37

121 9 0
                                    



''Pusiste a todo Bronx sobre ella.''



Parte 2




''Bueno, vamos a repasar el plan de nuevo." Repetí en el teléfono, dando vueltas por la habitación.



Kelsey suspiró con fuerza en el otro extremo. "¿Puedes por favor cálmarte, _? Lo hemos revisado por lo menos diez veces. Nada va a salir mal." Aseguró convencida. "Ahora ve a prepararte."



Me mordí las uñas. "¿Qué llevas puesto?" Traté de sonar casual, como si esto no me siguiera comiendo viva.



"¿Estoy usando mi vestido rosa, ¿y tú?" Informó feliz ya que -por fin- cambié de tema.



"Vas a ver más tarde. Estoy preparando un conjunto adecuado, así que no me siento fuera de lugar, como la otra vez." Me reí para mis adentros, poniendo un par de diferentes blusas sobre el pecho para comprobar cómo se veían en el espejo. No voy a ir allí toda cubierta como una monja de nuevo.



"Hmmm ... bien. ¿Mi vestido es adecuado para la ocasión?" Ella se echó a reír y pude imaginarla intentandolo por enésima vez.



"Por supuesto, los chicos estarán sobre ti." Me reí, se relajó por primera vez hoy.



"Yo sólo quiero un hombre sobre mí." Ella se rió haciéndome casi vomitar.



"Para Kelsey, en serio."



"Bien, bien. Te recogeré en una hora, guuuuurl." Ella cantó antes de terminar la llamada.



Me reí de mí misma de nuevo y dejé caer el teléfono en mi cama. Me metí en el interior del cuarto de baño, terminé secado mi pelo mojado -una actividad que había interrumpido por llamar a Kelsey- e hice grandes rizos en los extremos. Una vez que terminé, me peiné hacia atrás el flequillo, fijandolo en la parte superior de mi cabeza y dejando el resto caer libremente por mi espalda y mi pecho.



Después de aplicar la base y un rubor rosa pálido en mis mejillas, dudé con el resto de la composición. Yo no quiero parecer un pastel pero quería hacer algo un poco diferente. Tomando mi delineador de ojos negro, dibujé una línea fina de mi lagrimal hasta el final de mi ojo y un poco hacia arriba. Me puse un poco de rimel en mis dos pestañas superiores e inferiores, y sonreí al resultado. Parecía un poco atrevida pero muy lejos de lo que había visto de las chicas de Bronx. Miré mi lápiz labial rojo no utilizado de Estée Lauder y lo tiré dentro de mi bolso por si me decidía a usarlo más tarde.



Desenvolví la toalla que tenía alrededor de mi cuerpo, la tiré en el cesto y salí del cuarto de baño en ropa interior de encaje negro y rosa claro. No es que yo llevara ropa interior linda para nada en particular, pero, si el plan era dormir fuera esta noche, puedo también llevar algo bonito. Por si acaso.



Me abroché la blusa blanca que había elegido para esta noche, dejando un par de botones desabrochados. Rodando las mangas hasta los antebrazos, la metí por el interior de mi falda corta negra y comprobé la cremallera en la parte delantera si estaba asegurada. Contemplé mi reflejo en el espejo de cuerpo entero. ¿Lo que si me parecía barato? Yo había tratado de darle un toque de glamour, convencida de que no era para ir con pantalones vaqueros y una camisa a ese tipo de fiesta de nuevo.



Puse mis pies dentro de mis zapatos Louboutin de color rojo, até una gargantilla de oro con colgantes estrella alrededor de mi cuello. Lo comprobé yo misma una vez más, haciendo y deshaciendo el botón de la camisa que dejó mi escote al descubierto a un acuerdo con la versión del hecho. No soy tan atrevida. También me tiré mi falda hacia abajo para cubrir un poco más de mis piernas, hasta que llegó a una palma por encima de las rodillas.

B.R.O.N.X/ Manuel Turizo/ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora