Capítulo 10: (Parte 4)

41 4 0
                                    

Un rayo moviéndose rápidamente aplastando y destrozando todo lo que había a su paso, tan rápido que la mayoría solo vería una luz dorada que pasaba electrificando cualquier cosa que encontraba en su entorno, una explosión seguida de otras cuatro más hasta que un derechazo explosivo se movió entre relámpagos golpeando algo y manándolo a volar por el impacto.

Plantando los pies sobre el suelo desgarrando la tierra por donde pisaba tratando de frenar su impulso hasta que detrás de esos pies el suelo se quebró y finalmente se detuvo, un segundo rayos aparecía delante de él, era Laxus quien iba con toda la intención de destrozar a Dearot, el cual por primera vez había cambiado esa actitud de inexpresión en su rostro por una de determinación y seriedad.

- ¡Parece que después de todo te subestime! – dijo en voz alta Laxus impulsado por su rayo – ¡Eres más resistente que los otros idiotas que aparecieron primero!

- Que nuestras bajas aumenten no significa que el poder de todos vaya a disminuir – dijo Dearot sacando una carta rápidamente y colocándola en su pecho – Tú lo sabes mejor que nadie, Laxus Dreyar

- ¡Como si me importara!

Apareciendo casi como tele transportándose detrás de Dearot lanzando un golpe de arriba a hacia abajo, los ojos de Dearot se movieron rápidamente mirando de reojo de Laxus esquivando aquel ataque tocando usando el puño del sujeto para impulsarse, el suelo recibió toda la descarga eléctrica destrozándolo y haciendo que fragmentos de rocas salieran hacia brincando en todas direcciones.

Laxus se sorprendió un poco tratando de ocultarlo al ver como Dearot pudo reaccionar a esa velocidad y esquivar el ataque en el último momento, cuando aparto la vista perdido en ese instante el otro sujeto apareció lanzando una patada cargada con energía que impacto sobre la quijada de Laxus y momentos después de la parte trasera del talón de Dearot una especie de explosión eléctrica surgió dándole más impulso a su golpe.

- (¡¿Pero qué mierda?!)

- Explota – dijo entre susurros

Laxus fue evitado y acto seguido fue golpeado con una técnica igual a la suya, siendo usada de otra forma tanto que no hubo tiempo para poder esquivar aquel ataque llegando a ser lanzado al aire, para cuando iba en el aire reacciono cubriéndose de rayos y cayendo al suelo de forma suave, los rayos ayudaron a evitar sufrir daño grave a su cuerpo.

Limpiándose la quijada de aquel golpe tratando de analizar a Dearot quien hasta ahora no parecía ser alguien cuyas habilidades salieran a relucir con un simple vistazo, pero había algo de lo que Laxus estaba completamente seguro, y es que de todos los presentes que había en la capital como enemigos Dearot era el único que realmente desprendía esa aura asemejada a alguien cuyo poder solo podía ser medido si se le enfrentaba hasta la muerte en una batalla con todo su poder.

- Tu nombre – dijo quitándose el abrigo de sus hombros – ¿Cómo dices que te llamabas? – pregunto Laxus estirando su cuerpo

- Heee – mostrando una leve sonrisa – Después de todo consideraste que mi nombre si valía la pena, lo malo de las personas y los monstruos es que nunca les interesa nada más allá de sus instintos primitivos – sacando todas las cartas de su manga con las de su mazo de cartas – Pero ahora no tengo ganas de decírtelo (De todas formas, estoy seguro que lo escuchaste la primera vez) – pensó al final de su pequeño discurso

- Como sea igual te vas a morir aquí

- ¿Sabes? Me he preguntado desde hace rato – dejando caer las cartas de su mano – ¿Cuánto poder debería de usar contigo? – mirándolo a los ojos – Puede sonar arrogante, pero déjame decirte esto antes Laxus-san – dijo levantando un dedo al frente de su cara – No es que seas débil, es simplemente que los monstruos contra los que te estoy comparado incluido yo... somos más fuertes – dijo volviendo a tener esa mirada inexpresiva

Fairy Tail - Lágrimas de un Mar de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora