La vida de Sky Lerman se ha basado en tener una tragedia tras otra, algo sin fin como intentar contar todas las estrellas.
Sky nunca esperó que después de huir de casa su vida diera un giro drástico. Justo ahora no sabe cómo terminó viviendo en la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✦───────⊱✦⊰───────✦
De repente el cuerpo de Jasper es alejado de mi. Un chico lo toma por el brazo y le propina un fuerte golpe en el rostro; logrando que se gire aturdido hacía un costado.
Apenas Jasper se da cuenta de lo que acaba de pasar, se endereza y sonríe.
¿¡Pero quién diablos sonríe en una situación así?!
No entiendo el porqué hasta que tira un puñetazo que logra desequilibrar a su contrincante. Se va contra él y ambos caen al suelo. Pronto la gente hace un circulo alrededor y me empujan. Los pierdo de vista, así que me abro paso entre una masa de cuerpos y mal olor. Cuando estoy frente a ambos otra vez, veo a Jasper sobre el otro chico.
Uno, dos y tres puñetazos. Pobre rostro.
— ¡¿QUIÉN TE ENVÍO?! —grita Jasper al detenerse un momento.
Estoy a punto de tomarlo por el brazo, cuando se aproximan otros dos chicos y lo hacen antes que yo.
Siento pánico cuando veo que el desconocido se pone de pie y le da un derechazo a Jasper. La manera en que impacta en su nariz me hace estremecer de miedo. Después va por su estómago.
El terror me invade.
— ¡NO! —grito.
Él hace esfuerzo por librarse, pronto su rostro sufre las consecuencias. Desde aquí veo su nariz llenarse de sangre.
No lo pienso dos veces y estoy apunto de correr hacía el trío de idiotas que golpea a Jasper, cuando siento unos brazos rodearme.
— ¡Espera! —No reconozco la voz, ni a quién me detiene.
Entonces, como ángel caído del cielo, veo a Isaac aparecer y lanzarse sobre uno de los chicos. Cuando Jasper se libera lo primero que hace es mirar hacía mi, y me sonríe otra vez.
Con sangre y todo, articula un "estoy bien".
¡Si será estúpido!
Ambos amigos empieza una pelea dividida con dos de los cobardes. Pero el tercer cobarde parece dispuesto a volver a jugar sucio, pues intenta agarrar a Jasper.
— Ni lo pienses —digo a la nada. No se quién me retiene pero recibe un fuerte codazo de mi parte.
Corro hacía él y salto sobre su espalda.
Que comience la guerra.
— ¿¡Estás loca?! —grita Jasper al verme en medio de la pelea.
— ¡Quítate de mi, perra! —Comienza a moverse de un lado a otra para hacerme caer, pero yo me prendo como garrapata.