La vida de Sky Lerman se ha basado en tener una tragedia tras otra, algo sin fin como intentar contar todas las estrellas.
Sky nunca esperó que después de huir de casa su vida diera un giro drástico. Justo ahora no sabe cómo terminó viviendo en la...
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Sabes en el momento en que estableces una conexión con alguien, se vuelve parte de ti y desde ese momento le agregas más peligro a tu corazón. Dejar entrar a una o más personas en tu vida, significa aceptar que tarde o temprano puedes perderlas.
Ayer, cuando fuí a dormir después de la maravillosa noche que pase junto a ellos, me di cuenta de que establecí una conexión. Layla, Isaac y Jasper sembraron semillas en mi corazón y temía que de eso brotara el dolor, como todo en mi vida.
— ¡Cariño! —grita Jasper al otro lado de la puerta.— Rebecca no va llevarlas hoy, le presto el auto a Isaac que es un jodido impaciente y espera por nosotros.
Me parece innecesario el "cariño", pues no había nadie con quien fingir. Al abrir la puerta encuentro a un chico con una camiseta negra en la que se lee: Púdrete mundo. Lleva pantalones vaqueros algo anchos y tenis sencillos. Sus rizos están húmedos, y apenas me ve se sacude cual perro. En los últimos días su pasatiempo favorito ha sido irritarme.
— Sigues siendo pésimo con los apodos de pareja. —Cierro la puerta detrás de mi. Ambos nos dirigimos hacia las escaleras.
— ¿Amada mía?
— Si, eso estaría excelente si fueras el señor Darcy.
— Soy Romeo, tómalo o déjalo.
— Lo dejo, sería una tragedia el final. Alguno debe quedar vivo para ver el amanecer.
— Entonces haré lo posible por ser yo quién reciba las heridas mortales.
Me detengo al comienzo de los escalones, miro a Jasper y por una milésima de segundos siento que grita algo mas a través de su ojos azulados. Él me sonríe y continúa su descenso, dejándome ciertamente confundida.
¿Por qué me dice ese tipo de cosas?
La idea de que siente algo más pasa por mi cabeza, pero siento ganas de reír enseguida. Vamos, es Jasper; me miro como si fuera un costal de papas el día que llegue. Solo está en el papel de novio, solo finge.
Al salir por completo de la casa me aseguro de dejar todo con llave. Cuando subo al auto veo a Isaac de conductor y a Layla de copiloto. Grande es mi sorpresa cuando veo a Jasper junto a mí.
— ¿No iras en tu motocicleta? —pregunto.
— No, hoy quiero... quiero... un viaje en parejas, si, eso. Un viaje de doble parejas, igual que eso de las citas dobles.