que conversaba con Jacob. Dentro del bosque, la nieve comenzaba a esparcirse una vez más con aquella fría nevada que recibiría a los de capas negras, se acomodaron en una tienda a unos cuantos metros donde mantenían a las niñas lejos y a salvo. Rowan jamás imagino que así pasaría el año nuevo, ella se habia imaginado en casa con su pequeña familia comiendo o viendo alguna película infantil, pero en cambio se encontraba esperando a las personas que posiblemente le pongan final a su existencia.
