Fairy Tail - Lágrimas de un Mar de Fuego

Capítulo 15: (Parte 2)

En ese momento cuando Natsu se levantó para ver desde lo alto aquel combate sus ojos no eran los de un amigo que alentaba a una amiga necesitada, ni siquiera eran los ojos de alguien que esperaba algo de la otra persona que fuera de forma afectuosa, sus ojos solo reflejaban una cosa, la sinceridad de transmitirle el recuerdo del orgullo y honor que era el valor de ser uno de los pocos Dragon Slayer que habitan la tierra.

Gajeel y los demás se sorprendieron al escuchar sus palabras, pero cuando Gajeel miró a los ojos de Natsu podía sentirlo, no había ni una pizca de poder mágico dentro de él como para luchar, y aun así sus ojos mostraban un vasto mundo donde solo los elegidos entre elegidos podían estar, era como si sus ojos fueran las puertas hacia un mundo donde solo seres que pudieran respaldar ese honor y orgullo de ser un cazador pudieran entrar y estar al nivel de cualquier Dragón verdadero.

- (De veras este tipo, enserio) – pensó Gajeel cerrando los ojos dejando ver una sonrisa satisfecha – (Aun sin magia todavía es digno de ostentar el título del Rey Dragón, por dios, es como un profesor que espera que su alumno recuerde todo lo que aprendió, pero...) – mirando a la arena de combate – (Después de todo si ella no demuestra su valor como cazadora todo lo que ha hecho hasta la fecha solo serán cosas en vano)

Momentos antes de que el torbellino despareciera, en el interior de él Wendy había empezado a dejar de verse afectada por los cortes de aquella cosa que se contraía hacia ella, Levy al verlo rápidamente se había alejado de aquel lugar para estar a una distancia segura, el cuerpo Wendy estaba brillando de nuevo y aquellos encantamientos de antes habían vuelto.

Al mismo tiempo que esto encantamientos aparecían la chica de cabello morado claro soplo levemente al lugar y aquel torbellino negro desde dentro empezó a tornarse blanco hasta que finalmente se quedó completamente claro y se desintegro, aquella cabellera hermosa y larga se meneaba por el lugar cuando todos vieron como el torbellino estaba destruido sin mucho esfuerzo.

Su cabello que le cubría los ojos se movía levemente dejando ver solo una sonrisa muy pequeña, ya relajada el aire alrededor de ella había cambiado o esa fue la impresión que tuvo Levy al verla, su poder obviamente había crecido más a como antes cuando recibió el golpe cítrico de la chica cuando se descuidó.

Ese no era lo extraño, fue como si su personalidad o todas las ideas que estaban hechas un lio en su cabeza se hubieran aclarado completamente, cuando dejo ver sus ojos fue entonces cuando lo supo la peliazul, la Wendy contra la que había luchado no era más que el rostro débil que había emergido a la superficie por culpa de algún problema anterior que acaba de resolver cuando escuchó la voz de Natsu.

Debería de estar en problemas, debería de haber hecho algo para evitar que ella se moviera, en realidad lo único que paso por la mente de Levy al ver a Wendy de esta forma, viendo que ahora estaba bien, fue satisfacción y alegría por poder luchar con ella.

- Parece que has arreglado los problemas que tenías, Wendy-chan – dijo Levy de forma cariñosa al ver que se había arreglado el pesar que la chica tenía

- Sí, me llevó algo de tiempo, lamento haberte mostrado algo realmente patético, Levy-san – dijo Wendy con una leve sonrisa y confianza sobre sus palabras

- Si eso es así, supongo que ahora no hay motivo para contenerse la una contra la otra ¿verdad? – mirándola con tranquilidad y confianza

- Así es, finalmente podrás probar mi poder como querías – dijo poniéndose en guardia – Pero debo decir que una vez que lo hagas, yo seguramente ganare

- Me gusta tu actitud – dijo mirando a la chica – Tal parece que debes de agradecerle a Natsu por ello más tarde cuando pierda – levantando su guardia