Capítulo 8: (Parte 4)

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- Otra explosión de nuevo. ¿De dónde provendrá esta? – pregunto Minerva alzando la mirada al cielo solo viendo neblina – Rayos, parece que me perdí – rascándose la cabeza – Esta niebla es tan extraña que incluso mi poder no sirve para encontrar un rumbo – lanzado una esfera de poder para tragar la neblina

Una onda muy leve se generó tragando parte del poder de la neblina que rápidamente se recuperó. Brus, Dearot y otros tantos más cazadores de vampiros les estaban siguiendo el paso, entre ellos los seguidores de Dearot llegando a ser por lo menos poco más de 20 miembros en total, cuando Brus piso el tejado de una casa sintió un ligero cambio en su tobillo lo que hizo que se detuviera un segundo.

- Ah Brus ¿Qué pasa? – preguntó Dearot deteniéndose a la par con los demás

- No es nada – dijo cerrando los ojos y sonriendo – Dearot, hare algo, de ahora en adelante dirígete con los demás hasta donde está Edward-sama

- De acuerdo – dijo Dearot mirando entre la niebla – Pero no tardes

- ¿Crees que alguien como yo tardaría con un insecto? – preguntó al aire

Dearot se fue de aquel lugar adentrándose entre la neblina, mientras Asshiel Alter moldeaba un camino para todos los que entraban rápidamente, y nuevamente se cerraba para no dejar entrar a nadie más, todos los vampiros iban con una única misión, terminar con la batalla contra Natsu por el articulo con magia perdida.

Minerva caminaba entre sombras, a ciegas, sin rumbo fijo al que ir, la chica solo posaba sus manos sobre su cadera sin saber a dónde ir, realmente estaba tan perdida que pensaba por unos momentos en dejarlo así y solo confiar en que aquella mujer volvería por su cuenta al haberse perdido de nuevo.

- ¿Por qué rayos insistió tanto en ir pese a esas heridas? Esa niña me da problemas – dijo Minerva con algo de rabia sin saber la razón

- Parece que estás perdida, puedo guiarte si me lo pides bien

- Oh, ¿Por qué cre-

Fue tan rápido y repentino que ni lo noto, un poder tan abrumador que pasó desapercibido para ella, un sujeto estaba de brazos cruzados retrancado de una enorme roca, con los ojos cerrados, de cabello negro e igual por ropa, un poco más alto que ella, su cara sonriente levemente tan confiado que incluso no había necesidad de estar preparado para pelear.

- (Tan repentino. ¿Cuándo fue que se puso detrás de mí?) – pensaba cuando su sudor era evidente en su cara

- Por tu reacción veo que deje una gran impresión en ti – dijo Brus caminando tranquilamente con las manos en los bolsillos hacia ella

- ¡Ih Ragdo!

Pegando las puntas de dos dedos izquierdos en la palma de su mano derecha una esfera de colores distorsionando el espacio encerró a Brus fácilmente, quien al parecer no había opuesto resistencia al ver como aquella esfera lo encerraba, la magia de Minerva se activó haciendo que aquella esfera explotara con Brus dentro generando solo polvo ahí, la chica se dio la vuelta algo asustada para salir corriendo.

- ¿A dónde vas? Si vas en esa dirección no llegaras a ningún lado – se escuchó la voz de Brus en el aire

- Imposible, fue un golpe directo – dijo Minerva volteando levemente

- Ah, por supuesto que fue un golpe directo hacia el suelo – apareciendo detrás de ella – Mira nada más, levantaste mucho polvo – tocando su hombro – Kimyounakyuketsuki no... Eikyou

*N/T: Kimyounakyuketsuki no Eikyou = Influencia del Vampiro de lo Extraño*

Un golpe un tanto extraño que exploto en la espalda de Minerva con la suficiente potencia como para lanzarla lejos de Brus, golpeando el suelo con su cara destrozándolo hasta por fin detenerse, la chica estaba aturdida por ese simple golpe, al sentirlo era obvia la gran diferencia que se sentía contra él, no era nada comparado con la presencia que sentía con los otros enemigos.

Fairy Tail - Lágrimas de un Mar de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora