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EZRA ANGHEL

Parece que mi mente está jugando de nuevo conmigo al hacerme verla, trato de limpiar mis ojos ante la incómoda broma de mi vista, pero aunque baje la mirada y la suba de nuevo, sigo viéndola.

- Demonios, dame un descanso - digo enojado conmigo mismo por las tantas veces que mi mente ha jugado conmigo poniendo su rostro en las personas o imaginando que está siempre frente a mi.

Escucho sus pasos alejarse y sin pensarlo la miro de nuevo mientras camina, me levanto de mi sitio rápidamente y cuando estoy a dos pasos de ella agarro su mano para voltear su cuerpo. Ella da media vuelta y me mira, no puedo ocultar la sorpresa y alegría que me causa encontrarla aquí justo ahora.

En realidad hasta hace poco pensé que ella se iría del país apenas tuviera la oportunidad.

-¿Daiana?- cuestiono como si no pudiera creer todavía que ella esté frente mío.

Su respuesta fue soltar mi mano bruscamente y mirar hacia atrás suyo, a los segundos se acerca un chico a nuestro lado lo cual me saca un poco de mis casillas.

-maedhiratan , hal yumkinuk eard shay' ma? (Disculpe, ¿Se le puede ofrecer algo?- pregunta apenas se detiene a lado de ella.

-'uriduk 'an takhtafi ean eaynay (Me gustaría que desaparezcas de mi vista)- le respondo sin una pizca de amabilidad.

Él baja su cabeza seguramente ya sabiendo quién soy.

-¿Qué fue lo que le dijiste?- pregunta ella con molestia mirando a su compañero con ¿Empatía?.

-No puedes mirarlo así- digo serio por solo pensar que ella se sintió mal por él como si le importara.

-Yo miro a quien yo quiera y de la manera que yo desee, si quieres comer te invito a sentarte en tu lugar, no por ser alguien importante te da derecho de tratar tan mal a las personas - la molestia que refleja su rostro me demuestra que tal vez me he pasado de la raya.

-Ni si quiera sabes que le he dicho, ¿Cómo sabes que ha sido algo malo?- cuestiono en defensa.

-Porque te conozco- responde deprisa como si fuera verdad.

- Eso no tiene nada que ver - reacciono y siento a mi amigo ponerse a lado mío.

- No tienes porque reaccionar así, el que se metió en la conversación ajena es él- defiende mi amigo como si estuviéramos buscando malos en esto, como niños pequeños.

- Se metió a defenderme, además te pido por favor que tampoco te metas - responde ella para mi sorpresa callando la boca del hombre a mi lado.

Nunca imaginé que ella podía decirle algo así a alguien justo en su cara.

-Daiana - la voz de su amiga irrumpe en la conversación haciendo que Daiana ponga su atención en ella.

Puedo notar cómo la tensión en ella se esfuma y la mira tan atentamente esperando hallar algo malo que la haga preocuparse, pero al ver de arriba a abajo sonríe.

-¿Has estado bien?- interroga en su dirección.

- Si, gracias a él- responde señalando a mi amigo. Daiana le da una rápido mirada a la persona que señaló y la volvió a mirar.

-¿Cómo saliste de ese lugar?- pregunta y su voz se pone más baja al referirse a ese sitio.

-Tuve suerte de encontrarlo - le dice de nuevo refiriéndose a Thomas.

Daiana asiente y baja la mirada para luego subirla.

-Siento no poder ayudarte Luci, si no fuera por él seguirías allí metida.

- Eso no tiene importancia ahora, lo que en verdad quiero saber es como estas después de todo - cuestiona y yo sé a que se refiere.

Tengo tantas ganas de callar su boca para que no pregunte cosas dolorosas justo en este momento.

-Estoy bien - dice la voz de mi pequeña mientras sonríe sin mostrar sus dientes lo cual se que lo hace cuando miente al respecto -¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué no regresas?- le pregunta en su lugar para no seguir preguntando.

Se nota lo incómoda que está en responder esa pregunta que también a mi me confundió al principio.

- Quiero quedarme - responde Luci con seriedad.

-¿Quieres?- cuestiona y mira mal a Thomas como si pensara que él la retiene - si necesitas ayuda puedes decírmelo- le dice acercándose a ella mientras agarra entre sus manos las suyas.

- Ya no soy la misma de hace unos meses Dai, me gusta este lugar aunque no haya tenido una buena primera impresión, él me ha enseñado lo bueno de este país- trata de explicar usando palabras débiles que no hieran a Daiana.

- Pero, ¿Qué pasará con tu familia y nuestra vida en Francia?- pregunta como si no aprobara la decisión de su amiga.

- Lo dejaré todo por un tiempo, he contactado a mi mamá para decirle que todo está bien y me dijo que tu familia piensa que estás muerta - su comentario causa que Daiana la suelte y transforme su mirada tierna en una fría.

-Yo no lo quise de esa manera - explica mirándome de reojo - pero estoy ahorrando lo suficiente para regresar, ¿Puedes venir conmigo?- pregunta intentando convencer a Luci para irse juntas, pero ella retrocede un paso sorprendiendo a Daiana, se le nota que esa acción no lo esperaba y menos si se trata de la chica que tanto defendía.

- Eso no será posible- contrarresta mirando a Thomas una vez más pidiendo ayuda, como si ella sola no pudiera decirle a su amiga lo que pasó.

Thomas se acerca a ella sin dudarlo y envuelve su brazo en la cintura de Luci de forma protectora.

- Estamos juntos ahora - dice al fin, me sorprende verlo tan serio en un tema que involucre una mujer, pero decido no opinar nada que haga que la situación empeore más de lo que ya está.

Una sonrisa se asoma en los labios de Daiana lo cual me confunde, pero trato de entender el porqué.

-Deben estar bromeando- opina como si fuera muy gracioso los que acaba de escuchar - Luci dime que no es verdad - pide, sus cejas se fruncen y entiendo perfectamente lo que está pensando ahora.

- No tengo porque darte explicaciones de lo que hago - dice de forma hostil.

- Luci, este chico es peligroso - dice como si su propia amiga no supiera - todos los que rodean a él son peligrosos - explica señalando mi rostro.

- Al menos debes bajar la voz, aunque nadie te entienda, no sabes quién pueda estar vigilando - le advierto esperando que no diga demasiado.

- No sabes en lo que te metes- dice ignorando por completo lo que dije.

- Yo sabré cómo solucionar todo, no te pido que lo entiendas, solo que no me juzgues porque después de todo, tú escogiste lo mismo en el pasado - las palabras de Luci son duras para conseguir que Daiana no diga más y eso me disgusta, pero hago silencio aunque quiero decir tantas cosas.

-Y mira como lo estoy pagando- dice con voz alta por último antes de dar media vuelta e irse sin esperar una respuesta de nuestra parte.

Al Compás De Tus Órdenes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora