Capítulo 9: (Parte 3)

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Mirando a todos lados, la chica seguía corriendo y al igual que Lisanna no tenía un rumbo fijo, pero había algo que la estaba guiando, como si por simple corazonada supiera a donde tenía que ir aun cuando aquella neblina se interpusiera, pero a diferencia de Lisanna quien tenía heridas menos graves esta mujer realmente había sido golpeada a más no poder.

En realidad, ya estaba medio inconsciente, había perdido mucha sangre, la mujer que se había enorgullecido de que los ataques físicos no le hacían nada se había encontrado finalmente contra un oponente el cual su magia era exactamente la debilidad de ella, su cabello azul estaba empezando a cambiar de color a uno opaco, la razón de esto se debía a que su cabello se había manchado en sangre y no solo eso, seguía manchándose más.

Su ropa azul estaba ya muy rota y lo que quedaba de ella estaba manchada por su sangre, su mirada cada vez que daba un paso se agitaba como si estuviera a bordo de un barco, eso era el resultado de haber peleado contra Asshiel quien no se lo dejo nada fácil y sobre todo su Alter dado que este era más poderoso.

Mientras corría la chica realmente estaba perdiendo la consciencia que le quedaba, estaba corriendo empezando a ver de lado la tierra y el cielo viendo como intercambiaban lugares, Juvia se había mareado demasiado por la pérdida de sangre que sin darse cuenta se fue tambaleando hasta caer al suelo mirando entre la neblina de arriba y sin saber qué hacía ya ahí.

- (¿Are? ¿A dónde se supone que tenía que ir Juvia?) – pensaba ya de manera muy débil entrecerrando los ojos – (El cuerpo de Juvia se siente muy pesado y dormido) – dijo alzando una mano al cielo entre la neblina – (Juvia tiene sueño... Juvia no sabe... que debe hacer)

Unas lágrimas caían al suelo, cuando de nuevo su panorama cambio, la chica se recostó sobre el suelo como si quisiera abrazarlo, tendida como si estuviera en su cama a punto de dormir, las lágrimas solo brotaron de sus ojos azules sin saber la razón derramándose, así como su sangre, no había recibido tratamiento por haberse ido simplemente por impulso.

- (¿Por qué las lágrimas de Juvia no se detienen? ¿Por qué Juvia se tiene que seguir moviendo?) – pensaba entre sollozos – (Juvia ha olvidado todo, la mente de Juvia está muy borrosa, a Juvia le duele el cuerpo...)

Los ojos de Juvia cada vez se cerraban más, por alguna razón dentro de ella no quería hacerlo, aun si había olvidado la razón de por qué estaba ahí, sabía que era algo muy importante como para que se hubiera movido hasta ahora con semejantes heridas, después de haber perdido tanta sangre ya era normal no recordar nada para ella. Estirando la mano hacia el frente como queriendo tocar algo, la mujer que tenía su cabello rondando por doquier parte de su cara seguía aferrándose a algo...

- ¿Por qué... Juvia no puede... descansar...? – preguntaba de débil y cansada

No era por el dolor de sus heridas, por lo que sus lágrimas caían sin parar y no podía pararlas, era por el hecho de que algo dentro de ella le aplastaba el corazón bruscamente casi ahogándola en ello, un dolor muy grande que no podía describir con palabras y era esa misma razón por la que no quería cerrar los ojos, sus mareos no le ayudaron para nada.

Una luz blanca, una sonrisa muy cálida frente a ella, parecía estar empezando a delirar, delante de ella que realmente a simple vista no había nada, para ella había alguien parado de un aspecto muy joven, solo podía ver los pies en unas sandalias que se dirigían hacia ella, ni fuerza había en su cabeza para poder mirar un poco más arriba.

Los pies se detuvieron justo antes de poder llegar a tocarla, la persona se puso en cuclillas delante de ella, no podía verla, empezando a cerrar los ojos ya dejándose vencer, probablemente si los cerraba en ese momento, los abriría dentro de mucho tiempo considerando el estado en el que se encontraba, una voz dulce y cálida, tan apacible como la de la razón de por qué estaba ahí.

Fairy Tail - Lágrimas de un Mar de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora