El impulso de ser yo mismo el que la traiga fue fuerte, pero intente resistir lo mas que podía, no tendría que poner en peligro su vida sólo por mi capricho.
Son exactamente las 08:37am, cuando oigo el timbre de la puerta me apresuro a llegar a ella antes que cualquier sirviente. Al llegar respiro profundo antes de abrir para que no noten que los he estado esperando.
- nati 'iilaa majmueatik (Traemos su paquete) - cuando oigo a esta bestia frente a mi referirse de esa manera a ella me hierve la sangre.
La idea de llevarlo al sótano y enseñarle una lección se presenta en mi cabeza, pero alejo eso de mi mente al mirar detrás como el otro tipo la tiene como un saco de papas en su hombro, su mano esta muy cerca de su trasero y eso me cabrea aún más.
-¿Por qué la traen así? ¿Acaso no di órdenes? Le dije a su jefe que la tenía que traer en un carro y no dormida, ¿Qué creen que pensarán la gente al verlos a ustedes entrar de está manera?- interrogo con malestar - fui específico en las instrucciones que dí, asi que vayan a decirle a su jefe que hablaré con él después y que por si él no lo sabia, tengo una reputación que cuidar.
Me acerco hacía el que tiene a Daiana y se la arrebató de los brazos con cuidado de no lastimar su pequeño cuerpo.
-Ya es hora de que se vayan y haga el favor de decirle a su jefe lo que les acabo de decir - digo con voz dura, puedo sentir como ella se remueve en mi hombro y sé que está muy incómoda por está posición, así que sin decir un adiós, volteo y subo las escaleras.
En todo el camino hacía mi habitación siento que alguien camina detrás mío, pero no me detengo y tampoco prestó atención hasta dejarla en mi cama, cuando ya está acostada salgo del cuarto y me encuentro con uno de esos lacayos.
- Es que acaso no entendiste?- interrogo con molestia - no quiero verlos aquí, ¡Largo!- grito en un arranque de ira al recordar que fue él el que tenía de esa manera.
Él agacha la cabeza y habla - Lo siento señor, pero tengo órdenes directas de no dejarla sola - dice con cierto temor pasando por sus ojos y sé que está esperando temeroso mi respuesta.
- No quiero que la vuelvas a mirar y mucho menos a tocar, con un solo pelo que toques te voy a arrancar cada dedo de tus extremidades, si ella está aquí es porque yo así lo quise y si yo quiero puedo hacer que tú y tu familia estén bajo tierra con sólo una maldita llamada - amenazó sin controlar el sentimiento de rabia que aún tengo.
Cierro la puerta detrás de mí y caminó por el pasillo hasta bajar las escaleras, me dirijo a mi oficina y en mi cabeza pasan muchas veces lo que acaba de pasar hace un momento.
Puedo sentir mi sangre calentarse al no haber podido hacer nada en ese momento.
«««»»»
Hago algunas llamadas para dejar todo en claro de las nuevas exportaciones a un grupo de clientes y al ver la hora me doy cuenta que ya ha pasado un par de horas.
La idea de que ella ya esté despierta pasó por mi mente, así que salgo de mi oficina y me dirijo el cuarto.
- Vete - le digo señalando el pasillo por donde yo he venido, él parece pensar por unos segundos y asiente poco convencido antes de irse.
Cuando estoy abriendo veo la cama que sigue desatendida, pero no está ella, por inercia veo por el rodillo de mi ojo que un objeto se acerca en mi dirección así que agarró las manos que lo sostienen y mido un poco mi fuerza a saber que puede ser ella, pero eso no impide que tire con un poco de fuerza de sus manos hasta hacer caer el jarrón al piso el estruendo sé que se puede escuchar por toda el alrededor, sus ojos se encuentran con los míos y puedo ver que cada músculo de su cuerpo comienza a relajarse rápidamente al verme
Sabia que su acción pudo haberme costado unas semanas en un hospital, pero por alguna razón no la puedo castigar como lo haría con otras persona, porque entiendo que ella simplemente está asustada de estar en esta situación. Sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas y su nariz igual que sus mejillas se empiezan a enrojecer hasta que le dan la bienvenida a las gotas que comienzan a salir sin parar.
La atraigo a mi cuerpo sin importar que nunca había consolado a nadie antes. Sólo la abrazo sintiendo la calidez cuando su cuerpo se pega al mío.-Perdón - dice con su voz más rasposa.
- Tranquila - sólo eso puedo decir en este momento.
- No quería lastimarte... Es sólo que tenía mucho miedo - comenta como si no entendiera por lo que está pasando.
- No creo poder hacer algo para calmar tu dolor - digo sin pensar y siento como se remueve en mis brazos hasta mirarme a los ojos.
Ella es una de las pocas personas a las que no puedo descifrar con sólo una mirada, puedo saber que están pensando la mayoría de personas con sólo mirar sus ojos, pero por más que trató de ver dentro de ella es como si sólo ella pudiera darme el permiso de entrar a su mente
Su llanto cesa al pasar varios minutos y me suelta dando pasos hacia atrás.
-¿Qué estoy haciendo aquí?- pregunta mirando a su alrededor.
-Yo he llegado a un acuerdo con esa persona - comento sin importancia y puedo notar como repudia la idea de mencionar a ese hombre lo cual hace que sonría internamente.
-Quieres decir que has pagado mucho dinero por sacarme, ¿Verdad?- cuestiona esperando una respuesta de mi parte.
-Si gano dinero es para poder gastarlo cuando yo quiera y con lo que en verdad quiero gastar - y no es del todo mentira lo que le digo, porque aunque sabía que sólo gastaría esa cantidad y más sólo por ella aún tenia preguntas en mi mente, lo único que estoy 100% seguro es que ella debe ser mía, no me importa lo que tenga que hacer o el precio que tenga que pagar, ella tiene que estar a mi lado hasta averiguar qué es lo que ella tiene para que llame tanto mi atención.
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Al Compás De Tus Órdenes ©
Mystery / ThrillerNunca estuvo en mis planes conocer el infierno, pero lo hice. Su mirada podía hacerme conocer a sus más peligrosos demonios que han estado ocultos por mucho tiempo, fue inesperado, pero lo conocí. No sabía que algo podía hacer cambiar tanto a alguie...