EZRA ANGHEL
Me sorprendió que ella dijera algo así a mi padre. De alguna forma logró ponerlo en su lugar con la amenaza de perder al sucesor que por tanto tiempo a deseado, por supuesto sé que de ahora en más, ella estará más vigilada que antes por esa advertencia vacía que dejó sin palabras a papá. Por obvias razones no hemos vuelto a hablar del tema y a lo único que prestó atención es a la pantalla negra de esa máquina.
No le veo lo interesante, todo está negro y con las justas puedo observar unos puntos y rayas blancas que a simple vista casi nadie notaría.
-Ven este círculo blanco de aquí - señala en la pantalla y ambos quedamos viendo ese lugar tratando de hallar la forma de un bebé en esa cosa.
Ambos solo nos miramos como si no entendiéramos, pero aún así sonreí.
- Tiene 4 semanas como tal comenzará a sentir mareos, náuseas y mucho cansancio, le recomiendo guardar reposo, pero si gusta puede salir a caminar de vez en cuando para que su parto no tenga ningún problema mayor - avisa mientras limpia el aparato y le entrega un trapo para que limpie ese líquido que está en su abdomen - todos los meses debe de venir para recibir sus controles, por favor no deje pasar mucho tiempo para la siguiente cita.
Asentí de acuerdo con sus recomendaciones, un aparato empieza a sonar en su bolsillo y ella lo mira.
-Un momento por favor, ya vuelvo - dice antes de levantarse y salir del cuarto dejándonos solos en un silencio un tanto incómodo.
- ¿Cuándo podremos ver si es niño o niña?-pregunto para romper un poco el hielo.
- Será después de las 16 semanas supongo- responde con duda dejando después de eso un silencio pesado.
- ¿Tanto te cuesta quedarte en este país?- interrogo de la nada sabiendo que esto se puede complicar si ella comienza a gritar, mi pregunta llama su atención porque me mira directo a los ojos.
-¿Quieres que sea sincera?- pregunta arreglando su ropa al pararse de la camilla, yo asiento a su interrogante esperando saber la razón tras su huida.
- Por unos días sentí que tal vez podría acostumbrarme a estar aquí- opina haciendo una pequeña pausa - pero después me di cuenta que tú no confías lo suficiente en mi, he estado vigilada y encerrada en una habitación, este lugar no es agradable ante mis ojos, he sido secuestrada y casi me violan aquí, no puedes pedirme que de la noche a la mañana me nazca el sentimiento de quedarme aquí- dice con las manos en su cintura - ¿A que se refirió tu papá cuando dijo que mi familia no iba a buscarme y que estaba muerta para ellos?- pregunta de repente haciendo que me ponga nervioso al instante.
Me quedo callado por varios segundos sin saber que decir ante su pregunta y ella parece darse cuenta que oculto algo porque me sigue mirando seguro pensando que así puede averiguar lo que escondo.
- No puedo decírtelo- respondo en su lugar bajando la mirada - si lo hago no me vas a perdonar.
-¿Que quieres decir con eso?-cuestiona fríamente.
- La única forma que pude lograr que tu familia no te buscara era que pensaran que habías muerto - al minuto que digo eso me arrepiento al levantar mi mirada y encontrarme como su frente se arruga analizando mis palabras.
-¿Muerta?- repite dudosa.
- No tenía opción - digo mientras me levanto queriendo acercarme a ella, pero ella levanta sus manos al frente impidiendo que me siga acercando.
- Siempre hay otra opción - responde cortante mientras que una de sus manos se la lleva a su frente contrariada.
- Claro que tenía una y era eliminar a todos en esa casa - digo apresurado sin analizar mis palabras.
Ella me mira de nuevo y puedo ver que la noticia ha empeorado todo.
- O podrías haber desaparecido de mi vida- alza su voz y siento como mi corazón se estruja al escucharla decir tal cosa.
-No me puedes pedir algo así- digo en murmullo - eso no pasará nunca.
- ¡¿Por qué?!- interroga en un grito que me saca de mis casillas.
-¡Porque prefiero matar a todas las putas personas de este infierno que perderte a ti! ¡No puedes algo así!- al gritar sus ojos se comienzan a poner borrosos y mi furia se esfuma cuando la primera lágrima brota de sus ojos dejando una rastro por su mejilla.
En mi cabeza solo razonó que ella está llorando y yo soy el culpable.
-No llores -digo mientras me acerco despacio a ella, mi mano se posa en rostro y limpio su mejilla borrando el rastro de esa lágrima - perdón, no quise gritar-digo arrepentido de lo que grite.
- Sé que me salvaste del infierno en el que iba a vivir, pero no tienes derecho a hacer y deshacer con mi vida como se te antoje, mi familia estará rota y todo es mi culpa - comienza a decir mientras más lagrimas salen de sus ojos -ellos no merecen eso, al menos pudimos llegar a un acuerdo antes que hagas esa estupidez.
-¿Crees que no trate? Yo ese día quería hablar contigo, pero se arruinó y solo me quedaba esa noche para hacerte regresar antes que mi padre ordenara matar a todos en ese lugar - comentó mientras mis manos siguen acariciando su rostro borrando cada lágrima que cae.
-Pude decir que quería una nueva vida, que eras mi novio o algo se nos hubiera ocurrido, pero ahora están celebrando un velorio en el que la persona muerta ni si quiera soy yo - dice aún más alto y luego se queda quieta de repente.
-Espera - dice mirándome de nuevo -¿Quién es? -interroga y yo la miro sin entender a que se refiere.
-¿Quién es la chica que está en mi lugar? - pregunta esta vez esperando mi respuesta preocupada.
En este momento siento demasiado miedo de lo siguiente que puede pasar si me confundo en explicar lo que ordené que hicieran.
- Yo... - trato de pensar en algún invento que no me deje mal parado en esta situación, pero nada se me ocurre.
-¿Quién?- vuelve a preguntar con la voz más elevada.
-Eso lo hablaremos en casa - digo en su lugar mientras esquivó su mirada.
- No, me lo dirás ahora mismo - dice volteando al lugar donde miro poniéndose en medio.
- No es el momento y te aseguro que tampoco es el lugar adecuado para hablar ese tipo de cosas - digo al sentir la presencia de una tercera persona tras la puerta que ha escuchado la mayor parte de nuestra conversación.
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Al Compás De Tus Órdenes ©
Tajemnica / ThrillerNunca estuvo en mis planes conocer el infierno, pero lo hice. Su mirada podía hacerme conocer a sus más peligrosos demonios que han estado ocultos por mucho tiempo, fue inesperado, pero lo conocí. No sabía que algo podía hacer cambiar tanto a alguie...