Baby [Emiliaco-omegaverse]

☀️07☀️

🖤2/2🖤

Joaquín se acomodó en el pecho de Emilio, chupando su dedo pulgar y soltando soniditos de satisfacción por el sueño que estaba teniendo. Emilio Por otra parte estaba dormido, roncando y apretando a Joaquín contra él.

Se habían quedado dormidos en el sofá luego de ver una película. El Alfa dió un brinco cuando la ventana de la casa se abrió y una luz iluminó la sala entera, Por ende Joaquín terminó en el suelo.

-¡EMILIO CASI ME MATAS!- gritó el más pequeño, mientras contenía las lágrimas que amenazan con salir por ser arrojado de ese modo al piso.

Emilio se sentó correctamente en el sillón y bajó su mirada para ver a su bebé sosteniendo sus rodillas con un puchero en su boquita. Él enternecido, se agachó para ayudar a Joaquín a levantarse y lo acomodó en su regazo.

-lo lamento bebé- Se disculpó, Joaquín se cruzó de brazos.

-eres un tonto- exclamó Joaquín, el mayor de ambos sabía que con unos cuantos besitos el menor dejaría de estar enojado.

Pero al Alfa le encantaba ver al Omega enojado. La manera en cómo frunció el ceño creyendo que intimidaba cuando lo único que lograba era subir el azúcar de lo tierno que era.

Emilio sonrío.

-¿Porque sonríes? ¡Me tiraste al piso! - Emi besó el puchero de Joaco.

-me asusté Omega- se levantó con Joaquín en brazos. Las piernas del pequeño rodeando la cintura de Emilio y los brazos en sus hombros, cerro la ventana. -hay tormenta, hubo un trueno y me asusté.

-Oh mi pobre Alfa- Joaquín lo abrazó -Yo estoy aquí contigo, No tengas miedo, yo te protejo.

-¿Y quién te protege a ti?- preguntó El Alfa, inhalando el aroma de su omega.

-yo puedo solito- el mayor lo beso.

-lo sé mi amor.

Había algo extraño en la relación de Joaquín y Emilio. No eran los típicos Alfa y Omega.
Habían cosas que Emilio no podía hacer "cosas de Alfa" qué Joaquín sí, y cosas que el menor no podía hacer "cosas de Omega" qué el mayor sí.

Por ejemplo, si se trataba de comida. Emilio era el indicado para cocinar cualquier cosa, por eso era quien siempre cocinaba el desayuno, el almuerzo y la cena.
Si se trataba de lavar, el rizado podía hacerlo.

Joaquín por ejemplo, sabía encender la chimenea, sabía defenderse por sí solo sin necesitar a un Alfa y sabía hacer un nido (los nidos sólo los hacen los alfas).

También sabían hacer sus propias funciones. Joaquín Sabina lavar y limpiar, mas no cocinar. Emilio sabía hacer nidos, sabía defenderse muy bien y también defender a su omega.

lo especial para Emilio y Joaquín era extraño y anormal para los demás.
La manera en que los miedos de Emilio salían a flote con Joaco, era tan reconfortante porque sabía que no lo juzgaría; De hecho, lo reconfortaria.

Todas esas pequeñas cosas que Joaco amaba de Emi. Por ser tierno, blando y amable eran lo que para otros hacía a Emilio un Alfa inútil.
Porque los alfas debían ser fuertes, decididos, fríos, no lloraban, no hacían los quehaceres de la casa, eran alfas joder.

Pero Emilio era lo contrario, era amable, adorable, tierno y amoroso.

Cabe aclarar que sólo con su omega y es porque Joaquín era un bebé.

Mejor descripción para su relación no había.

Eran Alfa y Omega, listo.