Capítulo 10

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—  Jasper. Estoy estúpidamente enamorada de Jasper Lewington.

La noticia me toma desprevenido. Isaac a mi lado me mira con mas sorpresa que la que yo tengo. ¿Sky enamorada de mi?

¿Cuando? ¿Cómo? ¿Por qué?

— ¡Oh por todos los cielos! —escuchamos que grita Layla.— ¡Lo veía venir! Isaac me dijo que algo se traían ambos, en la fiesta estaban juntos cuando comenzó la pelea. ¿Coincidencia? No lo creo.

Volteo a mirar a mi tonto amigo, quién sonríe incómodo por ser delatado. Le dije que dejara el tema en paz.

— ¿De Jasper? ¿El grosero, maleducado y frío Jasper? —pregunta anonadada. Es la voz de Rebecca.

¡No soy maleducado!

Bueno, escuchar una conversación muy ajena detrás de una puerta no es muy educado de mi parte.

Todo iba bien hasta que llegué e Isaac dijo que Layla quería su libro de regreso. Últimamente es gracias a Layla que apruebo las materias. En fin, él quería hablar con ella pues ambos estaban un poco molestos. Así que la excusa perfecta fue el libro. Pero nos dimos cuenta que ellas hablaban en la habitación de Sky, así que sin querer terminamos escuchando toda la conversación.

Las voces de Haden y Ryan llegan hasta nuestros oídos, al parecer estan subiendo las escaleras. Isaac y yo nos apresuramos a volver a nuestro lado de la casa. Ambos entramos despavoridos a mi habitación y cerramos la puerta con pestillo.

— Vaya, hermano. —dice él. No parece tan sorprendido como yo.

¿Que en el infierno hizo que Julieta fuera a enamorarse de mi?

Siendo sincero estaba seguro de que le gustaba Haden.

— ¿Nunca notaste algo cuando compartían el mismo oxígeno? —pregunta Isaac, se esta burlando de mi.

— Callate. —digo incómodo.

En otra situación yo estaría alardeando de una nueva conquista. Pero esto era diferente, Sky y yo somos polos opuestos.

— ¿Seguro que no le diste alas?

¿Alas?

— ¡Lerman, Lewington, no es momento para jugar a Romeo y Julieta! —gritó el profesor desde una esquina.

— ¡Mi Julieta está herida, profesor!

Ese día la ayudé por que era una buena excusa para perder la clase de gimnasia. Pero algo dentro de mi me obligó a acompañarle a la enfermería, regresé por ella y hasta ahora no entiendo el porqué. ¿Tanta fue su gratitud que comencé a gustarle?

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