Capítulo 19: (Parte 2)

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//Tiempo Atrás... Luego de los Grandes Juegos Mágicos//

Los árboles cerca de un cierto bosque perdido estaban siendo golpeados con tanta fuerza que estos se caían fácilmente de un golpe siendo destrozados con puños de ira, tanta ira e impotencia que realmente cada golpe solo reflejaba odio y venganza. Cientos de árboles estaban regados por el suelo habiendo sido destrozados de una parte del tronco cuando al mismo tiempo los nudillos de dicha persona estaban igual de mal.

- ¿No crees que ya has derribado suficiente? – preguntó otra voz detrás de ella

Quien estaba detrás de ella era nada más y nada menos que su hermano Ear quien parecía preocupado por ella tratando de ocultarlo, retrancado sobre un árbol de brazos cruzados esperando a que la chica realmente se calmara cosa que no parecía que fuera a suceder pronto, abriendo los ojos se dirige hacia ella de nuevo.

- A Natsu-sama no le gustaría ver t-

- ¡Natsu-sama no está aquí! – alzo la voz algo desesperada retrancando su cabeza

Golpeando el árbol que tenía al frente de ella con su frente de forma leve como si quisiera olvidar algo a propósito, estaba empezando a sollozar de nuevo contra aquel árbol sujetándolo como si esperara que el árbol la abrazara, la chica estaba realmente afectada por lo que había pasado, Ear también estaba igual, pero precisamente por ella tenía que aparentar ser fuerte, aunque esas palabras eran ciertas y no podía decir nada.

Las manos de aquella chica con las que tocaba el árbol mientras le lloraba estaban completamente lastimadas por golpear tantos árboles hasta que cayeran hechos pedazos, el chico al verla realmente no sabía que tanto estaba sufriendo, podía hacerse una idea y no quería verla sufrir, por lo que trato de darle fuerza como lo hacía Natsu.

- La naturaleza se enojará contigo si le haces daño – dijo acercándose a ella

- La naturaleza no es tan frágil como para perecer por unos cuantos golpes – dijo Lysha con algo de dolor y odio dentro de sus palabras

- Exacto – dijo Ear deteniéndose detrás de ella – ¡Y Natsu-sama tampoco!

Alzando la voz también recordándole cuan fuerte podría ser Natsu, él no era alguien que cayera tan fácilmente, Ear tenía esa esperanza sobre él creyendo que volvería por lo que esperaba que Lysha pudiera comprender también eso, esas palabras que, aunque no podía confirmarlas por el momento, él, no, todos en el gremio de Fairy Tail estaban convencidos de que así sería como pasaría, Natsu volvería con ellos como siempre.

- Pero Natsu... se lo llevaron – dijo con una voz dolida en pena

- ¿Y crees que estando aquí llorando o sintiendo pena por él cambiara algo? – pregunto mirándola desde su espalda – ¿Crees que a Natsu-sama le gustaría verte llorar? Él es un hombre de verdad, el mejor que conozco, no manches su memoria con debilidad e impotencia – dijo de forma seria apretando el puño – Él es capaz de hacer lo imposible posible, siempre lo ha hecho y si dijo que volvería lo hará, así que no importa que pase, tienes que sonreír por él...

La chica que hasta hace unos segundos estaba sollozando simplemente se limpió las lágrimas que cargaba en sus ojos, una mirada de determinación tratando de sostener su tristeza, ella quería creer que realmente podía volver a verlo, pero para eso era necesario poder tener suficiente fuerza, no quería que Natsu siempre estuviera protegiéndolos, quería cumplir aquella promesa de hace tiempo.

La chica solo sonrió levemente para irse con su hermano a curar aquellas heridas sobre sus nudillos, esta vez quería realmente formar un camino, uno lo suficientemente amplio y solido que no se derrumbaría para poder alcanzarlo, eso era lo que tenía en mente, para ello era necesario un entrenamiento riguroso, uno lo bastante grande como para poder hacer que su poder fuera considerado como una amenaza por el enemigo...

Fairy Tail - Lágrimas de un Mar de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora