"Y ahora que tu razón de existir se ha esfumado, ¿Qué será de ti, Mikaela?"
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. Hunterxhunter • Fanfiction
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♧ Todos los derechos reservados a Yoshihiro Togashi, a excepción de la protagonista y algunos personajes de nuestra autoría...
Un tablero Goban de 19 x 19 y dos tazones llenos de piedras, 180 piedras blancas y 181 piedras negras en total, se ubicaban entre medio del viejo Netero y yo, los cuales nos manteníamos sentados sobre nuestras rodillas, las luces de aquel salón habían sido apagadas por lo que la responsable de iluminar nuestros rostros y tablero no era nada más que la gentil y blanquecina luz de la luna.
Desde que la luna se a aparecido por el cielo, mi piel a comenzado a arder levemente de manera progresiva desde entonces, y en pequeños lapsos de tiempo mi cabeza a comenzado a doler con extrema intensidad, lo había estado ignorando hasta el momento pero se a vuelto algo particularmente irritante honestamente.
—¿hmm?, ¿pasa algo? —Las palabras del viejo Netero cortan tanto el silencio como mis pensamientos de manera cruelmente fina, acatando mi atención de manera imprevista.
—Oh, no, no es nada —Respondo con nerviosismo mientras rasco la parte trasera de mi cabeza.
—¿Hay una razón en especial para apagar las luces?
—Bueno, Gon esta durmiendo y eso —Respondo con un tono de voz más gentil de lo intencional— Puede que las luces encendidas le molesten un poco —El viejo Netero me sonríe con suavidad en respuesta a mi ultima oración— Bien, comencemos —Digo poniendo una piedra negra en una intersección cercana a la esquina inferior derecha del tablero Goban.
La partida recién comienza...
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Después de varias horas de juegos finalmente comenzaba a rendirme al cansancio, por más fuerza que se interpusiera en el camino mis parpados parecían enormes pesas las cuales eran más difíciles de controlar cada segundo. Sobre aquel tablero de madera se habían jugado infinidades de estrategias y me enorgullezco de decir que si bien claramente no iba ganando, le había acorralado al viejo más de una vez, varias de sus fichas ya eran prisioneras, aunque casi el resto de mis fichas también lo eran, los puntos claramente marcaban muy a su favor pero al menos le di una justa y reñida pelea. Alcé mi cabeza con pesadez hacia la parte superior de la pared, el reloj marcaba las 4:37am, es la primera vez en muchísimo tiempo que veo marcar esos números en un reloj.
—Paso —Dice el viejo Netero el cual misteriosamente parece estar tan fresco como una lechuga a pesar de su aparente edad.
—Yo también... Paso —Y ahí se cierra la puerta que me llevaría a las respuestas que buscaba, acabando el juego de manera instantánea, sin embargo, no pienso que esto vaya terminar así como así—Escuche viejo, estoy muy cansada y hace horas que no pienso con claridad —Exclamo con determinación mientras me levanto estrepitosamente de mi lugar -Vendré luego y le pateare el trasero de tal manera que va quedar registrado en los libros de historia, pero ahora me iré a dormir, como llevo deseando desde hace como 3 horas.
-Eres una jovencita muy temeraria, ¿Te lo han dicho? —Dios, es que es tan difícil no confundirlo con mi abuelo, su voz es tan divertida y gentil que me resulta gracioso—Estaré esperando con ansias nuestra siguiente partida, señorita Mikaela...