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Fueron días agotadores.
La madre de Sky despertó, pero estaba fuera de control. No quería ver a nadie, aún tenía efectos en sus crisis nerviosas el no consumir drogas.
Sky no logró entrar, apenas se detuvo en la puerta cuando escuchó sus gritos, ella empezó a llorar desconsoladamente.
— No puedo... —dijo, toda la situación estaba acabando por destruirla.— No soy tan valiente, ya la he visto así y no creo poder ser de apoyo para ella. No puedo, lo siento.
Pedía perdón a todos, como si de verdad creyera que merece ser condenada. Sólo tiene dieciocho años, ella no tendría que estar viviendo esto.
— Julieta. —Tomé su rostro entre mis manos.— No tienes que hacerlo, no tienes por que sentirte culpable. Eres humana, está en todos tener cierto límite para nuestra corazón, está en todos ser débiles a veces.
Sus ojos grises me daban órdenes involuntarias de hacer lo posible por ayudar a que ella dejará de llorar. Sus ojeras eran notorias, sus labios estaban secos y la falta de comida se notaba en su piel pálida.
Su madre pasaba los días con calmantes, hasta el momento de su recuperación.
Mi progenitor se hizo a un lado y puso a cargo a un médico conocido, este último nos dice que durante esto días se encargarán de limpiar su sistema y darle los medicamentos necesarios.
— Aunque creo seriamente que deberian llevarla a una centro de rehabilitación. —Anota algo en un papel. Conocí a este hombre cuando era un niño.— Jasper, está clínica está afiliada a la nuestra. Podría decirte que es la segunda mejor de la ciudad, se que a través de ellos la señora Lerman podría tener una pronta recuperación.
El doctor Evans, confiaba en él por extraño que pareciera, aún mas que en mi padre. Así que debía pensar en cómo decirle a Sky la decisión que debía tomar.
Por la tarde nos informan que su cuerpo está mostrando una mejor recuperación, la señora Lerman ya no hacía escándalos a la hora de sus medicamentos. "Se rindió", dijeron las enfermeras. Aún así no quiere ver a su hija y ella tampoco quiere presionarla por miedo a perderla.
— Las cosas no siempre fueron así —dice cuando vamos a tomar un café.
— Puedes contarlo, Sky. Seré el mejor confidente si me lo pides.
Parece pensarlo durante largos segundos, como si contar sus problemas fuera pesado para ella. Talvez llevaba tanto tiempo conteniendo todo ella sola, que expresarlo era tan difícil como enfrentarlos.
— Alguna vez todos fuimos inocentes, sabes. Recuerdo que aunque nos faltara todo, ambos creían que con su amor las cosas estarían bien, eran una pareja joven. —Suspira, algo siente al comenzar a soltar un poco del peso— En mi caso era una niña, no sabía que eran los lujos, no sabía que existía la pobreza y para mí mi vida estaba bien.
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Contando Estrellas
Novela JuvenilLa vida de Sky Lerman se ha basado en tener una tragedia tras otra, algo sin fin como intentar contar todas las estrellas. Sky nunca esperó que después de huir de casa su vida diera un giro drástico. Justo ahora no sabe cómo terminó viviendo en la...