Baby [Emiliaco-omegaverse]

☀️16☀️

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—Joaquín Bondoni— la voz se escuchó neutra y fría. El pequeño tembló, pero se levantó caminando hacia la puerta color celeste.

La enfermera le sonrió.
Había ido al hospital para averiguar todo sobre un aborto seguro. Emilio no sabía que había asistido al hospital, pero si sabía sobre el aborto. Joaquín lo había insinuado y aunque Emi no estuviera de acuerdo, no dijo nada. No le impidió nada, porque su Alfa era el mejor, siempre pensando en él.

—Bien, Joaquín. Te hice un examen de sangre para saber cuántos días tienes de estado. Debes saber que para realizar un aborto hay cierta cantidad de tiempo— la beta explicó pacientemente mientras el omega asentía, haciéndole saber que estaba entendiendo —Aproximadamente tienes un mes y dos semanas de estado. Debes saber que los aborto se realizan en el primer trimestre del embarazo ya que así es la manera más fácil para evitar, desangrado y muerte a la persona embarazada— Joaquín asintió.

—¿Y para cuándo puede estar la cita para el aborto?— la beta hizo una mueca.

—Hay algo importante, señor, y es algo que normalmente odio decir porque me parece que es un requisito estúpido, pero ya sabes cómo es la jerarquía— Joaco se mordió el labio sabiendo a dónde llegaría eso
—Necesito una autorización de tu Alfa, en la que él diga que está completamente de acuerdo con esto.

Joaquín quería llorar, sabía que si se lo pedía a Emilio lo más probable era que aceptara pero lo haría por él, por verlo bien consigo mismo, aceptaría por obligación y el pequeño no quería hacerle eso a su Alfa.

Ya era demasiado el estar rechazando un bebé de su Alfa por miedo.

—Entiendo.

—Está bien, Omega. No te sientas mal, no eres el único omega que quiere abortar a su cachorro— Joaquín asintió, levantándose para salir de ahí. Caminó cabizbajo hasta la entrada, tomando un taxi para que lo llevara a casa.

Mientras esperaba a su amor se dispuso a averiguar temas sobre bebés, sobre los omegas con bebés. Cerró los ojos y luego alejó la computadora de su vista, cerrándola de golpe, se levantó de la mesa y se dejó caer en el sofá.

—Está bien, Omega. No te sientas mal, no eres el único omega que quiere abortar a su cachorro— la palabra de la beta resonaban en su cabeza.

Algo en su interior <Joaquín sabía que era su omega> sentía que no era correcto lo que estaba haciendo. Debía hacer que Emilio firmara lo antes posible, sino el vínculo se formará dentro de él.

Sabía por lo que le enseñaban en la escuela de omegas que cuando quedaba en estado se creaba un vínculo 'omega-cachorro'. Joaquín suspiró no sabía cuándo empezaría a pasar se sentía ansioso, pero aun así quería abortarlo.

No sabía si seria buena madre para su cachorro, no cuando se había vuelto tan dependiente de su Alfa. Entonces el Alfa tendría que cuidarlo a él y a su cachorro, y cuando viera que no estaba funcionando simplemente se iría lejos.

Emilio entró a la casa, con una mirada cansada, suspiro mientras se acercaba al omega.

—Joaquin— saludó, el omega se levantó del sillón y caminó hasta quedar enfrente de él.

—¿Por qué me evitas, Alfa?— Emilio lo rodeó para colocar su sacó en el perchero que había comprado recientemente.

—No te evito, te doy tu espacio.

—No quiero espacio, ¿por qué estás haciendo esto?— el Alfa negó.

—Joaco, tal vez no lo sabes. Pero necesitas espacio, lo siento por el lazo. No me quieres cerca porque te recuerdo que estás llevando un cachorro que no quieres— a Joaco se le estrujo el corazón porque era cierto.

—Alfa, no es así...

—Si es así. Lo entiendo, no hay problema— comentó Emilio tratando de no dejar que sus emociones se adueñen de el y manden la corriente de desespero y rechazó debido a que su omega no lo quiere cerca por el lazo, No quería molestarte más de lo que ya estaba.

—¿Por qué ahora duermes en la habitación de invitados y no conmigo?, ¿Hice algo malo?— Emi negó inmediatamente.

—No, claro que no. Tú. No quieres al cachorro, te vas a deshacer de él lo mejor es que no esté durmiendo contigo mientras eso pase— explicó el mayor.

—¿Por qué?, no lo digas así, no es que quiera deshacerme de él— Emilio arqueó una ceja —Bueno, es que suena feo, en fin. Duerme conmigo.

—No, no puedo. Si vas a abortarlo lo mejor es que no. No entiendes, mira. El cachorro es de los dos, ¿Si? si pasaban demasiado tiempo juntos lo único que va a pasar es que el cachorro sea más fuerte y seria más difícil el aborto, es por eso que cuando un omega queda en estado lo que recomienda aparte de la alimentación es la atención del Alfa, el vinculo que tenemos es fuerte por si solo, mi Alfa buscaría protegerte de todo, eso implicaría morderte de nuevo, abrir la herida mientras tengas un cachorro creciendo en ti solo haría que la gestación sea más rápida, más fuerte, lo que sería letal para tí si lo vas a abortar.

Joaquín gimoteó.

—Es mejor que duerma en la habitación de invitados, Joaquín. Al menos hasta que esto pase.

—Alfa— gimoteó desesperado —Yo...Yo necesito que firmes

Emilio asintió.

—Está bien— contestó.

—Emilio no quiero que sea obligación para ti— Joaco susurró bajito.

—¿Quieres que este feliz por esto?, está bien, respeto tu decisión, eres tú el que lleva el cachorro y si no estás cómodo puedes hacer lo que quieras. Yo te juro que esta bien, pero no me pidas que me sienta bien con tu decisión, sé que ambos hablamos de muchas cosas y ninguna de ellas era un cachorro, pero esas cosas no se planean, omega— Joaquín sollozo —te daré todo lo que necesites para el aborto, pero no me hagas estar feliz por algo que no quiero— dio finalizada la conversación.

—Duerme está noche conmigo, por favor— Emilio hizo una mueca.

—Lo lamento, Joaco.