La vida de Sky Lerman se ha basado en tener una tragedia tras otra, algo sin fin como intentar contar todas las estrellas.
Sky nunca esperó que después de huir de casa su vida diera un giro drástico. Justo ahora no sabe cómo terminó viviendo en la...
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— ¡Sky!
Levanto la mirada asustada cuando escucho mi nombre en un grito con miedo.
Jasper está a la mitad del camino de adoquines, corre como si la vida se le fuera en ello. La mirada de terror que tiene hace que se me congele la sangre. Algo va mal.
Siento pasos detrás de mí, mi mente me grita que reaccione y abra rápido el gran portón. Sin embargo algo me obliga a girar y ahí está, quieto a la mitad de la calle.
Un chico alto y delgado, la gorra está hacia abajo cubriendo su cara pero logro ver su boca. Sonríe, envía cadenas de miedo alrededor de mi pecho con esa simple acción.
De pronto me hace una venía y corre hacía la esquina de donde bajé, por donde él mismo vino. Siento detrás de mi los pasos veloces de Jasper y me giro poniendo la mano sobre el pasador que te permite abrir la entrada.
— ¡¿Qué haces?! —grita entre furioso y preocupado.
— Se fue —Una lágrima víctima del miedo cae por mi mejilla.
— ¡¿Y?! Debemos atraparlo, te estaba siguiendo. Pudo hacerte daño.
— ¡Es peligroso!
De igual forma forcejea con el pasador intentando abrirlo.
— ¡Jasper!
— ¡Maldita sea, Sky! —se aleja del gran portón respirando con dificultad
Patea al aire con con rabia, frustración.
— No voy a permitir que te arriesgues por nada —expreso preocupada. Aún mantengo mis manos sobre el gran portón—. Ten un poco de cordura.
Sus ojos azules voltean a verme furiosos. Pasa las manos por sus rizos y le cuesta hallar su voz.
— Julieta, tú no eres sinónimo de nada según mi cordura —dice con dificultad.
Las palabras hacen mella en el fondo de mi alma. Nos quedamos unos segundos mirándonos, intentado descubrir la manera de descifrar al otro.
Hasta que parece un poco más calmado. Yo supongo que el extraño ya debe de estar lejos. Así que con rapidez quito el pasador y entro. Tengo miedo, admito que lo que pasó me preocupa mucho. Pero justo ahora solo quiero que vuelva el Jasper pacífico.
Él me mira directo a los ojos, lo cuál me pone aún mas nerviosa. No parece hallar razón a haberlo detenido y aún se ve molesto.
Atrás queda la tarde que pase junto a Joshua. Me llevó a un refugio de animales, él vive haciendo actos de caridad y participa en todo que proteja el medio ambiente. Por eso siempre viaja mucho. No me invitó con dobles intenciones, es sólo que él y yo pasamos por un par de cosas. Merecíamos una tarde juntos para saber que nuestras vidas marchaban bien.
