𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟒

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—Es extraño... —Dice Hisoka entrecerrando sus ojos, sin interrumpir su fijación en mi.

—¿Que tanto? —Respondo ante la incomodidad que la fija atención del pelirrojo representaba para mi.

El pelirrojo se había tomado la molestia de explicarme con fino detalle lo más básico del Nen. Supongo que puedo ahorrarme la repetición de toda su explicación y saltarme a la parte que más importa.

—Hmmmm...—Suspira Hisoka manteniendo su mirada inamovible—Es como si... —Duda un momento de lo que fuese a decir a continuación, dandome a entender que lo que sea que vea no tiene el suficiente sentido para él— ¿fueses dos personas mezcladas en una?

Como si no fuese común a estas alturas, Hisoka me deja perpleja con su intrusiva capacidad de descifrar hasta lo más profundo de mi con la mayor facilidad. Si sus avistamientos fueran otros me tomaría la libertad de molestarme y reclamarle abiertamente su constante impertinencia.

Pero esto es diferente.

Cualquiera que sea la verdad de mi situación, aún si yo no deseo que sea de esta manera, es algo que solo yo y solamente yo debo de saber.

—Mejor todavía —Respondo aligerando sus anteriores palabras— El poder de dos en uno solo.

Mis palabras lo hacen reír, endereza su posición y gira su atención hacia un costado de la habitación, junto a la cama, la lámpara que yacía allí encendida se tornó completamente oscura, dejando escapar únicamente una pequeña iluminación violácea de aquella ampolleta de cristal.

Me quedo en silencio, esperando pacientemente una explicación proveniente de aquella extraña acción de su parte.

—El filamento en su interior desprende tanto luz como calor...—Explica con detenidamente volviendo su rostro nuevamente hacia mi— Aún si la ampolleta está diseñada para no dejar pasar nada a través de esta, esta encuentra una manera de avisar que se encuentra atrapada allí.

Comienzo a entender a que se refiere.

Hisoka se levanta se la silla en la cual permaneció sentado desde el inicio de la conversación, caminó precavidamente hacia mi lugar y no se detuvo hasta estar a almenos un metro frente a mi. Su dedo índice se eleva junto a su brazo hasta presionar suavemente el centro entre mis clavículas.

—Tu cuerpo es como una bombilla, y tu aura es como la luz de esta —Le miro ensimismada, completamente atenta sus palabras. Se agacha frente a mi, su sonrisa se ensancha y sin alejar su dedo índice del interior de mis clavículas prosigue con su explicación— Eres una especia de Genio, Mikaela —Mi nombre sale de sus labios con un tono distinto e indescriptible, tanto que si no fuera por mi orgullo, mis mejillas estarían ardiendo como fogatas —No puedo hacer que "aprendas" Nen, inconscientemente ya lo has utilizado antes.

Mi cara debe verse cono una pintura dramática ahora mismo, me quedo completamente muda e inmóvil, mi mente se confunde y enreda cada pensamiento en el que desesperadamente intento encontrarle un mínimo de lógica a lo que acabo de oír.

—¿De qué hablas? ¿Cuando...? —Mis palabras son interrumpidas nuevamente por él.

—4 veces que yo lo sepa —Dice levantando cuatro dedos de su mano derecha frente a mi— La primera —Indica con su dedo índice, el cual había separado de mi hace unos momentos atrás— Intentando soltarte de mi agarre en la primera fase —En cuanto lo menciona, hago memoria detallando todo lo que experimenté en el momento mencionado, es cierto que me sentí tanto física como mentalmente muy distinta —La segunda, en la última fase, viendo como torturaban a Gon —Señala levantando un segundo dedo. A medida que sus palabras avanzan, empiezo a recordar con lujo de detalles todas y cada una de las sensaciones que me inundaron en las situaciones descritas por él, encontrándole por fin el hilo a sus palabras— La tercera y sobretodo mi favorita —Dice estas palabras con lentitud y con un tono de voz visiblemente extasiado— Sometiendo a esa chica en él combate.

𝕲𝖗𝖆𝖓𝖎𝖟𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖚𝖓𝖆 • [𝙷𝚒𝚜𝚘𝚔𝚊 𝙼𝚘𝚛𝚘𝚠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora