Fairy Tail - Lágrimas de un Mar de Fuego

Capítulo 12: (Parte 2)

Gajeel empezó a contar todo sobre los largos siete meses que habían pasado, al principio parecía que Natsu no estaba preparada para ello, conforme se iba explicando la situación entendió que no debía de tener miedo a ello, los cambios pasaban y sobre todo era algo que no podía evitar una vez fue derrotado...

Después de que Natsu fuera derrotado el desastre causado por la guerra en toda la capital del reino de Fiore fue tan grande que tomo mucho tiempo poder reparar los daños, aunque gracias a ellos los gremios que tuvieron una sacudida horrible en su orgullo de ser los más fuertes pudieron cambiar de aires y tener trabajos temporales ayudando con las reparaciones.

Tomó tres días poder rescatar y atender heridos que quedaron atrapados en algunas peleas, y sobre todo tomo otro día más para que se pudiera encontrar el cuerpo de Natsu, el cual yacía en lo más profundo de la montaña la cual fue destrozada y reformada por aquel ataque del enemigo de Natsu, oculto y aplastado entre escombros muchas personas entraron al lugar para tratar de salvarlo.

Nadie sabía la primera vez si realmente seguía vivo, la razón de que los del gremio se dieran a la tarea de buscarlo dudosos de encontrar algo luego de presenciar semejante poder mágico aplastar el lugar hasta reducir a escombros la montaña fue solo por la maestra del gremio quien estaba desesperada por encontrarlo diciendo firmemente que este seguía vivo y que no podía morir así.

Con lágrimas en sus ojos y sus heridas abriéndose ella sola fue a buscar a Natsu por su cuenta cuando los demás del gremio solo se quedaron con los civiles sin saber qué hacer, Lucy al verlos solo sintió algo de vergüenza por ellos al ver que estos no querían moverse a primera vista por alguien que siempre los protegía y dio todo de sí para seguir luchando por defenderlos hasta el fin.

Junto a Levy y Juvia que no dijo nada más que se levantó de nuevo, se dirigieron a buscar por la montaña algún rastro de Natsu, moviendo escombros tras escombros enormes por todos lados tratando de ver que había algún rastro de él, Gajeel quería ayudar cuando un soldado que servía al consejo mágico lo mando llamar diciéndole que no podía involucrarse más en ese asunto.

Por su lado dejo a Gray y Laxus a cargo que fueran ayudar a Erza para encontrar al chico, Laxus fue quien tomó las riendas levantándole los ánimos a los demás recordándoles todo lo que el joven había hecho por ellos, al final siendo motivados estos se fueron en dirección de la montaña, sin embargo, hubo uno solo que no fue, ese uno fue Gray quien le dijo la espalda a Laxus que en lugar de buscar a Natsu decidió buscar indicios de los enemigos.

Laxus le había preguntado qué porque le daba la espalda a un amigo cuando este lo necesitaba a lo que Gray respondió que no le daba la espalda, con frialdad y determinación había respondido que pese a que no podía sentir el poder mágico de Natsu desde hace tiempo podía estar completamente seguro de que él seguía vivo.

Pero aun sabiéndolo no fue a ayudar, simplemente se limitó a esperar a que los demás lo encontraran, algo que realmente no era típico de alguien de los más cercanos al chico de cabello rosa, dando un salto dejando congelado donde estaba este se marchó del lugar, cuando Laxus y los demás habían llegado a buscar a Natsu, incluso antes de que Erza y compañía llegaran, cuatro personas ya se encontraban ahí.

Siendo estas cuatro personas las que estuvieron con él cuando inicio el incidente y una con la que termino el incidente, estas personas fueron Lisanna, Happy, Lysha y Kagura quienes ya estaban cansados trabajando moviendo escombros tras escombros, su poder mágico apenas les daba para seguir consientes y mover los escombros poco a poco.

Al final cuando se reunió todo el gremio después de 4 días buscándolo lograron encontrar solo una mano del chico sobresalir entre los escombros más profundos que quedaban, al unísono el gremio entero corrió para remover aquellos escombros y sacarlo, se dice que estaba casi en su totalidad quemado por todos lados, pero aun con aquellas quemaduras tan horrendas no fueron suficientes para sellar las heridas que tenía por las cuales perdía sangre.